"Resistiremos a los (países) opresores y vamos a seguir actuando para cambiar los mecanismos discriminatorios en el mundo, en beneficio de todas las naciones", enfatizó Ahmadinejad.
El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, pronunció este miércoles ante el parlamento un firme discurso de investidura en el que prometió cambios importantes, mientras el líder opositor Mir Hosein Musavi anunciaba que su movimiento continúa a pesar de los arrestos.
"La epopeya de la elección presidencial del 12 de junio es el inicio de cambios importantes en Irán y en el mundo", aseguró el presidente ultraconservador en la ceremonia de juramento boicoteada por numerosas personalidades de la oposición que lo acusan de fraude.
"Resistiremos a los (países) opresores y vamos a seguir actuando para cambiar los mecanismos discriminatorios en el mundo, en beneficio de todas las naciones", declaró Ahmadinejad, quien también señaló que no le preocupa la decisión de Washington y de otras capitales occidentales de no felicitarlo.
"Dijeron que reconocen la elección, pero que no mandarían mensaje de felicitación. Esto significa que quieren la democracia sólo cuando conviene a sus propios intereses y no respetan los derechos de los pueblos", estimó.
La mayoría de los diplomáticos extranjeros, sobre todo europeos, asistieron a la ceremonia. Los embajadores de Francia, Gran Bretaña y Suecia, cuyo país preside la Unión Europea, estaban presentes, declaró una fuente diplomática.
Sin embargo, Francia informó el miércoles que el presidente Nicolas Sarkozy no enviaría un mensaje de felicitaciones al presidente reelecto, tal como hiciera Estados Unidos la víspera.
La Casa Blanca reconoció que Ahmadinejad era el presidente "electo", pero indicó que no tenía intención de felicitarle por su investidura.
Varias personalidades del régimen no asistieron a la ceremonia, entre ellos el ex presidente Akbar Hachemi Rafsanyani, que preside dos instituciones clave para el poder, según un periodista.
El candidato reformista Mehdi Karubi, ex presidente del parlamento, y el ex presidente reformista Mohamad Jatami, así como el líder del movimiento de protesta en contra de la relección de Ahmadinejad, el candidato derrotado Mir Hosein Musavi, tampoco estuvieron presenten.
Karubi y Musavi siguen reclamando nuevos comicios.
Musavi afirmó el miércoles que los arrestos de manifestantes --cientos desde que comenzaron las protestas-- no impedirán que continúe el movimiento opositor, según su sitio Internet.
"He visto el nacimiento, luego de las elecciones, de un fuerte sentimiento nacional (...) que reunió a diferentes grupos de la sociedad", afirmó Musavi.
"Algunos pensaron que deteniendo a las personas que creen que lideran la protesta, la cuestión será resuelta. Pero el movimiento continuó en el país y demostró que los arrestos no surten efecto", agregó en su sitio Ghalamnews.
En las afueras del parlamento, la policía antidisturbios y los milicianos islámicos dispersaron a varios centenares de manifestantes que gritaban consignas contra Ahmadinejad, indicó un testigo.
La policía lanzó gases lacrimógenos y arrestó a varios manifestantes.
Las tiendas de los alrededores del Parlamento permanecían cerradas.
Numerosos policías estaban desplegados también en las avenidas y grandes plazas del centro de la capital.
El movimiento de protesta contra la victoria de Ahmadinejad reclama la repetición de las elecciones presidenciales. Los partidarios de la oposición protagonizaron grandes manifestaciones, prohibidas por las autoridades, en Teherán. Teherán, Irán/AFP (La Jornada)
"La epopeya de la elección presidencial del 12 de junio es el inicio de cambios importantes en Irán y en el mundo", aseguró el presidente ultraconservador en la ceremonia de juramento boicoteada por numerosas personalidades de la oposición que lo acusan de fraude.
"Resistiremos a los (países) opresores y vamos a seguir actuando para cambiar los mecanismos discriminatorios en el mundo, en beneficio de todas las naciones", declaró Ahmadinejad, quien también señaló que no le preocupa la decisión de Washington y de otras capitales occidentales de no felicitarlo.
"Dijeron que reconocen la elección, pero que no mandarían mensaje de felicitación. Esto significa que quieren la democracia sólo cuando conviene a sus propios intereses y no respetan los derechos de los pueblos", estimó.
La mayoría de los diplomáticos extranjeros, sobre todo europeos, asistieron a la ceremonia. Los embajadores de Francia, Gran Bretaña y Suecia, cuyo país preside la Unión Europea, estaban presentes, declaró una fuente diplomática.
Sin embargo, Francia informó el miércoles que el presidente Nicolas Sarkozy no enviaría un mensaje de felicitaciones al presidente reelecto, tal como hiciera Estados Unidos la víspera.
La Casa Blanca reconoció que Ahmadinejad era el presidente "electo", pero indicó que no tenía intención de felicitarle por su investidura.
Varias personalidades del régimen no asistieron a la ceremonia, entre ellos el ex presidente Akbar Hachemi Rafsanyani, que preside dos instituciones clave para el poder, según un periodista.
El candidato reformista Mehdi Karubi, ex presidente del parlamento, y el ex presidente reformista Mohamad Jatami, así como el líder del movimiento de protesta en contra de la relección de Ahmadinejad, el candidato derrotado Mir Hosein Musavi, tampoco estuvieron presenten.
Karubi y Musavi siguen reclamando nuevos comicios.
Musavi afirmó el miércoles que los arrestos de manifestantes --cientos desde que comenzaron las protestas-- no impedirán que continúe el movimiento opositor, según su sitio Internet.
"He visto el nacimiento, luego de las elecciones, de un fuerte sentimiento nacional (...) que reunió a diferentes grupos de la sociedad", afirmó Musavi.
"Algunos pensaron que deteniendo a las personas que creen que lideran la protesta, la cuestión será resuelta. Pero el movimiento continuó en el país y demostró que los arrestos no surten efecto", agregó en su sitio Ghalamnews.
En las afueras del parlamento, la policía antidisturbios y los milicianos islámicos dispersaron a varios centenares de manifestantes que gritaban consignas contra Ahmadinejad, indicó un testigo.
La policía lanzó gases lacrimógenos y arrestó a varios manifestantes.
Las tiendas de los alrededores del Parlamento permanecían cerradas.
Numerosos policías estaban desplegados también en las avenidas y grandes plazas del centro de la capital.
El movimiento de protesta contra la victoria de Ahmadinejad reclama la repetición de las elecciones presidenciales. Los partidarios de la oposición protagonizaron grandes manifestaciones, prohibidas por las autoridades, en Teherán. Teherán, Irán/AFP (La Jornada)
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