Tras el escándalo político que ha desatado los recientes informes de la CIA por interrogatorios inhumanos, la agencia implantara otros métodos en interrogatorios; ya existe una línea de investigación
El gobierno de Barack Obama establecerá nuevas normas para el tratamiento de sospechosos de terrorismo, mientras el Departamento de Justicia inicia una investigación penal sobre las tácticas de interrogatorios empleadas durante la guerra antiterrorista del presidente George W. Bush.
Una versión de un informe de la CIA reveló el lunes que interrogadores de la agencia amenazaron matar a los hijos de un sospechoso de los ataques terroristas del 2001 y sugirieron que otro sería obligado a presenciar la violación sexual de su madre.
Las nuevas revelaciones sólo intensificaron la prolongada lucha política sobre el programa secreto de interrogatorios, como también el debate de si esas tácticas protegieron a Estados Unidos en ese entonces o si ventilar ahora sus secretos debilitará la seguridad nacional en el futuro.
Prominentes senadores republicanos manifestaron preocupación por la decisión del secretario de justicia Eric Holder de iniciar una nueva investigación penal por considerar que podría perjudicar los esfuerzos del espionaje.
Y el ex vicepresidente Dick Cheney dijo que los interrogatorios de la CIA de sospechosos de terrorismo ''salvaron vidas e impidieron ataques terroristas''. En una declaración, Cheney dijo que los interrogadores ''merecen nuestro agradecimiento'', y no ''ser blanco de procesos o investigaciones políticas''.
Cheney dijo que las decisiones adoptadas el lunes por el gobierno de Obama sirven como recordatorio, ''como si hiciera falta, de por qué tantos estadounidenses tienen dudas sobre la capacidad de este gobierno para responsabilizarse de nuestra seguridad nacional''.
Por el contrario, el senador Patrick Leahy, titular demócrata del Comité de Asuntos Jurídicos del Senado, dijo que las revelaciones demostraban que el gobierno de Bush ''se sumió en la senda oscura de justificar la tortura''.
Holder dijo el lunes que eligió a un veterano fiscal, John Durham, para iniciar una investigación preliminar a fin de determinar si agentes de la CIA o contratistas son pasibles de cargos penales por abusos. Durham ya está investigando la destrucción de videos de interrogatorios de la CIA.
Simultáneamente, Obama ordenó cambios en futuros interrogatorios, poniendo a otras agencias además de la CIA bajo la dirección del FBI y la supervisión de su propio asesor de seguridad nacional. El gobierno prometió que los interrogatorios se regirían por el Manual de Campaña del Ejército con reglas estrictas, y dijo que la Casa Blanca se mantendrá al margen de los investigadores profesionales.
Pese al anuncio sobre la investigación penal, asistentes de la Casa Blanca declararon que Obama ''quiere mirar hacia el futuro y no al pasado'' con las tácticas de la era de Bush. Washington, EU/EFE (El Universal)
Una versión de un informe de la CIA reveló el lunes que interrogadores de la agencia amenazaron matar a los hijos de un sospechoso de los ataques terroristas del 2001 y sugirieron que otro sería obligado a presenciar la violación sexual de su madre.
Las nuevas revelaciones sólo intensificaron la prolongada lucha política sobre el programa secreto de interrogatorios, como también el debate de si esas tácticas protegieron a Estados Unidos en ese entonces o si ventilar ahora sus secretos debilitará la seguridad nacional en el futuro.
Prominentes senadores republicanos manifestaron preocupación por la decisión del secretario de justicia Eric Holder de iniciar una nueva investigación penal por considerar que podría perjudicar los esfuerzos del espionaje.
Y el ex vicepresidente Dick Cheney dijo que los interrogatorios de la CIA de sospechosos de terrorismo ''salvaron vidas e impidieron ataques terroristas''. En una declaración, Cheney dijo que los interrogadores ''merecen nuestro agradecimiento'', y no ''ser blanco de procesos o investigaciones políticas''.
Cheney dijo que las decisiones adoptadas el lunes por el gobierno de Obama sirven como recordatorio, ''como si hiciera falta, de por qué tantos estadounidenses tienen dudas sobre la capacidad de este gobierno para responsabilizarse de nuestra seguridad nacional''.
Por el contrario, el senador Patrick Leahy, titular demócrata del Comité de Asuntos Jurídicos del Senado, dijo que las revelaciones demostraban que el gobierno de Bush ''se sumió en la senda oscura de justificar la tortura''.
Holder dijo el lunes que eligió a un veterano fiscal, John Durham, para iniciar una investigación preliminar a fin de determinar si agentes de la CIA o contratistas son pasibles de cargos penales por abusos. Durham ya está investigando la destrucción de videos de interrogatorios de la CIA.
Simultáneamente, Obama ordenó cambios en futuros interrogatorios, poniendo a otras agencias además de la CIA bajo la dirección del FBI y la supervisión de su propio asesor de seguridad nacional. El gobierno prometió que los interrogatorios se regirían por el Manual de Campaña del Ejército con reglas estrictas, y dijo que la Casa Blanca se mantendrá al margen de los investigadores profesionales.
Pese al anuncio sobre la investigación penal, asistentes de la Casa Blanca declararon que Obama ''quiere mirar hacia el futuro y no al pasado'' con las tácticas de la era de Bush. Washington, EU/EFE (El Universal)
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