Naciones Unidas atribuye la 'espantosa violencia' vivida en México a los niveles bajos de pureza e incautación, así como a los altos precios de las sustancias ilegales
Menos heroína, menos cocaína pero más drogas sintéticas y mucha violencia relacionada con el tráfico de estupefacientes: ese es el dispar mensaje que arroja hoy el último análisis de Naciones Unidas sobre el estado de las drogas en el mundo.
Así lo indica el Informe Mundial sobre Drogas 2009 presentado hoy por la Oficina de Naciones Unidas para la Droga y el Delito (ONUDD) , en el que se analizan las tendencias de producción, tráfico y consumo de las sustancias estupefacientes.
Según esta oficina de la ONU, el cultivo de opio en Afganistán se redujo un 19 por ciento, mientras que en Colombia la cosecha de coca fue un 18 por ciento inferior a la de 2007.
En general, y pese a reconocer la dificultad de obtener datos exactos, el reporte estima que los mercados de opiáceos, cocaína y cannabis se están reduciendo, incluso en las regiones tradicionalmente más consumidoras, Asia, Europa y América del Norte, respectivamente.
En general, la ONU estima que el pasado año entre 140 y 250 millones de personas entre 15 y 64 años consumieron alguna droga ilegal, aunque ese dato incluye a muchos consumidores ocasionales.
El descenso del uso de estupefacientes tradicionales se vio ensombrecido con el aumento de la incidencia de las drogas sintéticas, como las anfetaminas y el éxtasis, cuyo uso se va extendiendo a más y más países.
En 2007, último año del que existen datos, las incautaciones de estimulantes anfetamínicos sumaron 51,6 toneladas, la cifra más alta nunca registrada.
El cannabis sigue siendo la droga más consumida, con cifras de consumidores de entre 143 y 190 millones de personas, especialmente en América del Norte y Europa Occidental, aunque recientes estudios indican que su uso, especialmente entre los más jóvenes, está bajando.
Pero aparte de las cifras de consumo, el informe de la ONU hace especial hincapié en la violencia y la criminalidad que generan el mundo de las drogas.
En su introducción al informe, Antonio Maria Costa, director de la ONUDD, se refirió a la lucha por el control del mercado mundial de cocaína y los 50 mil millones de dólares que genera este mercado.
"Los niveles de pureza y las incautaciones (en los principales países consumidores) son bajos, los precios están altos y los modelos de consumo fluctúan. Esto puede explicar el espantoso aumento de la violencia en países como México. En Centroamérica, los cárteles están luchando por un mermante mercado" , indicó Costa.
Sin embargo, pese a reconocer que la represión de la producción y consumo de drogas ha creado un mercado negro que genera criminalidad, desde la ONUDD se insiste en que la solución al problema no pasa por legalizar los estupefacientes.
Desde esta oficina con sede en Viena se defiende que la ilegalización previene que aumente el número de consumidores, y los problemas sanitarios de ello derivados.
En el informe, Costa niega que la legalización sirva para que las drogas dejen de ser un peligro sanitario y aboga, ante el evidente fracaso de la actual política, por modificar los medios pero no los objetivos.
"Las sociedades no deberían tener que elegir entre proteger la salud pública y proteger la seguridad: pueden y deben hacer ambas cosas" .
El diplomático italiano insiste en que son los traficantes y no los consumidores los que deben sufrir el peso de la ley.
Según la ONU, los entre 18 y 38 millones de adictos que existen en el mundo "necesitan ayuda médica y no un castigo penal" , por lo que pidió que todos los países desarrollen programas que permitan el acceso generalizado a tratamientos de desintoxicación. Viena, Austria/EFE (El Universal)
miércoles, 24 de junio de 2009
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