Reitera que Estados Unidos sólo reconoce al gobierno de Zelaya
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, consideró ayer que el golpe de Estado contra el presidente de Honduras, Manuel Zelaya, “ha sido un acto ilegal” y que el mandatario expulsado y humillado por las Fuerzas Armadas de su propio país sigue siendo considerado por Estados Unidos y la comunidad internacional como “el líder legítimo” de esa nación centroamericana.
Consideró además que “sería un terrible precedente” aceptar un derrocamiento que “nos devolvería a un oscuro pasado” de golpes militares, en el que Estados Unidos, reconoció, “no siempre se mantuvo firme, como debiera, para respaldar a estas nacientes democracias”.
“Así es que quiero ser muy claro sobre el hecho de que el presidente Zelaya es el presidente electo democráticamente y que trabajaremos con organizaciones como la OEA y con otras instituciones internacionales para resolver esto por la vía pacífica”, aseguró Obama durante una rueda de prensa conjunta con el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, en la Casa Blanca.
“La región ha hecho enormes progresos en los últimos 20 años para restablecer tradiciones democráticas en Latinoamérica y Centroamérica”, insistió Obama al insinuar así que, al menos durante su administración, Estados Unidos ha quedado fuera del negocio de alentar o patrocinar intentonas golpistas que sólo dejaron una era de retrocesos sociales y democráticos en la región.
El mensaje del presidente de Estados Unidos, que se adelantó incluso a que los periodistas le pidieran su opinión sobre el golpe militar perpetrado en Honduras, fue más allá del ambiguo pronunciamiento emitido horas antes por la secretaria de Estado, Hillary Clinton, en el que se limitó a señalar que para Estados Unidos “la prioridad inmediata es restablecer el orden democrático pleno” pero sin suspender las ayudas hacia Honduras.
En el mismo sentido se pronunció la embajadora alterna estadounidense ante Naciones Unidas, Rosemary DiCarlo, quien exigió en la sede del organismo en Nueva York el regreso “incondicional” de Zelaya.
En una reunión de urgencia, la Asamblea General de la ONU condenó de manera unánime el golpe de Estado en Honduras. Los países de América Latina y el Caribe, Estados Unidos, el grupo árabe, la Unión Europea y los países representados en el Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) participaron en la sesión de urgencia.
El embajador de Honduras ante la ONU, Jorge Arturo Reina, agradeció el apoyo recibido por la comunidad internacional, a la vez que el representante de México, Claude Heller, manifestó “su total disposición para contribuir al restablecimiento del orden institucional en Honduras”.
Zelaya hablará hoy ante la ONU, donde hoy se prevé la adopción de un borrador de resolución sobre el conflicto. (Con información de agencias) Washington, EU/Jaime Hernández (El Universal)
martes, 30 de junio de 2009
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