Las imágenes temblorosas y granulosas van por correo electrónico a sus amigos, que las difunden por blogs, YouTube o redes sociales para ofrecer al mundo casi las únicas imágenes de primera mano de la tensión social que siguió a las polémicas elecciones presidenciales del 12 de junio.
Los disidentes iraníes con sus teléfonos celulares salen subrepticiamente a las calles y aprietan el botón de ``record'' (grabar), tratando de evitar que los encarcelen o apaleen.
Las imágenes temblorosas y granulosas van por correo electrónico a sus amigos, que las difunden por blogs, YouTube o redes sociales para ofrecer al mundo casi las únicas imágenes de primera mano de la tensión social que siguió a las polémicas elecciones presidenciales del 12 de junio.
Sin embargo, esa ventana de la internet a las conmociones internas de Irán está siendo cerrada por las autoridades, que han prohibido a la prensa extranjera salir a las calles y han bloqueado muchas páginas de la red consideradas simpatizantes del líder opositor Mir Hossein Mousavi, quien denuncia que le robaron la elección mediante el fraude.
Es un juego del gato y el ratón en las calles de un país que la organización Reporteros Sin Fronteras llama ``la cárcel de periodistas más grande del mundo''.
El lunes aparecieron unos pocos videos nuevos de protestas, aparentemente de días anteriores, junto con imágenes de la protesta del domingo frente a una mezquita en el norte de Teherán. También aparecieron fotos anteriores de la violencia en las calles, algunas con acompañamiento musical.
Parece una señal de que la capacidad de los manifestantes para colocar mensajes e imágenes en la red es cada vez menor debido a la represión de las autoridades.
Muchos iraníes que colocan mensajes en Twitter o videos en YouTube no quisieron identificarse ni hablar con la prensa. Uno dijo a The Associated Press en un correo electrónico que temía seguir enviando mensajes o hablar por teléfono debido a la situación, que calificó de ``muy peligrosa''.
A pesar de los peligros y la represión _la prohibición de informar sobre la crisis, el bloqueo de mensajes y páginas de la red, las amenazas de cárcel e incluso de muerte_ los blogueros tratan de seguir adelante.
``Usamos teléfonos fijos y correo electrónico ahora que no tenemos mensajes de texto y el internet, aunque es lento, funciona'', dijo el bloguero iraní Mojtaba Samienejad a la AP.
Samienejad, un activista por los derechos humanos, es parte de un grupo de blogueros conocidos que están dispuestos a hablar sin ocultar su identidad.
AP/Teherán, Irán (Milenio)
Las imágenes temblorosas y granulosas van por correo electrónico a sus amigos, que las difunden por blogs, YouTube o redes sociales para ofrecer al mundo casi las únicas imágenes de primera mano de la tensión social que siguió a las polémicas elecciones presidenciales del 12 de junio.
Sin embargo, esa ventana de la internet a las conmociones internas de Irán está siendo cerrada por las autoridades, que han prohibido a la prensa extranjera salir a las calles y han bloqueado muchas páginas de la red consideradas simpatizantes del líder opositor Mir Hossein Mousavi, quien denuncia que le robaron la elección mediante el fraude.
Es un juego del gato y el ratón en las calles de un país que la organización Reporteros Sin Fronteras llama ``la cárcel de periodistas más grande del mundo''.
El lunes aparecieron unos pocos videos nuevos de protestas, aparentemente de días anteriores, junto con imágenes de la protesta del domingo frente a una mezquita en el norte de Teherán. También aparecieron fotos anteriores de la violencia en las calles, algunas con acompañamiento musical.
Parece una señal de que la capacidad de los manifestantes para colocar mensajes e imágenes en la red es cada vez menor debido a la represión de las autoridades.
Muchos iraníes que colocan mensajes en Twitter o videos en YouTube no quisieron identificarse ni hablar con la prensa. Uno dijo a The Associated Press en un correo electrónico que temía seguir enviando mensajes o hablar por teléfono debido a la situación, que calificó de ``muy peligrosa''.
A pesar de los peligros y la represión _la prohibición de informar sobre la crisis, el bloqueo de mensajes y páginas de la red, las amenazas de cárcel e incluso de muerte_ los blogueros tratan de seguir adelante.
``Usamos teléfonos fijos y correo electrónico ahora que no tenemos mensajes de texto y el internet, aunque es lento, funciona'', dijo el bloguero iraní Mojtaba Samienejad a la AP.
Samienejad, un activista por los derechos humanos, es parte de un grupo de blogueros conocidos que están dispuestos a hablar sin ocultar su identidad.
AP/Teherán, Irán (Milenio)
No hay comentarios:
Publicar un comentario