México retira a su embajador, igual que países de ALBA
Las naciones de América Latina arroparon ayer al destituido presidente de Honduras, Manuel Zelaya, y celebraron reuniones de emergencia en la capital de Nicaragua. Así, los integrantes del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) y del Grupo de Río —en total 19 países— acordaron medidas de presión contra el poder de facto en Honduras y le lanzaron un ultimátum, a fin de que reconozca como presidente constitucional y restituya en el poder a Zelaya.
El presidente de México, Felipe Calderón, anunció por su parte el retiro del embajador de Honduras, Tarcisio Navarrete. Anteriormente, las naciones de la Alianza Boliviariana para América Latina (ALBA) —Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua— acordaron llamar a consultas a sus embajadores acreditados en Tegucigalpa y se declararon en alerta permanente, así como dispuestos a apoyar una “insurrección popular” para propiciar la restitución de Zelaya.
De igual manera, el presidente de El Salvador, Mauricio Funes, ordenó el cierre de “nuestra embajada en Honduras y el retiro de todo nuestro personal acreditado”. También en rechazo al golpe, Guatemala, El Salvador y Nicaragua, que junto con Honduras integran el llamado CA-4, suspendieron el comercio terrestre con la nación hondureña.
El SICA acordó suspender las relaciones políticas con el gobierno del presidente hondureño designado por el Congreso, Roberto Micheletti, al tiempo que ordenó a sus embajadores ante el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) “suspender de forma inmediata todos los préstamos y desembolsos” al gobierno hondureño, mientras éste no sea encabezado por Zelaya. Los países del SICA advirtieron que tomarán “escalonadamente las medidas necesarias” incluyendo la congelación del comercio intrarregional en contra del gobierno de facto de Honduras y apoyaron plenamente la resolución de la OEA para el restablecimiento del orden constitucional y convocar a la ONU para que emita una resolución con carácter condenatorio y tome medidas coercitivas ante el golpe de Estado.
Interrumpen relaciones
En las reuniones se acordó suspender todos los encuentros de carácter político, económico, financiero, deportivo y de cooperación con los golpistas y se vedó la participación de representantes que no sean acreditados por Zelaya en distintas reuniones del organismo. Se solicitó asimismo a la ONU que en su próxima reunión emita un pronunciamiento en contra del poder de facto que impera en Honduras.
El presidente Calderón, en su calidad de presidente pro témpore del G-Río, anunció que éste tomó 10 medidas entre las que destacan la exigencia al Ejército de Honduras a que se subordine al comandante en jefe y presidente constitucional Manuel Zelaya; que se respeten los derechos humanos y las garantías constitucionales y que se cree una comisión para investigar crímenes y violaciones a los derechos por parte de los golpistas.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, reveló que darán al gobierno de facto de Honduras un plazo máximo de 24 horas para que reconozca la autoridad de Zelaya.
Durante la reunión del G-Río, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, dijo que las medidas de represalia tienen que ser más severas y deben incluir llevar a juicio a Micheletti; anunció que Venezuela no surtirá más petróleo a Honduras hasta que Zelaya regrese.
El presidente de Cuba, Raúl Castro, sostuvo que no puede haber ninguna clase de negociación con los golpistas. Indicó que “el golpe de Estado fascista contra Zelaya es una afrenta contra los pueblos de América Latina y el Caribe, y este no puede quedar impune”.
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, confirmó que en la Asamblea Extraordinaria que se celebrará hoy en Washington, los cancilleres podrían decidir la aplicación a Honduras del artículo 19 de la Carta Democrática Interamericana, que inhibe de participar en todas las instancias regulares del organismo al país que vea alterada gravemente su institucionalidad democrática. Si para hoy, Zelaya no ha sido restituido a la Presidencia, el gobierno de facto quedaría marginado del sistema interamericano.
Manuel Zelaya informó que regresará a su país el jueves para recuperar el poder y para ello invitó al secretario de la OEA, José Miguel Insulza, así como a algunos presidentes de la región. (Con información de agencias y de Jaime Hernández/Corresponsal) Managua, Nicaragua/Sergio Javier Jiménez (El Universal)
martes, 30 de junio de 2009
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