El presidente hondureño, Manuel Zelaya, había ordenado colocar urnas para reformar la carta magna y promover la reelección presidencial; pero las fuerzas armadas se negaron a acatar la orden
El ex jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras Romeo Vásquez, dijo hoy que fue separado del cargo por el presidente, Manuel Zelaya, por negarse a violar la ley.
El presidente quería que las Fuerzas Armadas brindaran todo el apoyo logístico a una consulta popular que él promueve, orientada a reformar la Constitución de la República, lo que le dejaría abierto el camino para el continuismo en el poder, lo que no permite la actual Constitución.
El Parlamento de Honduras acaba de aprobar una ley contraria a la celebración de la consulta que impulsa Zelaya, al impedir que pueda haber referendos o plebiscitos 180 días antes, ni 180 días después de las elecciones generales o municipales.
La consulta, prevista para el próximo domingo bajo control del Gobierno, es para saber, según Zelaya, si los hondureños favorecen la instalación de una urna adicional en las elecciones generales del 29 de noviembre próximo, para una Asamblea Nacional Constituyente y la reforma de la actual carta magna a partir de 2010.
Vásquez, pocas horas después de haber sido separado por Zelaya, confió a periodistas que la junta de comandantes de las Fuerzas Armadas le planteó al presidente que no podían acompañarle en su objetivo, porque una resolución judicial se lo impedía.Según el general Vásquez, Zelaya no aceptó la estrategia para una salida política ante la situación presentada, por lo que decidió separarlo del cargo.
"El presidente es muy necio, no escucha" , enfatizó Vásquez, quien recibió el respaldo de la junta de comandantes del Estado Mayor, integrada por los jefes de las ramas Aérea, Naval y Ejército, quienes han puesto a disposición su cargo ante el presidente Zelaya.
El Parlamento, el Tribunal Supremo Electoral, el Ministerio Público y la Corte Suprema de Justicia, le han indicado a Zelaya que la consulta popular que promueve es ilegal, pero el gobernante ha hecho caso omiso.
La consulta que promueve Zelaya es rechazada por varios sectores que afirman que él busca el continuismo.
Al anunciar en cadena de radio y televisión que había separado al general Vásquez, Zelaya también informó de que le había aceptado la renuncia al secretario de Defensa, Ángel Edmundo Orellana, un viejo amigo suyo con el que además le unen vínculos familiares.
Zelaya dijo que separó a Vásquez y le aceptó la renuncia a Orellana, "ante la crisis generada por algunos sectores que han promovido la desestabilización y el caos con el fin de causar serios problemas a la institucionalidad democrática de Honduras, al orden constitucional, y al ejercicio del poder legalmente constituido".
Orellana, primer fiscal del Estado a finales del siglo pasado, y ministro de Gobernación, Relaciones Exteriores y de Defensa en menos de tres años durante la administración de Zelaya, dejó entrever públicamente la semana pasada que estaba en contra de la consulta popular que promueve el presidente.
Quizá por eso para algunos sectores no fue sorpresa su renuncia como secretario de Defensa.
Orellana, quien además es diputado ante el Parlamento por el gobernante Partido Liberal de Honduras, ejerció unos pocos meses en el legislativo, como parte de un acuerdo interno con Zelaya, quien desde que era candidato presidencial le pidió que fuera su ministro de Defensa.
El general Vásquez también expresó hoy que como soldado profesional aceptó la decisión de Zelaya, a quien dijo que le seguirá guardando el respeto como comandante general de las Fuerzas Armadas.
La situación en el país es de aparente normalidad, aunque en algunas calles capitalinas se ha visto una inusual movilización de camiones del Ejército. Tegucigalpa, Honduras/EFE (El Universal)
jueves, 25 de junio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario