Enfrentamientos entre manifestantes y militares dejan decenas de heridos.
El proclamado presidente de Honduras tras un golpe de Estado, Roberto Micheletti, aseguró ayer que gobernará pese a la oposición internacional y dijo que confía en que pronto la comunidad mundial comprenda la “legalidad” de la expulsión del poder de Manuel Zelaya.
En diálogo telefónico con la radio colombiana Caracol, Micheletti dijo que la salida del poder de Zelaya se hizo en el marco de la ley y que espera que la comunidad internacional comprenda por qué los militares y el Congreso se unieron para destituirlo del cargo.
Negó que en su país se haya presentado un golpe de Estado y aseguró que su gobierno es de “transición” y se mantendrá en el poder hasta el 27 de enero de 2010, aun con la oposición de la comunidad internacional, que se ha negado a reconocer su legitimidad. “Aquí en este país no ha habido un golpe de Estado, es una sucesión constitucional por las intenciones del ex presidente Manuel Zelaya de llevar al país a situaciones críticas con una enorme irresponsabilidad”, afirmó Micheletti quien nombró ayer a los primeros miembros de su gabinete.
Enrique Ortez Colindres, que fue embajador en Naciones Unidas y Francia, sustituye como jefe de la diplomacia hondureña a Patricia Rodas, la canciller del ejecutivo de Zelaya que buscó asilo en México.
Micheletti designó además como ministro de Defensa a Lionel Sevilla, actual viceministro de esa cartera. También nominó nuevos funcionarios en el Ministerio de Finanzas, Trabajo e Información y Prensa.
Mientras tanto, los incidentes protagonizados ayer entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes favorables al regreso de Zelaya dejaron decenas de heridos en Tegucigalpa y se propagaban a otras ciudades del país, según los medios locales.
Además de Tegucigalpa, se registraban incidentes también en San Pedro Sula, la seguida ciudad del país, y en el Progreso, donde se registraron dos heridos de bala, de donde es originario Micheletti.
En la capital, los enfrentamientos entre los soldados que defendían la Casa Presidencial, sede de la presidencia hondureña, y los centenares de manifestantes se saldaron con “heridos por todas partes: gente, militares, policía”, relató un fotógrafo de la AFP, que describió el lugar como una “batalla campal”. “Los militares están disparando a discreción” para desalojar a centenares de manifestantes que habían cerrado unos 200 metros de la avenida donde levantaron barricadas y quemaban neumáticos.
Agencias/Bogotá, Colombia (Milenio)
martes, 30 de junio de 2009
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