La crisis política desatada en Honduras tras la destitución de Zelaya es una prueba de fuego para la política exterior del presidente Barack Obama, que ayer instó al diálogo para solucionar de forma pacífica la situación actual.
La Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó ayer una resolución de siete puntos que condena “enérgicamente el golpe de Estado” contra el presidente hondureño, Manuel Zelaya y exige su retorno “inmediato, seguro e incondicional” al poder.
La crisis política desatada en Honduras tras la destitución de Zelaya es una prueba de fuego para la política exterior del presidente Barack Obama, que ayer instó al diálogo para solucionar de forma pacífica la situación actual.
Con esta resolución, estudiada a puerta cerrada durante cinco horas, la OEA se sumó a organismos humanitarios de EU, América Latina y países de la UE que además exigieron el restablecimiento del orden constitucional en esa nación.Es la primera vez que el Consejo Permanente estudia en sesión extraordinaria un golpe de Estado, después del realizado en Venezuela en abril de 2002.
“Esto ha sido un golpe militar (...) y tenemos que señalar que se debe restablecer el orden constitucional”, dijo el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, al iniciar la sesión extraordinaria del Consejo Permanente.
Insulza, que hoy participará en una reunión del Sistema de Integración Centroamericana (Sica) en Managua, llamó al pueblo hondureño, a las naciones de América y a la comunidad internacional a “unir fuerzas contra esta grave perturbación del proceso democrático”.
Zelaya, destituido por el Congreso de su país y que aprobó al presidente interino, Roberto Micheletti, se encuentra en Costa Rica en calidad de visitante, pero éste “no ha pedido asilo político”, informó Insulza.
En paralelo, tanto Obama como la secretaria de Estado, Hillary Clinton, pidieron a todos los actores políticos que respeten las normas democráticas y el orden constitucional en Honduras, y resuelvan las disputas por la vía pacífica.
“Las tensiones y disputas que puedan existir deben resolverse pacíficamente a través del diálogo libre de cualquier interferencia externa”, dijo Obama en un comunicado.
Clinton dijo que la acción contra Zelaya, “viola los preceptos de la Carta Democrática Interamericana y debe ser condenada por todos”.
La crisis se desató horas antes de la consulta popular que había convocado Zelaya sobre una eventual reforma constitucional que le permitiría la reelección a un segundo mandato de cuatro años.
Mientras, los embajadores de los países integrantes de la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba) con representación en México, condenaron el golpe de Estado en Honduras y ratificaron que el único presidente legítimo es Manuel Zelaya.
Representantes de los gobiernos de Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela en México acusaron que la “oligarquía” que orquestó el golpe de Estado, “no pueden imponer sus intereses a las leyes”.
El embajador de Cuba en México, Manuel Aguilera de la Paz advirtió que “no estamos ya en la época del golpismo en América Latina” y manifestó la solidaridad de la Alba con Manuel Zelaya. Los embajadores condenaron también el secuestro de la canciller hondureña, Patricia Rodas y las agresiones a los homólogos de Cuba, Nicaragua y Venezuela, a pesar de su inmunidad diplomática.
A la conferencia acudieron los embajadores de Cuba, Ecuador, Nicaragua, Bolivia y la encargada de negocios de Venezuela en México, Eloísa Lagonel.
Liliana Padilla/Agencias/México, D.F. (Milenio)
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