El líder de la mayoría parlamentaria podría convertirse en el próximo primer ministro del país
Se reúne con el jefe del movimiento opositor Hezbolá para debatir la formación de un gobierno de unidad
Saad Hariri, el líder de la mayoría parlamentaria en Líbano, parece haber obtenido el suficiente apoyo legislativo para convertirse en el próximo primer ministro de su país, reportó hoy la cadena informativa árabe Al Yazira. Hariri, quien encabezó la coalición "14 de Marzo" a la victoria en las elecciones de principios de este mes, se entrevistó este viernes con Hassan Nasrallah, el líder del movimiento opositor Hezbolá, para discutir la formación de un nuevo gobierno de unidad. "También estuvieron de acuerdo en continuar la discusión en la actual atmósfera positiva y enfatizaron la lógica del diálogo, la cooperación y la apertura", indicó una declaración para los medios emitida al final de la reunión. Nasrallah había pedido previamente la formación de un gobierno de unidad con poder de veto para la alianza minoritaria en el Parlamento, pero Hariri rechazó esa propuesta. No está claro si el tema fue discutido durante la reunión entre los dos líderes. Fue apenas la segunda reunión de los dos líderes en los últimos tres años. El presidente libanés Michel Suleiman celebrará consultas con los parlamentarios el viernes y sábado para decidir quién será el próximo primer ministro. La cartera de primer ministro debe estar en manos de un musulmán sunita, de acuerdo con la Constitución libanesa, que divide las principales posiciones políticas entre los grupos religiosos de la nación. Mientras que 71 miembros de la coalición mayoritaria de Hariri en el Parlamento de 128 escaños podrían efectivamente nombrarlo primer ministro, él se ha acercado a sus rivales políticos para asegurar una transición sin escollos hacia su administración. Hariri entró a la política en 2005 después del asesinato de su padre, el ex primer ministro Rafik Hariri. Rápidamente se convirtió en el líder sunita más fuerte en el país y pidió que el contencioso tema del desarme del Hezbolá fuera archivado con la esperanza de ofrecer un nuevo incentivo para obtener el apoyo del grupo. En lugar de eso, Hariri se ha enfocado en la necesidad de mejorar la economía, dando su apoyo a medidas económicas por largo tiempo diferidas, entre ellas la privatización, que dicen los economistas son vitales para reducir la carga de la enorme deuda pública. Dos veces dejó pasar la oportunidad de ser primer ministro, prefiriendo ceder el puesto al antiguo ayudante de su padre, Fuad Siniora, para evitar algo de la tensión política y el desafío directo que representaba el Hezbolá. (Con información de Notimex/MVC) Jerusalén, Israel (El Financiero)
viernes, 26 de junio de 2009
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