El mandatario Manuel Zelaya descalificó a su congreso luego de que éste mandara investigar la capacidad mental del mandatario, luego de que el presidente decidiera poner en referéndum una reforma que permite reelección
El presidente Manuel Zelaya calificó el viernes de ''arbitrario e improcedente'' el anuncio del Congreso de investigar la capacidad mental del mandatario para gobernar a fin de inhabilitarlo en el cargo, en medio de una severa crisis institucional.
Luego del discurso del gobernante, el presidente del Congreso, Roberto Micheletti, calificó de ''trastornado'' a Zelaya en rueda de prensa. Dijo tener información que fue contratado alguien para asesinarlo.
''Quieren destituir al presidente, lo que es arbitrario e improcedente'', dijo el mandatario la madrugada del viernes al arengar en la Presidencial a centenares de seguidores. El acto lo transmitió el canal 8 de la televisión estatal.
''¿Qué te pasa Roberto (Micheletti) ?. ''A mí me eligió el pueblo y no el Congreso. ¿Por qué me vas a inhabilitar, eres un 'pinche' (pobre) diputado de segunda categoría que saliste en ese puesto por mí, porque te di espacio en mi corriente política'', dijo.
En su discurso de más de dos horas, Zelaya afirmó que ''si los diputados me quieren inhabilitar ya le dije a Enrique Flores (ministro de la Presidencia) que emita un decreto para inhabilitar a Micheletti''.
''Qué ridículo, como se exhibe Micheletti, cómo irrespeta al presidente de la república. Deja de hacer tonteras (Micheletti) . ¿Por qué no investigan la conducta de los diputados que dicen ser morales, ¡por favor!'', añadió.
Sostuvo que ''el Congreso no me puede investigar, mucho menos inhabilitar o darme un golpe técnico porque soy honesto y soy un presidente libre, a mí no me asusta nadie. Si (a la legislatura) tanto le molesto, ¿por qué no vamos a una consulta a ver que quiere el pueblo: si sacar al Congreso o al presidente?. Apuesto que en esa consulta los diputados no van''.
Advertió a los congresistas: ''ustedes me han declarado la guerra, ahora aténganse a las consecuencias''.
De inmediato Zelaya dio instrucciones a sus simpatizantes y la policía de cómo debían actuar durante la consulta popular que convocó para el domingo a fin de buscar una reforma a la Constitución.
Micheletti calificó poco después de ''trastornado'' a Zelaya. Sin dar detalles, denunció en rueda de prensa que ''me han informado que se ha contratado a un individuo para que nos asesine''.
''Públicamente responsabilizo al poder ejecutivo si algo pasa a mis hijos, mi esposa o a mí porque ¡ya basta!. No tenemos por qué estar sufriendo situaciones de aspiraciones (presidenciales) de un trastornado que quiere quedarse con el poder en el país'', subrayó.
El gobernante advirtió: ''me piensan declarar no apto para el cargo, pero se equivocan, aquí me quedo, no me voy y a ellos (los diputados) los vamos a sacar porque tenemos derecho a opinar, a ser consultados y ésto nadie lo para''.
Según la ley, Micheletti reemplazaría a Zelaya en caso que éste fuera separado del cargo. Michelettí es correligionario de Zelaya, del oficialista Partido Liberal.
La cámara legislativa designó la noche del jueves una comisión especial para investigar las actuaciones del presidente, luego que Zelaya destituyera al jefe del Estado Mayor Conjunto de las fuerzas armadas, general Romeo Vásquez, por negarse a apoyar la encuesta del 28 de junio, pero la Corte Suprema restituyó al oficial.
Asimismo Zelaya, acompañado por unos 5 mil seguidores, irrumpió el jueves en la base aérea de Toncontín, en las afueras de Tegucigalpa, y sacó de allí más de 15 mil urnas y materiales propagandístico de su consulta popular que poco antes había llegado en aviones procedentes de Venezuela.
El material había sido decomisado por la fiscalía por órdenes del Tribunal Electoral que previamente declaró ilegal la consulta de Zelaya.
La consulta que promueve Zelaya es considerada ilegal por la fiscalía, la procuraduría general, el Congreso, la Corte Suprema y el Comisionado Nacional de Derechos Humanos.La iglesia Católica ha pedido cordura, paz y serenidad a los actores de la crisis política que vive el país y pidió orar por la paz.
'En este momento estamos siendo testigos de una serie de hechos que no conducen a nada bueno ni bello ni santo ni noble en nuestra Honduras'', dijo monseñor Juan José Pineda, obispo auxiliar de Tegucigalpa, en un mensaje transmitido por canal 5 de televisión.El Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos, OEA, se dispone a evaluará la crisis política hondureña, a petición de Zelaya.
Mario Bustillo, director de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa, pidió a sus afiliados no abrir sus negocios en la capital por la tensión que enfrenta el país.
''Nuestra posición es contundente: la encuesta del presidente es ilegal, no va de acuerdo a un Estado de derecho. La gente debe quedarse en sus casas, no votar ni a favor ni en contra'', puntualizó.
Entretanto, en Tegucigalpa se observan muchos negocios cerrados, gasolineras y supermercados colmados con clientes donde los clientes desesperados buscan combustibles y comida.
En un comunicado, la embajada de Estados Unidos aquí alertó a los ciudadanos que residen en Honduras o que viajen al país sobre la posibilidad de manifestaciones y protestas.
Indicó que las manifestaciones están ''relacionadas con una encuesta nacional propuesta para ser celebrada el próximo domingo'' y se excusa por no disponer de ''ninguna información relacionada con protestas específicas''.
Zelaya, rico hacendado que hace un año se declaró izquierdista, admira al ex presidente cubano Fidel Castro y a sus colegas Hugo Chávez de Venezuela, Rafael Correa de Ecuador y Daniel Ortega de Nicaragua. Asumió en el 2006 y debe concluir en enero de 2010 su gestión de cuatro años. Tegucigalpa, Honduras/AP (El Universal)
viernes, 26 de junio de 2009
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