Voy a regresar a Honduras a ocupar mi puesto, advierte Zelaya

El presidente hondureño dijo que el presidente de México, Felipe Calderón, llegará a Managua mañana, lunes, como parte de las gestiones de la comunidad latinoamericana para buscar su retorno al poder.

El destituido presidente de Honduras, Manuel Zelaya, aseguró hoy que regresará a Honduras a ocupar su cargo, tras haber sido separado de éste por un golpe político-militar y añadió: "No me asesinaron porque Dios es grande".
"Voy a regresar a Honduras a ocupar mi puesto como presidente", dijo en conferencia de prensa en San José, antes de partir con destino a Nicaragua, donde esta noche se realizará un encuentro de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), para analizar la situación.
Zelaya, a quien las fuerzas armadas hondureñas expulsaron hacia Costa Rica tras la asonada militar, dijo que el presidente de México, Felipe Calderón, llegará a Managua mañana, lunes, como parte de las gestiones de la comunidad latinoamericana para buscar su retorno al poder.
También viajó a Nicaragua el presidente ecuatoriano, Rafael Correa. En Managua estaba prevista además una reunión del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), que había convocado a los mandatarios del istmo a una cita regional. El tema de Honduras acaparará ahora la agenda de ese encuentro.
"Sigo siendo el presidente de todo el pueblo hondureño", sentenciió Zelaya, desde un hotel en las afueras de San José, donde quedó albergado tras arribar a la capital costarricense.
El gobierno de Venezuela le ofreció un avión para que se traslade esta misma noche a la capital nicaragüense, según dijo una alta autoridad del Ministerio de Seguridad Pública de Costa Rica.
Zelaya restó total legitimidad a la designación, por parte del Congreso hondureño, de Roberto Micheletti como su sucesor.
En Honduras ha ocurrido "un atropello contra la democracia", "en Honduras los presidentes sólo pueden ser electos por el pueblo", dijo.
Sobre el asalto a su residencia este domingo por soldados del Ejército, Zelaya comentó: "No me asesinaron porque Dios es grande".
DPA/San José, Costa Rica (Milenio)