Los combates se realizan en la provincia de Bauchi
Hay incendio de casas y cientos de desplazados
La muerte de un niño de siete años a causa de las heridas sufridas durante los actos violentos registrados el lunes en la provincia de Bauchi, en el norte de Nigeria, eleva el cómputo global de víctimas mortales a 39, dijo hoy Alhaji Adamu Abubakar, responsable de Cruz Roja en Bauchi.
Otras quince personas están siendo tratadas de las heridas que sufrieron durante la reyerta del lunes, que enfrentó a dos facciones de un secta islámica.
Según Abubakar, hasta 67 casas fueron incendiadas y de las mil 560 personas que se vieron desplazadas de la zona, sólo 300 permanecen lejos de sus hogares.
"Le hemos pedido a aquellos que continúan en el campo que vayan y comprueben si sus casas están bien o si tienen parientes con los que se puedan quedar", explicó Abubakar.
El inspector de la Policía estatal, Atiku Kafur, señaló que la cifra de víctimas mortales era de 38, aparentemente antes del deceso del niño de siete años.
Según Kafur, todas las víctimas mortales cayeron a manos de miembros rivales de la secta y la Policía detuvo a 20 sospechosos, algunos de ellos menores de edad, y requisó dos rifles y municiones.
La normalidad reina actualmente en Bauchi, ciudad en la que se registra desde el pasado julio este tipo de violencia, la cual se ha extendido por varios estados del norte de Nigeria, predominantemente musulmán.
La crisis de julio concluyó con más de 800 muertos, 170 de ellos en Bauchi, y provocó el desplazamiento de miles de personas.
El norte musulmán de Nigeria es un semillero de violencia religiosa que se ha cobrado miles de muertos en los últimos años. Lagos, Nigeria
Hay incendio de casas y cientos de desplazados
La muerte de un niño de siete años a causa de las heridas sufridas durante los actos violentos registrados el lunes en la provincia de Bauchi, en el norte de Nigeria, eleva el cómputo global de víctimas mortales a 39, dijo hoy Alhaji Adamu Abubakar, responsable de Cruz Roja en Bauchi.
Otras quince personas están siendo tratadas de las heridas que sufrieron durante la reyerta del lunes, que enfrentó a dos facciones de un secta islámica.
Según Abubakar, hasta 67 casas fueron incendiadas y de las mil 560 personas que se vieron desplazadas de la zona, sólo 300 permanecen lejos de sus hogares.
"Le hemos pedido a aquellos que continúan en el campo que vayan y comprueben si sus casas están bien o si tienen parientes con los que se puedan quedar", explicó Abubakar.
El inspector de la Policía estatal, Atiku Kafur, señaló que la cifra de víctimas mortales era de 38, aparentemente antes del deceso del niño de siete años.
Según Kafur, todas las víctimas mortales cayeron a manos de miembros rivales de la secta y la Policía detuvo a 20 sospechosos, algunos de ellos menores de edad, y requisó dos rifles y municiones.
La normalidad reina actualmente en Bauchi, ciudad en la que se registra desde el pasado julio este tipo de violencia, la cual se ha extendido por varios estados del norte de Nigeria, predominantemente musulmán.
La crisis de julio concluyó con más de 800 muertos, 170 de ellos en Bauchi, y provocó el desplazamiento de miles de personas.
El norte musulmán de Nigeria es un semillero de violencia religiosa que se ha cobrado miles de muertos en los últimos años. Lagos, Nigeria
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