El grupo organizado es presunto responsable de 26 asaltos en domicilios de esos ciudadanos
Ocho de los detenidos residían en Cataluña y en la Comunidad Valenciana
Agentes de la Policía Nacional española desarticularon una banda organizada presuntamente responsable de 26 robos en domicilios de ciudadanos chinos que ocupaban cargos ejecutivos dentro de sus empresas, y detuvieron a ocho personas.
En un comunicado, la institución señaló este martes que las víctimas eran seleccionadas previamente y el objetivo principal de los delincuentes era obtener dinero en efectivo y joyas.
Expuso que los ocho detenidos residían en Cataluña y en la Comunidad Valenciana, pero se desplazaban por todo el país para cometer los asaltos.
En la operación fueron recuperados 50 mil euros en efectivo, 75 piezas de joyería y 23 relojes.
La institución apuntó que las víctimas eran elegidas exclusivamente entre ciudadanos chinos con un alto nivel dentro de sus respectivas empresas y con ingresos económicos importantes.
Una vez fijados los objetivos, éstos eran sometidos a una meticulosa vigilancia para conocer su domicilio, personas con las que pudieran residir, usos y movimientos habituales.
Cuando el grupo contaba con la información, aprovechaba los momentos en que no hubiera nadie en la vivienda para introducirse en la misma y apoderarse de los efectos de valor, especialmente dinero en metálico y joyas.
La mayor parte de lo sustraído era enviado a Argelia para darle "salida".
Los métodos utilizados para franquear las puertas de los domicilios variaban en función de la dificultad y las medidas de seguridad.
Comenzaban por la técnica del "resbalón", introduciendo un plástico duro entre el marco y la puerta, pero si no lo conseguían utilizaban una palanqueta y si las medidas de seguridad de la puerta no permitían su forzamiento, recurrían a la fractura de la cerradura.
El grupo se desplazaba a lo largo de toda la geografía española para elegir a sus víctimas y a la hora de examinar los hábitos de las mismas, se alojaban en la localidad de destino durante unos días hasta cometer los robos.
Posteriormente regresaban a sus domicilios para preparar un nuevo golpe y viajar hasta otra provincia diferente.
De esta manera cometieron 26 robos en distintas y distantes localidades como Madrid, La Coruña, Santiago, Vigo, Orense, Avilés, León, Burgos, Aranda de Duero Córdoba, Granada, Zaragoza, Calatayud, Segorbe o Vall de Uxó.
Los investigadores no descartan su participación en otros hechos de la misma naturaleza. Madrid, España
Ocho de los detenidos residían en Cataluña y en la Comunidad Valenciana
Agentes de la Policía Nacional española desarticularon una banda organizada presuntamente responsable de 26 robos en domicilios de ciudadanos chinos que ocupaban cargos ejecutivos dentro de sus empresas, y detuvieron a ocho personas.
En un comunicado, la institución señaló este martes que las víctimas eran seleccionadas previamente y el objetivo principal de los delincuentes era obtener dinero en efectivo y joyas.
Expuso que los ocho detenidos residían en Cataluña y en la Comunidad Valenciana, pero se desplazaban por todo el país para cometer los asaltos.
En la operación fueron recuperados 50 mil euros en efectivo, 75 piezas de joyería y 23 relojes.
La institución apuntó que las víctimas eran elegidas exclusivamente entre ciudadanos chinos con un alto nivel dentro de sus respectivas empresas y con ingresos económicos importantes.
Una vez fijados los objetivos, éstos eran sometidos a una meticulosa vigilancia para conocer su domicilio, personas con las que pudieran residir, usos y movimientos habituales.
Cuando el grupo contaba con la información, aprovechaba los momentos en que no hubiera nadie en la vivienda para introducirse en la misma y apoderarse de los efectos de valor, especialmente dinero en metálico y joyas.
La mayor parte de lo sustraído era enviado a Argelia para darle "salida".
Los métodos utilizados para franquear las puertas de los domicilios variaban en función de la dificultad y las medidas de seguridad.
Comenzaban por la técnica del "resbalón", introduciendo un plástico duro entre el marco y la puerta, pero si no lo conseguían utilizaban una palanqueta y si las medidas de seguridad de la puerta no permitían su forzamiento, recurrían a la fractura de la cerradura.
El grupo se desplazaba a lo largo de toda la geografía española para elegir a sus víctimas y a la hora de examinar los hábitos de las mismas, se alojaban en la localidad de destino durante unos días hasta cometer los robos.
Posteriormente regresaban a sus domicilios para preparar un nuevo golpe y viajar hasta otra provincia diferente.
De esta manera cometieron 26 robos en distintas y distantes localidades como Madrid, La Coruña, Santiago, Vigo, Orense, Avilés, León, Burgos, Aranda de Duero Córdoba, Granada, Zaragoza, Calatayud, Segorbe o Vall de Uxó.
Los investigadores no descartan su participación en otros hechos de la misma naturaleza. Madrid, España
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