La zona ha comenzado a ser vigilada a través de grandes torres dotadas de cámaras de video, radares, sensores y otros aditamentos tecnológicos que detectan a distancia y en forma automatizada, el cruce de indocumentados las 24 horas del día.
Estados Unidos ha desplegado en los últimos años un impresionante arsenal tecnológico a lo largo de la frontera con México, situación que resuelve "un elemento crítico" en la estrategia general de seguridad de ese país.
Las distintas tecnologías que están siendo usadas parecerían en conjunto haber salido de una película de ciencia ficción, pero son ya una realidad y están contribuyendo de acuerdo a las autoridades, a reducir en buena parte el cruce de indocumentados y de drogas.
El mayor despliegue de esta tecnología se da a lo largo de la frontera con Arizona, donde la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) ha comenzado a utilizar el sistema electrónico de vigilancia fronteriza conocido como "muro virtual".
El primer tramo de "muro virtual", denominado sistema Tucson 1, fue construido a lo largo de 37 kilómetros cerca de la comunidad fronteriza de Sasabe, Arizona.
En estos momentos el sistema se encuentra en fase de prueba y pronto, será operado en forma permanente. De igual forma se construye otro sistema similar conocido como Ajo 1, que abarcará 48 kilómetros, cerca de Ajo, Arizona.
Ambos sistemas una vez en operación permitirán a la Patrulla Fronteriza aprovechar la tecnología para detectar el cruce de indocumentados en forma rápida y efectiva.
Otro tipo de tecnología que está rápidamente "automatizando" la vigilancia fronteriza es la denominada Sistemas de Vigilancia Móvil (MMS).
Los MMS permiten a los agentes de la Patrulla Fronteriza la detección de día o de noche del paso de inmigrantes indocumentados y traficantes de drogas hasta en un radio de 10 kilómetros.
Esta nueva herramienta hace uso de radares, del sistema de posicionamiento global (GPS), de rayo láser y de cámaras de video de visión diurna y nocturna, para monitorear una amplia zona y detectar cualquier actividad sospechosa.
El sistema fue introducido apenas en enero pasado y desde entonces la CBP ha desplegado 41 de ellos a lo largo de la frontera suroeste.
Otro de los elementos tecnológicos que está siendo usado cada vez con más frecuencia son las aeronaves no tripuladas (UAV), que se utilizan en la detección por aire de traficantes de indocumentados y drogas.
Los aviones tipo Predator B, son similares a los utilizados en Irak y otras zonas de guerra. Cubren largas distancias a mucha altura y son difíciles de detectar. La CBP opera actualmente tres aeronaves de este tipo desde una base al sur de Arizona.
El uso de estos aviones ha generado la información necesaria para decomisar alrededor de 10 toneladas de marihuana y detener el cruce de más de cinco mil indocumentados.
Pero la tecnología de vigilancia fronteriza no se limita a monitorear desde el cielo o la superficie, sino que también se extiende a tratar de detectar los cruces subterráneos.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS), trabaja en el desarrollo de un radar para la detección de túneles, basado en ondas de sonido que penetran el subsuelo y captan imágenes.
Este avance tecnológico comenzó a probarse el verano pasado en áreas de la frontera suroeste de los Estados Unidos, con el propósito de distribuir y utilizar los radares a mediados de 2010.
En suma, los nuevos dispositivos concentran años de desarrollo tecnológico que comenzaron en la década de los setenta y se sobreponen al uso de métodos menos sofisticados, como las vallas y barreras.
La proliferación de nuevas tecnologías se da luego de que Estados Unidos invirtiera en los últimos tres años, más de tres mil 700 millones de dólares en la seguridad de su frontera con México.
El gasto en seguridad fronteriza se disparó tras la aprobación en 2006 de la Ley de Valla de Seguridad, que autorizo la construcción de mil 100 kilómetros de muros y barreras a lo largo de la frontera sur, para frenar el flujo de droga e indocumentados.
Este despliegue de recursos y tecnología ha provocado, de acuerdo con la secretaria de seguridad interna, Janet Napolitano, un "cambio fundamental" en la seguridad fronteriza.
Las cifras de detenciones de inmigrantes y decomisos de droga en la frontera parecen respaldarla. El número de indocumentados detenidos en el año fiscal 2009 fue de 556 mil 041, el más bajo de los últimos 34 años.
El bajo número de detenidos es relacionado con una disminución en la cantidad de personas que tratan de cruzar la frontera y se exhibe como una evidencia de que las autoridades federales han comenzado a retomar el control de la zona.
Dallas, EU
Estados Unidos ha desplegado en los últimos años un impresionante arsenal tecnológico a lo largo de la frontera con México, situación que resuelve "un elemento crítico" en la estrategia general de seguridad de ese país.
Las distintas tecnologías que están siendo usadas parecerían en conjunto haber salido de una película de ciencia ficción, pero son ya una realidad y están contribuyendo de acuerdo a las autoridades, a reducir en buena parte el cruce de indocumentados y de drogas.
El mayor despliegue de esta tecnología se da a lo largo de la frontera con Arizona, donde la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) ha comenzado a utilizar el sistema electrónico de vigilancia fronteriza conocido como "muro virtual".
El primer tramo de "muro virtual", denominado sistema Tucson 1, fue construido a lo largo de 37 kilómetros cerca de la comunidad fronteriza de Sasabe, Arizona.
En estos momentos el sistema se encuentra en fase de prueba y pronto, será operado en forma permanente. De igual forma se construye otro sistema similar conocido como Ajo 1, que abarcará 48 kilómetros, cerca de Ajo, Arizona.
Ambos sistemas una vez en operación permitirán a la Patrulla Fronteriza aprovechar la tecnología para detectar el cruce de indocumentados en forma rápida y efectiva.
Otro tipo de tecnología que está rápidamente "automatizando" la vigilancia fronteriza es la denominada Sistemas de Vigilancia Móvil (MMS).
Los MMS permiten a los agentes de la Patrulla Fronteriza la detección de día o de noche del paso de inmigrantes indocumentados y traficantes de drogas hasta en un radio de 10 kilómetros.
Esta nueva herramienta hace uso de radares, del sistema de posicionamiento global (GPS), de rayo láser y de cámaras de video de visión diurna y nocturna, para monitorear una amplia zona y detectar cualquier actividad sospechosa.
El sistema fue introducido apenas en enero pasado y desde entonces la CBP ha desplegado 41 de ellos a lo largo de la frontera suroeste.
Otro de los elementos tecnológicos que está siendo usado cada vez con más frecuencia son las aeronaves no tripuladas (UAV), que se utilizan en la detección por aire de traficantes de indocumentados y drogas.
Los aviones tipo Predator B, son similares a los utilizados en Irak y otras zonas de guerra. Cubren largas distancias a mucha altura y son difíciles de detectar. La CBP opera actualmente tres aeronaves de este tipo desde una base al sur de Arizona.
El uso de estos aviones ha generado la información necesaria para decomisar alrededor de 10 toneladas de marihuana y detener el cruce de más de cinco mil indocumentados.
Pero la tecnología de vigilancia fronteriza no se limita a monitorear desde el cielo o la superficie, sino que también se extiende a tratar de detectar los cruces subterráneos.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS), trabaja en el desarrollo de un radar para la detección de túneles, basado en ondas de sonido que penetran el subsuelo y captan imágenes.
Este avance tecnológico comenzó a probarse el verano pasado en áreas de la frontera suroeste de los Estados Unidos, con el propósito de distribuir y utilizar los radares a mediados de 2010.
En suma, los nuevos dispositivos concentran años de desarrollo tecnológico que comenzaron en la década de los setenta y se sobreponen al uso de métodos menos sofisticados, como las vallas y barreras.
La proliferación de nuevas tecnologías se da luego de que Estados Unidos invirtiera en los últimos tres años, más de tres mil 700 millones de dólares en la seguridad de su frontera con México.
El gasto en seguridad fronteriza se disparó tras la aprobación en 2006 de la Ley de Valla de Seguridad, que autorizo la construcción de mil 100 kilómetros de muros y barreras a lo largo de la frontera sur, para frenar el flujo de droga e indocumentados.
Este despliegue de recursos y tecnología ha provocado, de acuerdo con la secretaria de seguridad interna, Janet Napolitano, un "cambio fundamental" en la seguridad fronteriza.
Las cifras de detenciones de inmigrantes y decomisos de droga en la frontera parecen respaldarla. El número de indocumentados detenidos en el año fiscal 2009 fue de 556 mil 041, el más bajo de los últimos 34 años.
El bajo número de detenidos es relacionado con una disminución en la cantidad de personas que tratan de cruzar la frontera y se exhibe como una evidencia de que las autoridades federales han comenzado a retomar el control de la zona.
Dallas, EU
No hay comentarios:
Publicar un comentario