Según informaciones no confirmadas, los seguidores de Ahmadineyad pretendían organizar una sentada frente a las oficinas de Mussavi hasta que este fuera arrestado.
Cientos de miles de seguidores del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, salieron hoy a las calles para manifestarse contra la oposición en concentraciones organizadas por el gobierno.
Cuatro televisiones estatales retransmitireron en directo las manifestaciones en varias ciudades iraníes. En ellas los manifestantes gritaban consignas en contra de la oposición y a favor del presidente.
El principal grito que se escuchaba era "Muerte a Mussavi", en referencia al principal líder opositor Mir Hussein Mussavi, cuyo sobrino murió en los enfrentamientos entre policías y manifestantes opositores del pasado domingo que se saldaron con ocho muertes.
Sin embargo el subjefe de policía iraní aseguró que las fuerzas de seguridad no prevén arestar a líderes opositores ya que no quieren que se conviertan en mártires.
Varios políticos ultraconservadores, entre ellos el presidente Ahmadineyad, habían reclamado el arresto de los líderes opositores, sobre todo tras las manifestaciones del fin de semana.
La multitud también se mostró hoy contraria al clérigo Mehdi Karrubi, líder del partido opositor Etemad Melli.
Los manifestantes también pidieron a las autoridades judiciales que les permitieran vengarse de los opositores por haber estropeado el día de la Ashura, la principal fiesta de los musulmanes chiitas.
El ayatolá Mehdi Aalamolhoda, principal oficiante de la oración de los viernes en la ciudad de mashad y seguidor de Ahmadineyad, tildó hoy de blasfemos y enemigos de Alá a los opositores del régimen iraní.
"La justicia iraní debería poner una fecha límite para que los líderes de la oposición se arrepintieran de sus acciones. Si no lo hacen, deberían ser declarados enemigos de Alá y enfrentarse a las consecuencias", dijo el ayatolá, quien con estas palabras se refería a la pena de muerte que se impone a los acusados por dichas ofensas.
La muchedumbre apoyó las demandas de Aalamolhoda al grito de "Mussavi y Karroubi deben ser ejecutados".
El jefe de policía informó hoy que las autoridades adoptarán una postura más dura respecto a los manifestantes tras los disturbios del fin de semana. Informó además que durante los enfrentamientos del domingo 120 policías resultaron heridos, de los cuales 60 aún siguen hospitalizados.
"En ningún lugar del mundo la policía es atacada por los manifestantes. Desde ahora, la policía y el poder judicial se enfrentará a ellos de forma más contundente", dijo el general Ismail Ahmadi Moqaddam. Aseguró además que el domingo fueron arrestados 500 manifestantes aunque las páginas webs opositoras elevan esta cifra hasta 800 personas.
En los enfrentamientos del domingo perdieron la vida al menos ocho personas aunque la policía ha negado hasta ahora su responsabilidad en las muertes.
Entretanto, la ONU acusó hoy Irán de abusar de la fuerza para reprimir a los manifestantes y aseguró que dicho abuso pudo causar la muerte de al menos siete opositores.
La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, aseguró desde su oficina en Ginebra que la información obtenida "sugiere actos de violencia excesiva por parte de las fuerzas de seguridad y de los milicianos basiyíes" y llamó al gobierno de Teherán a controlar a sus fuerzas de seguridad.
"El gobierno tiene la responsabilidad de asegurar que los miembros de la milicia y de las fuerzas de seguridad regulares no incurren en actos de violencia ilegal", dijo Pillay.
Teherán, Irán
Cientos de miles de seguidores del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, salieron hoy a las calles para manifestarse contra la oposición en concentraciones organizadas por el gobierno.
Cuatro televisiones estatales retransmitireron en directo las manifestaciones en varias ciudades iraníes. En ellas los manifestantes gritaban consignas en contra de la oposición y a favor del presidente.
El principal grito que se escuchaba era "Muerte a Mussavi", en referencia al principal líder opositor Mir Hussein Mussavi, cuyo sobrino murió en los enfrentamientos entre policías y manifestantes opositores del pasado domingo que se saldaron con ocho muertes.
Sin embargo el subjefe de policía iraní aseguró que las fuerzas de seguridad no prevén arestar a líderes opositores ya que no quieren que se conviertan en mártires.
Varios políticos ultraconservadores, entre ellos el presidente Ahmadineyad, habían reclamado el arresto de los líderes opositores, sobre todo tras las manifestaciones del fin de semana.
La multitud también se mostró hoy contraria al clérigo Mehdi Karrubi, líder del partido opositor Etemad Melli.
Los manifestantes también pidieron a las autoridades judiciales que les permitieran vengarse de los opositores por haber estropeado el día de la Ashura, la principal fiesta de los musulmanes chiitas.
El ayatolá Mehdi Aalamolhoda, principal oficiante de la oración de los viernes en la ciudad de mashad y seguidor de Ahmadineyad, tildó hoy de blasfemos y enemigos de Alá a los opositores del régimen iraní.
"La justicia iraní debería poner una fecha límite para que los líderes de la oposición se arrepintieran de sus acciones. Si no lo hacen, deberían ser declarados enemigos de Alá y enfrentarse a las consecuencias", dijo el ayatolá, quien con estas palabras se refería a la pena de muerte que se impone a los acusados por dichas ofensas.
La muchedumbre apoyó las demandas de Aalamolhoda al grito de "Mussavi y Karroubi deben ser ejecutados".
El jefe de policía informó hoy que las autoridades adoptarán una postura más dura respecto a los manifestantes tras los disturbios del fin de semana. Informó además que durante los enfrentamientos del domingo 120 policías resultaron heridos, de los cuales 60 aún siguen hospitalizados.
"En ningún lugar del mundo la policía es atacada por los manifestantes. Desde ahora, la policía y el poder judicial se enfrentará a ellos de forma más contundente", dijo el general Ismail Ahmadi Moqaddam. Aseguró además que el domingo fueron arrestados 500 manifestantes aunque las páginas webs opositoras elevan esta cifra hasta 800 personas.
En los enfrentamientos del domingo perdieron la vida al menos ocho personas aunque la policía ha negado hasta ahora su responsabilidad en las muertes.
Entretanto, la ONU acusó hoy Irán de abusar de la fuerza para reprimir a los manifestantes y aseguró que dicho abuso pudo causar la muerte de al menos siete opositores.
La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, aseguró desde su oficina en Ginebra que la información obtenida "sugiere actos de violencia excesiva por parte de las fuerzas de seguridad y de los milicianos basiyíes" y llamó al gobierno de Teherán a controlar a sus fuerzas de seguridad.
"El gobierno tiene la responsabilidad de asegurar que los miembros de la milicia y de las fuerzas de seguridad regulares no incurren en actos de violencia ilegal", dijo Pillay.
Teherán, Irán
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