jueves, 12 de noviembre de 2009

Lula asevera que escándalo de corrupción fue "intento de golpe"


Las denuncias causaron renuncias en serie en el ejecutiva del PT, y llevaron a la destitución del entonces jefe del Gabinete Civil de Lula, José Dirceu -hasta ese entonces apuntado como la "eminencia gris" del gobierno-, además de llevar a 44 personas entre políticos y empresarios a enfrentar un juicio penal ante la Corte Suprema.


El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, atribuyó a un "intento de golpe" el escándalo desatado en su gobierno en 2005 a raíz de denuncias sobre supuesto pago de sobornos a legisladores aliados por parte del oficialista Partido de los Trabajadores (PT).
"Fue un intento de golpe... Fue la más grande trampa ya armada contra el gobierno", expresó Lula, al ser indagado sobre el caso en una entrevista al canal Rede TV! que será difundida el domingo en Brasil.
El escándalo fue desatado por la denuncia de un diputado aliado, el conservador Roberto Jefferson, del Partido Laborista Brasileño (PTB), quien aseguró que su agrupación recibió pagos mensuales del PT a través de una red ilegal operada por el empresario Marcos Valerio, a cambio de apoyar el gobierno en votaciones del Congreso.
Las denuncias causaron renuncias en serie en el ejecutiva del PT, y llevaron a la destitución del entonces jefe del Gabinete Civil de Lula, José Dirceu -hasta ese entonces apuntado como la "eminencia gris" del gobierno-, además de llevar a 44 personas entre políticos y empresarios a enfrentar un juicio penal ante la Corte Suprema.
En la entrevista, Lula volvió a negar el pago de sobornos, y reveló que, en la época, fue informado por una fuente de que la oposición deseaba abrir un juicio político en su contra.
El mandatario se manifestó convencido de que Dirceu y otros dirigentes de su partido fueron víctimas de una trampa: "Marcos Valerio no viene del PT, sino de otras campañas", expresó, al aludir al hecho de que el empresario actuó en forma similar durante la campaña del senador opositor Eduardo Azeredo a gobernador del estado de Minas Gerais, en 1998.
"Cuando salga de la Presidencia me enteraré mejor (sobre el escándalo), pero como presidente no puedo hacerlo", agregó.
Por otra parte, Lula admitió que es mala su relación política con su antecesor, el socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso, y aseguró que el ex presidente le tiene "envidia", y que no acepta que un "obrero" haya realizado un gobierno mejor que el suyo. Río de Janeiro, Brasil

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