Un coche-bomba destruyó el viernes la sede de la principal agencia de inteligencia en el noroeste de Pakistán, dejó al menos diez muertos, la explosión, se escuchó en toda la ciudad y destruyó gran parte del edificio de tres pisos.
Un atentado suicida con un coche-bomba destruyó el viernes la sede de la principal agencia de inteligencia en el noroeste de Pakistán y dejó al menos diez muertos, en un golpe a la institución que supervisa gran parte de la campaña nacional contra el terrorismo. Otro ataque suicida en el área dejó otros seis muertos.
El ataque en Peshawar fue uno de varios lanzados contra las fuerzas locales de seguridad, objetivos occidentales y civiles desde que el gobierno inició a mediados de octubre la ofensiva contra los insurgentes en la región de Waziristán del Sur fronteriza con Afganistán, donde se cree que se esconden los líderes de la red terrorista al Qaida y del grupo extremista Talibán.
La explosión, se escuchó en toda la ciudad y destruyó gran parte del edificio de tres pisos de la agencia de Inteligencia Interarmas, al igual que muchos vehículos estacionados afuera. Una ola de ataques dinamiteros la semana pasada en la ciudad y sus alrededores ha dejado más de 50 muertos.
"Esta es una guerra de guerrillas", dijo Mian Iftikhar Hussain, ministro de información de la Provincia Fronteriza del Noroeste, de la que Peshawar es la capital. "Proseguiremos nuestra acción contra estos milicianos terroristas. Es el único modo en que podremos sobrevivir".
Los efectivos de seguridad que custodiaban el edificio dispararon contra una furgoneta cargada de explosivos, pero el atacante logró detonar su carga, dijo un funcionario de inteligencia que habló bajo la condición del anonimato por no estar autorizado a hablar con la prensa.
La explosión, que se oyó en toda la ciudad, destruyó gran parte del edificio de tres pisos y mató a diez personas, incluso siete que trabajaban para la agencia, dijo el ejército en una declaración. También hubo 55 heridos, dijeron las autoridades.
Aproximadamente una hora después, un segundo suicida atacó un puesto policial más al sur, cerca de la frontera afgana, y dejó seis muertos, dijo el policía Tahir Shah. Cinco de los muertos eran policías que trabajaban en el pueblo de Bakkajel en el distrito de Bannu; el otro era civil. Agregó que hubo 27 heridos.
Un periodista de AP que llegó al lugar de la primera explosión pocos minutos después vio que varios muertos y heridos graves eran retirados.El gobierno ha dicho que los numerosos ataques de insurgentes no frenarán su ofensiva en Waziristán del Sur, donde los funcionarios dicen que tiene su base la red de milicianos más peligrosa del país. El ejército dice que está logrando avances en esa campaña.
La agencia de inteligencia ha estado involucrada desde el 2001 en muchas operaciones encubiertas contra blancos de al Qaida en el noroeste, adonde llegaron muchos líderes insurgentes cuando Estados Unidos invadió Afganistán. La región es considerada un posible escondite de Osama bin Laden.
La sede de la agencia en Peshawar está sobre el camino principal que conduce a Afganistán. La agencia usó dinero de la CIA para entrenar a grupos de combatientes musulmanes que lucharon contra la Unión Soviética en Afganistán en la década de 1980. A pesar que desde entonces ha ayudado en la lucha contra al Qaida, algunos funcionarios estadounidenses creen que es un aliado poco confiable y que sigue teniendo vínculos con la insurgencia.
Los rebeldes están en guerra con el gobierno paquistaní porque lo consideran antiislámico y están en contra de su alianza contra Estados Unidos.
La insurgencia se intensificó en el 2007 y los ataques han aumentado desde la preparación de la ofensiva militar. Pakistán
El ataque en Peshawar fue uno de varios lanzados contra las fuerzas locales de seguridad, objetivos occidentales y civiles desde que el gobierno inició a mediados de octubre la ofensiva contra los insurgentes en la región de Waziristán del Sur fronteriza con Afganistán, donde se cree que se esconden los líderes de la red terrorista al Qaida y del grupo extremista Talibán.
La explosión, se escuchó en toda la ciudad y destruyó gran parte del edificio de tres pisos de la agencia de Inteligencia Interarmas, al igual que muchos vehículos estacionados afuera. Una ola de ataques dinamiteros la semana pasada en la ciudad y sus alrededores ha dejado más de 50 muertos.
"Esta es una guerra de guerrillas", dijo Mian Iftikhar Hussain, ministro de información de la Provincia Fronteriza del Noroeste, de la que Peshawar es la capital. "Proseguiremos nuestra acción contra estos milicianos terroristas. Es el único modo en que podremos sobrevivir".
Los efectivos de seguridad que custodiaban el edificio dispararon contra una furgoneta cargada de explosivos, pero el atacante logró detonar su carga, dijo un funcionario de inteligencia que habló bajo la condición del anonimato por no estar autorizado a hablar con la prensa.
La explosión, que se oyó en toda la ciudad, destruyó gran parte del edificio de tres pisos y mató a diez personas, incluso siete que trabajaban para la agencia, dijo el ejército en una declaración. También hubo 55 heridos, dijeron las autoridades.
Aproximadamente una hora después, un segundo suicida atacó un puesto policial más al sur, cerca de la frontera afgana, y dejó seis muertos, dijo el policía Tahir Shah. Cinco de los muertos eran policías que trabajaban en el pueblo de Bakkajel en el distrito de Bannu; el otro era civil. Agregó que hubo 27 heridos.
Un periodista de AP que llegó al lugar de la primera explosión pocos minutos después vio que varios muertos y heridos graves eran retirados.El gobierno ha dicho que los numerosos ataques de insurgentes no frenarán su ofensiva en Waziristán del Sur, donde los funcionarios dicen que tiene su base la red de milicianos más peligrosa del país. El ejército dice que está logrando avances en esa campaña.
La agencia de inteligencia ha estado involucrada desde el 2001 en muchas operaciones encubiertas contra blancos de al Qaida en el noroeste, adonde llegaron muchos líderes insurgentes cuando Estados Unidos invadió Afganistán. La región es considerada un posible escondite de Osama bin Laden.
La sede de la agencia en Peshawar está sobre el camino principal que conduce a Afganistán. La agencia usó dinero de la CIA para entrenar a grupos de combatientes musulmanes que lucharon contra la Unión Soviética en Afganistán en la década de 1980. A pesar que desde entonces ha ayudado en la lucha contra al Qaida, algunos funcionarios estadounidenses creen que es un aliado poco confiable y que sigue teniendo vínculos con la insurgencia.
Los rebeldes están en guerra con el gobierno paquistaní porque lo consideran antiislámico y están en contra de su alianza contra Estados Unidos.
La insurgencia se intensificó en el 2007 y los ataques han aumentado desde la preparación de la ofensiva militar. Pakistán
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