El presidente de EU, Barack Obama, pronunciará hoy un discurso sobre seguridad nacional que coincidirá con otro del ex vicepresidente Dick Cheney y en el que se espera detalle sus planes para el cierre de la prisión de Guantánamo
El presidente de EU, Barack Obama, pronunciará hoy un discurso sobre seguridad nacional que coincidirá con otro del ex vicepresidente Dick Cheney y en el que se espera detalle sus planes para el cierre de la prisión de Guantánamo.
El futuro del penal en Cuba, en el que permanecen detenidos unos 240 prisioneros, ha adquirido mayor relevancia después de que el Senado negara ayer fondos para el cierre de las instalaciones.
El presidente prometió en su segundo día en el Gobierno clausurar el penal, denostado en el mundo musulmán como un símbolo del mal trato por parte de Estados Unidos a los prisioneros capturados, en su mayoría, en Irak y Afganistán.
Pero el Senado complicó ayer los planes para alcanzar ese objetivo antes de finales de enero del 2010 al negar a Obama los 80 millones de dólares que había pedido para el cierre de las instalaciones militares en la isla caribeña.
Tanto republicanos como demócratas se oponen a encarcelar o liberar en Estados Unidos a cualquiera de los alrededor de 240 detenidos en Guantánamo.
Se espera, por lo demás, que el inquilino de la Casa Blanca exponga en el discurso su visión para reforzar la seguridad del país y las medidas que planea adoptar su Gobierno para alcanzar esos objetivos, un tema controvertido que genera posturas encontradas.
El ex vicepresidente Cheney promete calentar hoy el ya tórrido debate, con un discurso paralelo al de Obama.
El ex número dos de la Casa Blanca, uno de los vicepresidentes más poderosos en la historia estadounidense, se ha convertido en el principal defensor de las duras tácticas de interrogación a los sospechosos de terrorismo durante la presidencia de George W. Bush (2001-2009).
Cheney ha insistido en que al revertir algunas de las políticas de Bush en su guerra contra el terrorismo, Obama pone la seguridad del país en riesgo. Washington, EU. EFE (El Universal)
El futuro del penal en Cuba, en el que permanecen detenidos unos 240 prisioneros, ha adquirido mayor relevancia después de que el Senado negara ayer fondos para el cierre de las instalaciones.
El presidente prometió en su segundo día en el Gobierno clausurar el penal, denostado en el mundo musulmán como un símbolo del mal trato por parte de Estados Unidos a los prisioneros capturados, en su mayoría, en Irak y Afganistán.
Pero el Senado complicó ayer los planes para alcanzar ese objetivo antes de finales de enero del 2010 al negar a Obama los 80 millones de dólares que había pedido para el cierre de las instalaciones militares en la isla caribeña.
Tanto republicanos como demócratas se oponen a encarcelar o liberar en Estados Unidos a cualquiera de los alrededor de 240 detenidos en Guantánamo.
Se espera, por lo demás, que el inquilino de la Casa Blanca exponga en el discurso su visión para reforzar la seguridad del país y las medidas que planea adoptar su Gobierno para alcanzar esos objetivos, un tema controvertido que genera posturas encontradas.
El ex vicepresidente Cheney promete calentar hoy el ya tórrido debate, con un discurso paralelo al de Obama.
El ex número dos de la Casa Blanca, uno de los vicepresidentes más poderosos en la historia estadounidense, se ha convertido en el principal defensor de las duras tácticas de interrogación a los sospechosos de terrorismo durante la presidencia de George W. Bush (2001-2009).
Cheney ha insistido en que al revertir algunas de las políticas de Bush en su guerra contra el terrorismo, Obama pone la seguridad del país en riesgo. Washington, EU. EFE (El Universal)
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