La corrupción crónica, la frágil democracia, una economía ineficaz y un pensamiento semisoviético son algunos de los problemas más serios que enfrenta Rusia, señaló el mandatario en su página web
El presidente ruso, Dmitri Medvedev, volvió a criticar hoy con dureza la situación de la democracia y la economía en su propio país.
La corrupción crónica, la frágil democracia, una economía ineficaz y un pensamiento semisoviético son algunos de los problemas más serios que enfrenta Rusia, señaló el mandatario en su página web.
El jefe del Kremlin ya había lanzado el año pasado críticas inusualmente duras contra la falta de ley y otros inconvenientes de su país.
Entre las nuevas observaciones de Medvedev se encuentra que muchos rusos actúan como en tiempos de la Unión Soviética al responsabilizar al Estado de sus problemas. Deberían asumir un mayor control de su destino, reclamó.
Realizarse no pertenece a la tradición rusa, añadió Medvedev. Lo que explica la pasividad, la falta de ideas y el bajo nivel de los debates públicos.
El próximo discurso de Medvedev a la nación estará centrado en la modernización tecnológica del país, según medios en Moscú.
Defensores de los derechos humanos y opositores al Kremlin admitieron que Medvedev tiene la intención de avanzar en la democratización del país, por ejemplo a través de reformas en la Justicia.
Sin embargo, según los comentaristas rusos, el mandatario carece hasta el momento de una base de poder suficiente como para implementar reformas sustanciales en el sistema.
También el primer ministro Vladimir Putin admitió a principios de septiembre serios déficits en la democracia rusa. Moscú, Rusia
La corrupción crónica, la frágil democracia, una economía ineficaz y un pensamiento semisoviético son algunos de los problemas más serios que enfrenta Rusia, señaló el mandatario en su página web.
El jefe del Kremlin ya había lanzado el año pasado críticas inusualmente duras contra la falta de ley y otros inconvenientes de su país.
Entre las nuevas observaciones de Medvedev se encuentra que muchos rusos actúan como en tiempos de la Unión Soviética al responsabilizar al Estado de sus problemas. Deberían asumir un mayor control de su destino, reclamó.
Realizarse no pertenece a la tradición rusa, añadió Medvedev. Lo que explica la pasividad, la falta de ideas y el bajo nivel de los debates públicos.
El próximo discurso de Medvedev a la nación estará centrado en la modernización tecnológica del país, según medios en Moscú.
Defensores de los derechos humanos y opositores al Kremlin admitieron que Medvedev tiene la intención de avanzar en la democratización del país, por ejemplo a través de reformas en la Justicia.
Sin embargo, según los comentaristas rusos, el mandatario carece hasta el momento de una base de poder suficiente como para implementar reformas sustanciales en el sistema.
También el primer ministro Vladimir Putin admitió a principios de septiembre serios déficits en la democracia rusa. Moscú, Rusia
No hay comentarios:
Publicar un comentario