Da cinco entrevistas y defiende plan de salud. Aclara que no subirá impuestos
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reiteró ayer lo que dijo durante su última visita a México: que no se está “echando para atrás” en su promesa de aprobar una reforma migratoria en 2010 y que, a pesar de que la lucha a favor de una reforma sanitaria y otra migratoria se ha convertido en una misión cuesta arriba, aún “se pueden lograr”.
En medio de una intensa ofensiva mediática, el presidente Obama apareció ayer en cinco cadenas de televisión, para reiterar su certeza sobre el éxito de una reforma sanitaria de la que depende no sólo gran parte de su proyecto político, sino que marcará la suerte de otras iniciativas, como la migratoria.
“Yo ya había dicho que esta iba a ser una lucha bastante difícil. Por ello queremos cerciorarnos de que estamos trabajando lo más arduamente posible y no me estoy echando para atrás, en lo absoluto, en lograr eso”, dijo Obama al programa “Al punto”, de Univisión, en referencia a la iniciativa de reforma migratoria que aún tendrá que sortear un difícil recorrido antes de ser sometida al pleno del Congreso en 2010. El espinoso tema de la migración, que amenaza con convertirse en una nueva batalla política, ha obligado al presidente Obama a ofrecer garantías al Partido Republicano de que la reforma sanitaria que apoya su gobierno contará con un sistema de verificación para que aquellos que se encuentren ilegalmente en el país, no se beneficiarán de ella, y que sólo los residentes legales tengan acceso a un programa de “intercambio”, en el que mediante subsidios puedan comprar un seguro.
Obama dejó, sin embargo, entreabierta la puerta para que los trabajadores que no cuenten con residencia legal puedan adquirir seguros particulares de su propio bolsillo: “Eso es entre ellos y la compañía aseguradora privada, (pero) no lo podrán hacer a través de un intercambio” que haya sido financiado con fondos federales, aclaró.
En el programa de CBS “Face the nation”, Obama mantuvo su promesa de no elevar impuestos para personas que ganen menos de 250 mil dólares al año. Dijo que gran parte de la reforma se puede financiar erradicando la basura y los abusos en el actual sistema de salud.
“Aún puedo mantener la promesa porque, como he dicho, cerca de dos tercios de lo que estamos proponiendo saldría del dinero que está actualmente en el sistema de salud pero que está siendo malgastado. Y como ya he dicho, no es que esté haciendo afirmaciones sin asidero”, acotó el mandatario.
En las entrevistas difundidas ayer, el mandatario aprovechó para salir al paso de otros asuntos de la agenda nacional que han incidido en una gradual pérdida de su popularidad en las encuestas, que hoy le mantienen en un discreto 50% de aceptación. Así, por ejemplo, al referirse a la situación de la economía, consideró que, aunque ésta “ha comenzado a crecer nuevamente”, aún hay “mucho por hacer” para crear las fuentes de trabajo que han sido destruidas desde 2007.
Omnipresencia en los medios
En este marco, el diario The New York Times cuestionó “¿Qué tanto Obama es mucho Obama?”, al comentar con ironía la “omnipresencia” del presidente. Otros medios impresos hablaron de un “histórico rayo mediático”.
Desde su llegada al poder hace exactamente ocho meses, los grandes canales de televisión de EU emiten casi diariamente discursos de Obama. Los expertos calcularon que desde entonces dio 124 entrevistas, casi tres veces más que su antecesor, George W. Bush, en sus primeros meses en la Casa Blanca.
El portavoz de Obama, Robert Gibbs, rechazó sin embargo el temor a que el presidente pueda desgastar su imagen con tanta presencia mediática. El objetivo es llegar a la mayor cantidad de gente posible, dijo.
Asimismo, el vocero recordó a los periodistas sus propias palabras: hasta hace poco algunos medios aún comentaban que Obama no se comprometía lo suficiente en su lucha por la reforma sanitaria. Washington, EU
En medio de una intensa ofensiva mediática, el presidente Obama apareció ayer en cinco cadenas de televisión, para reiterar su certeza sobre el éxito de una reforma sanitaria de la que depende no sólo gran parte de su proyecto político, sino que marcará la suerte de otras iniciativas, como la migratoria.
“Yo ya había dicho que esta iba a ser una lucha bastante difícil. Por ello queremos cerciorarnos de que estamos trabajando lo más arduamente posible y no me estoy echando para atrás, en lo absoluto, en lograr eso”, dijo Obama al programa “Al punto”, de Univisión, en referencia a la iniciativa de reforma migratoria que aún tendrá que sortear un difícil recorrido antes de ser sometida al pleno del Congreso en 2010. El espinoso tema de la migración, que amenaza con convertirse en una nueva batalla política, ha obligado al presidente Obama a ofrecer garantías al Partido Republicano de que la reforma sanitaria que apoya su gobierno contará con un sistema de verificación para que aquellos que se encuentren ilegalmente en el país, no se beneficiarán de ella, y que sólo los residentes legales tengan acceso a un programa de “intercambio”, en el que mediante subsidios puedan comprar un seguro.
Obama dejó, sin embargo, entreabierta la puerta para que los trabajadores que no cuenten con residencia legal puedan adquirir seguros particulares de su propio bolsillo: “Eso es entre ellos y la compañía aseguradora privada, (pero) no lo podrán hacer a través de un intercambio” que haya sido financiado con fondos federales, aclaró.
En el programa de CBS “Face the nation”, Obama mantuvo su promesa de no elevar impuestos para personas que ganen menos de 250 mil dólares al año. Dijo que gran parte de la reforma se puede financiar erradicando la basura y los abusos en el actual sistema de salud.
“Aún puedo mantener la promesa porque, como he dicho, cerca de dos tercios de lo que estamos proponiendo saldría del dinero que está actualmente en el sistema de salud pero que está siendo malgastado. Y como ya he dicho, no es que esté haciendo afirmaciones sin asidero”, acotó el mandatario.
En las entrevistas difundidas ayer, el mandatario aprovechó para salir al paso de otros asuntos de la agenda nacional que han incidido en una gradual pérdida de su popularidad en las encuestas, que hoy le mantienen en un discreto 50% de aceptación. Así, por ejemplo, al referirse a la situación de la economía, consideró que, aunque ésta “ha comenzado a crecer nuevamente”, aún hay “mucho por hacer” para crear las fuentes de trabajo que han sido destruidas desde 2007.
Omnipresencia en los medios
En este marco, el diario The New York Times cuestionó “¿Qué tanto Obama es mucho Obama?”, al comentar con ironía la “omnipresencia” del presidente. Otros medios impresos hablaron de un “histórico rayo mediático”.
Desde su llegada al poder hace exactamente ocho meses, los grandes canales de televisión de EU emiten casi diariamente discursos de Obama. Los expertos calcularon que desde entonces dio 124 entrevistas, casi tres veces más que su antecesor, George W. Bush, en sus primeros meses en la Casa Blanca.
El portavoz de Obama, Robert Gibbs, rechazó sin embargo el temor a que el presidente pueda desgastar su imagen con tanta presencia mediática. El objetivo es llegar a la mayor cantidad de gente posible, dijo.
Asimismo, el vocero recordó a los periodistas sus propias palabras: hasta hace poco algunos medios aún comentaban que Obama no se comprometía lo suficiente en su lucha por la reforma sanitaria. Washington, EU
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