El gobierno de Lula insta a respetar la Convención de Viena sobre la inviolabilidad de las embajadas diplomáticas
El canciller brasileño Celso Amorim dijo el viernes ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que la embajada de su país en Honduras ''está bajo asedio'' y pidió a las autoridades hondureñas que respeten la Convención de Viena sobre la inviolabilidad de las sedes diplomáticas.
La sede, donde se encuentra refugiado el presidente derrocado Manuel Zelaya, ''ha sido sometida a hostigamientos e intimidación por parte de las autoridades del gobierno de facto'', expresó Amorim en un informe al Consejo de Seguridad, reunido para analizar el tema de Honduras. ''La electricidad, el acceso al agua y la conexión telefónica fueron cortados. Las comunicaciones por (teléfono) celular fueron bloqueadas''.
''Brasil categóricamente rechaza todas las amenazas contra nuestra embajada y la seguridad del presidente Zelaya y todos aquellos bajo su protección'', expresó el canciller. ''Cualquier acción contra la embajada de Brasil, su personal o la gente que los proteja ha de considerarse una seria violación'' a las normas que resguardan la inviolabilidad de las misiones diplomáticas.
La ONU ha expresado su preocupación por la situación en Honduras y pedido una solución negociada. Apoya las gestiones de la Organización de los Estados Americanos, que buscan el retorno de Zelaya al poder y la convocatoria de elecciones.
El jueves la ONU suspendió su asistencia al tribunal electoral hondureño que prepara elecciones bajo el gobierno de facto de Roberto Micheletti por considerar que no están dadas las condiciones para realizar comicios limpios.
La situación se complicó el viernes cuando el gobierno de Micheletti se negó a recibir una misión de cancilleres de la OEA para negociar una salida a la crisis.
La sesión del Consejo de Seguridad continuaba a puertas cerradas.
El periodismo tuvo acceso solo a la intervención del canciller Amorim. Naciones Unidas
La sede, donde se encuentra refugiado el presidente derrocado Manuel Zelaya, ''ha sido sometida a hostigamientos e intimidación por parte de las autoridades del gobierno de facto'', expresó Amorim en un informe al Consejo de Seguridad, reunido para analizar el tema de Honduras. ''La electricidad, el acceso al agua y la conexión telefónica fueron cortados. Las comunicaciones por (teléfono) celular fueron bloqueadas''.
''Brasil categóricamente rechaza todas las amenazas contra nuestra embajada y la seguridad del presidente Zelaya y todos aquellos bajo su protección'', expresó el canciller. ''Cualquier acción contra la embajada de Brasil, su personal o la gente que los proteja ha de considerarse una seria violación'' a las normas que resguardan la inviolabilidad de las misiones diplomáticas.
La ONU ha expresado su preocupación por la situación en Honduras y pedido una solución negociada. Apoya las gestiones de la Organización de los Estados Americanos, que buscan el retorno de Zelaya al poder y la convocatoria de elecciones.
El jueves la ONU suspendió su asistencia al tribunal electoral hondureño que prepara elecciones bajo el gobierno de facto de Roberto Micheletti por considerar que no están dadas las condiciones para realizar comicios limpios.
La situación se complicó el viernes cuando el gobierno de Micheletti se negó a recibir una misión de cancilleres de la OEA para negociar una salida a la crisis.
La sesión del Consejo de Seguridad continuaba a puertas cerradas.
El periodismo tuvo acceso solo a la intervención del canciller Amorim. Naciones Unidas
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