Luego de que el gobierno de facto de Honduras diera un plazo de 10 días para definir el estado del depuesto presidente Manuel Zelaya, el gobierno brasileño destacó que la solución a este conflicto es estrictamente diplomática.
El gobierno brasileño descartó hoy la posibilidad de enviar tropas a Honduras para proteger su embajada en Tegucigalpa y aseveró que la solución al diferendo desatado entre ambos países es "exclusivamente diplomático".
"No podemos entrar con fuerza en un país extranjero. Para entrar con fuerza en un país, sólo si declaramos la guerra", dijo este lunes el ministro de Defensa, Nelson Jobim, y enfatizó que "no hay ninguna posibilidad de pensar en movimientos armados".
El gobierno de facto de Honduras dio un plazo de 10 días a su similar de Brasil para que defina el estatus que posee el depuesto presidente Manuel Zelaya en la embajada brasileña, a la cual ingresó el pasado lunes, luego de regresar en forma clandestina al país.
El régimen instalado el 28 de junio pasado, tras el golpe de Estado contra Zelaya, advirtió al gobierno de Brasilia que una vez vencido el plazo de 10 días, la sede diplomática brasileña perderá su inmunidad.
En declaraciones a periodistas en el marco de la inauguración de la Conferencia Internacional Nuclear, este lunes en Río de Janeiro, Jobim recordó que sólo las embajadas en Abidjan, Costa de Marfil, y Kinshasa, en el Congo, cuentan con protección de tropas brasileñas.
Indicó que la presencia de tropas especiales brasileñas en esos países se da con la autorización de los gobiernos locales, "teniendo en cuenta la inestabilidad del propio país".
El ministro de Defensa confió en que el gobierno hondureño será transparente en determinar la salida de los brasileños del país. "Los brasileños vamos a salir de allá, la cuestión es como eso se va a desarrollar", dijo. Sao Paulo, Brasil
"No podemos entrar con fuerza en un país extranjero. Para entrar con fuerza en un país, sólo si declaramos la guerra", dijo este lunes el ministro de Defensa, Nelson Jobim, y enfatizó que "no hay ninguna posibilidad de pensar en movimientos armados".
El gobierno de facto de Honduras dio un plazo de 10 días a su similar de Brasil para que defina el estatus que posee el depuesto presidente Manuel Zelaya en la embajada brasileña, a la cual ingresó el pasado lunes, luego de regresar en forma clandestina al país.
El régimen instalado el 28 de junio pasado, tras el golpe de Estado contra Zelaya, advirtió al gobierno de Brasilia que una vez vencido el plazo de 10 días, la sede diplomática brasileña perderá su inmunidad.
En declaraciones a periodistas en el marco de la inauguración de la Conferencia Internacional Nuclear, este lunes en Río de Janeiro, Jobim recordó que sólo las embajadas en Abidjan, Costa de Marfil, y Kinshasa, en el Congo, cuentan con protección de tropas brasileñas.
Indicó que la presencia de tropas especiales brasileñas en esos países se da con la autorización de los gobiernos locales, "teniendo en cuenta la inestabilidad del propio país".
El ministro de Defensa confió en que el gobierno hondureño será transparente en determinar la salida de los brasileños del país. "Los brasileños vamos a salir de allá, la cuestión es como eso se va a desarrollar", dijo. Sao Paulo, Brasil
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