Los acusados fueron juzgados mediante la ley islámica por su supuesta colaboración con el gobierno estadounidense y con la Unión Africana que tratan de solucionar la crisis en el país
Milicianos de Al Shabab, grupo integrista islámico que busca derrocar al gobierno de Somalia, fusiló hoy a dos hombres a los que acusó de espiar para la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) y la Misión de la Unión Africana en el país (AMISOM) .
El portavoz de Al Shabab, Sheikh Ali Mohamoud, fue el encargado de anunciar la sentencia a muerte pronunciada por un tribunal de la "Sharía" (Ley Islámica) antes de que los condenados fueran fusilados.
"Estamos aquí para ejecutar a dos espías: Hassan Moalim Abdulahi, alias 'Hassan Jareer', quien ha sido hallado culpable de espiar para la CIA; y Mohamed Ali Salad, convicto por ser espía de las fuerzas de la Unión Africana", dijo Mohamoud.
Ninguno de los condenados tuvo la oportunidad de responder a las acusaciones, ya que fueron ejecutados por un pelotón de ocho hombres armados con fusiles AK-47, tan pronto como Mohamoud anunció la decisión del tribunal, dijo por teléfono un testigo presencial del fusilamiento, Hadith Omar Osman.
Según Osman, los dos supuestos espías, con los ojos vendados y grilletes en los tobillos, afirmaron a gritos ser inocentes antes de que el pelotón abriera fuego.
"Fuimos forzados a admitir delitos que no cometimos... Somos inocentes, no somos criminales", gritaron ambos hombres.
Al Shabab ejecutó también la sentencia de flagelación pública dictada contra un tercer hombre al que el tribunal islámico halló culpable de falsificar dinero.
Según el portavoz del grupo, el hombre, que recibió 39 latigazos, será deportado de Mogadiscio por un año, aunque no mencionó el lugar al que será trasladado.
Otras fuentes de Al Shabab que prefirieron guardar el anonimato, dijeron que el grupo insurgente fusilará "a más personas en las próximas semanas", aunque declinaron confirmar versiones de que entre esos condenados a muerte se encuentra un presunto espía francés que el grupo capturó en julio pasado en esta capital.
Entretanto, cinco civiles murieron y otros siete resultaron heridos cuando una granada de mortero cayó en el mercado central de Bakara de esta ciudad, poco después de que los insurgentes de Al Shabab y efectivos de la AMISOM intercambiaran disparos cerca del lugar.
Al Shabab afirma estar en una "nueva fase de la Sharía" que comenzó el pasado 17 de septiembre, cuando lanzó un ataque suicida con dos coches bomba contra la base principal de la AMISOM en el que murieron 21 personas, incluidos 17 soldados de la fuerza de paz, dos civiles y los dos chóferes de los vehículos.
Ese ataque contra los soldados ugandeses y burundeses de la AMISOM fue en represalia por la muerte de Saleh Ali Saleh Nabhan, dirigente de Al Qaeda y uno de los líderes militares de la Al Shabab.
Nabhan, de origen keniano y al que un informe de los servicios de inteligencia de EU identificó como la máxima autoridad de Al Qaeda en África Oriental, fue abatido en una operación de comandos estadounidenses, que en seis helicópteros atacaron el pasado día 14 su reducto a las afueras de Baraawe, 180 kilómetros al sudoeste de Mogadiscio.
Al Shabab, que controla amplias zonas del centro y el sur de Somalia junto con Hezb al-Islam, otro grupo vinculado a Al Qaeda, intenta derrocar al Gobierno Federal de Transición para imponer un estado islámico integrista y en los pasados dos años ha atacado sistemáticamente las bases gubernamentales y de la AMISOM en Mogadiscio. Mogadiscio, Somaila
El portavoz de Al Shabab, Sheikh Ali Mohamoud, fue el encargado de anunciar la sentencia a muerte pronunciada por un tribunal de la "Sharía" (Ley Islámica) antes de que los condenados fueran fusilados.
"Estamos aquí para ejecutar a dos espías: Hassan Moalim Abdulahi, alias 'Hassan Jareer', quien ha sido hallado culpable de espiar para la CIA; y Mohamed Ali Salad, convicto por ser espía de las fuerzas de la Unión Africana", dijo Mohamoud.
Ninguno de los condenados tuvo la oportunidad de responder a las acusaciones, ya que fueron ejecutados por un pelotón de ocho hombres armados con fusiles AK-47, tan pronto como Mohamoud anunció la decisión del tribunal, dijo por teléfono un testigo presencial del fusilamiento, Hadith Omar Osman.
Según Osman, los dos supuestos espías, con los ojos vendados y grilletes en los tobillos, afirmaron a gritos ser inocentes antes de que el pelotón abriera fuego.
"Fuimos forzados a admitir delitos que no cometimos... Somos inocentes, no somos criminales", gritaron ambos hombres.
Al Shabab ejecutó también la sentencia de flagelación pública dictada contra un tercer hombre al que el tribunal islámico halló culpable de falsificar dinero.
Según el portavoz del grupo, el hombre, que recibió 39 latigazos, será deportado de Mogadiscio por un año, aunque no mencionó el lugar al que será trasladado.
Otras fuentes de Al Shabab que prefirieron guardar el anonimato, dijeron que el grupo insurgente fusilará "a más personas en las próximas semanas", aunque declinaron confirmar versiones de que entre esos condenados a muerte se encuentra un presunto espía francés que el grupo capturó en julio pasado en esta capital.
Entretanto, cinco civiles murieron y otros siete resultaron heridos cuando una granada de mortero cayó en el mercado central de Bakara de esta ciudad, poco después de que los insurgentes de Al Shabab y efectivos de la AMISOM intercambiaran disparos cerca del lugar.
Al Shabab afirma estar en una "nueva fase de la Sharía" que comenzó el pasado 17 de septiembre, cuando lanzó un ataque suicida con dos coches bomba contra la base principal de la AMISOM en el que murieron 21 personas, incluidos 17 soldados de la fuerza de paz, dos civiles y los dos chóferes de los vehículos.
Ese ataque contra los soldados ugandeses y burundeses de la AMISOM fue en represalia por la muerte de Saleh Ali Saleh Nabhan, dirigente de Al Qaeda y uno de los líderes militares de la Al Shabab.
Nabhan, de origen keniano y al que un informe de los servicios de inteligencia de EU identificó como la máxima autoridad de Al Qaeda en África Oriental, fue abatido en una operación de comandos estadounidenses, que en seis helicópteros atacaron el pasado día 14 su reducto a las afueras de Baraawe, 180 kilómetros al sudoeste de Mogadiscio.
Al Shabab, que controla amplias zonas del centro y el sur de Somalia junto con Hezb al-Islam, otro grupo vinculado a Al Qaeda, intenta derrocar al Gobierno Federal de Transición para imponer un estado islámico integrista y en los pasados dos años ha atacado sistemáticamente las bases gubernamentales y de la AMISOM en Mogadiscio. Mogadiscio, Somaila
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