martes, 15 de septiembre de 2009

Periodista iraquí que lanzó zapato a Bush denuncia torturas

En declaraciones ante periodistas tras su liberación, Al Zaidi dijo que las fuerzas de seguridad lo golpearon, mantuvieron su cabeza bajo el agua simulando ahogamiento y le abandonaron al frío nocturno durante las 24 horas posteriores a su arresto en diciembre.

El periodista iraquí que se hizo famoso por lanzar dos zapatos al ex presidente estadounidense George Bush, Muntasser al Zaidi, denunció hoy que fue torturado durante su detención, dijo tras ser puesto hoy en libertad.
En declaraciones ante periodistas tras su liberación, Al Zaidi dijo que las fuerzas de seguridad lo golpearon, mantuvieron su cabeza bajo el agua simulando ahogamiento y le abandonaron al frío nocturno durante las 24 horas posteriores a su arresto en diciembre.
"Al mismo tiempo que el primer ministro iraquí (Nuri al Maliki) decía que no dormiría hasta que se asegurara de que yo estaba seguro, a mí me torturaban de todo tipo de maneras", dijo Al Zaidi. "Exigo una disculpa de Al Maliki por ocultar la verdad sobre mi tortura", añadió.
La televisión iraquí Al Bagdadiya, para la que trabaja, organizó una celebración masiva con música tradicional y flores para darle la bienvenida.
"Soy un nacionalista y no pude soportar que se le hiciera daño a mi país", añadió. "La ocupación nos dividió e hizo nuestros hogares lugares constantes de luto. Nuestras calles y parques se convirtieron en tumbas. Ésa fue mi única respuesta a un asesino que llega tras años de asesinatos y humillaciones a exaltar la victoria y la democracia. Esa fue la respuesta adecuada cuando todos los estándares habían sido violados", dijo el periodista.
Su salida de prisión estaba prevista el lunes, tras cumplir nueve meses de condena, pero la burocracia lo retrasó, informó la televisión bagdadí.
Al Saidi fue condenado inicialmente a tres años de cárcel por lanzar sus zapatos a Bush durante una rueda de prensa en diciembre junto con el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, pero la sentencia fue después reducida tras una apelación a un año y posteriormente a nueve meses por buen comportamiento.
Tras lanzar sus zapatos al tiempo que gritaba "Éste es un beso de despedida de los iraquíes, perro", se convirtió en un héroe en Irak y el mundo árabe.
Los iraquíes erigieron una estatua gigante de un zapato de oro en su honor. El líder libio, Muammar al Gaddafi, dijo que le concedería la medalla libia del honor y el emir de Qatar le prometió un caballo de oro. Bagdad, Irak

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