jueves, 3 de septiembre de 2009

Dalai Lama descarta actos públicos en Taiwán


Algunos medios de comunicación confesaron que el gobierno taiwanés prohibió al líder religioso ofrecer entrevistas públicas para evitar fricciones con China


El Dalai Lama no mantuvo hoy actividades públicas en Taipei, tras subrayar el carácter humanitario y religioso de su visita a Taiwán, aunque algunos medios señalan que Taipei prohibió al líder budista participar en esos actos para evitar fricciones con China.
El dirigente budista tibetano en el exilio se reunió con unos 500 tibetanos en el hotel en el que se aloja en Taipei y mañana, viernes, finalizará una visita que, en sus palabras, "ha alcanzado el objetivo de mostrar su apoyo a las víctimas del tifón "Morakot"".
El diario "Taipei Times" afirma que el Gobierno taiwanés ha prohibido los actos públicos del monje tibetano para evitar fricciones con China, que condena resueltamente la visita del Dalai Lama a la isla.
De hecho, el dirigente budista, invitado por alcaldes del opositor e independentista Partido Demócrata Progresista (PDP), vino a la isla sabiendo que su visita había sido permitida "por motivos humanitarios y religiosos" y que "no tenía contenido político", en palabras del portavoz presidencial Wang Yu-chi.
El presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, embarcado en una campaña de distensión y de acercamiento económico con China, espera negociar este año un Acuerdo Marco de Cooperación Económica con China y no quiere crear tensiones con Pekín, que considera a la isla parte de su soberanía aunque esta se autogobierna desde 1949.
El Dalai Lama ofició en su visita a Taiwán ceremonias religiosas, pronunció un discurso y mantuvo una entrevista de dos horas y media con el cardenal Paul Shan, y también alabó "la civilización china" y "la libertad traída por la democracia taiwanesa".
"No soy un separatista", declaró a su llegada a la isla, el 31 de agosto, e insistió, una y otra vez, en que el principal objetivo de su viaje era "consolar a las víctimas del tifón "Morakot" y rezar por las almas de los fallecidos" y que no "quería importunar a nadie".
En la isla, la llegada del Dalai Lama desencadenó algunas protestas minoritarias, pero en un sondeo del PDP, hecho público hoy, el 75,4 se mostró favorable a la visita del líder tibetano, y el 50,7 por ciento considera que la visita no es política, mientras que el 37,5 piensa que sí lo es.
El presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, no se ha entrevistado con el Dalai Lama, lo que ha desencadenado protestas por parte de la oposición, que considera que el mandatario da demasiado importancia a lo que piensa China.
"El Dalai Lama ha visitado Taiwán en dos ocasiones anteriores y los dos presidentes de turno lo recibieron", dijo el portavoz del PDP, Cheng Wen-tsang.
Comentaristas en Taiwán ven la visita del Dalai Lama como parte de su estrategia para ganarse al pueblo chino, ante el rechazo total del liderazgo comunista, por eso ha subrayado su aprecio por lo chino y los chinos, y asegurado que no es independentista.
China ha condenado varias veces la visita del Dalai Lama, al que considera un independentista tibetano, y ha suspendido o postergado la llegada a Taiwán de sus delegación para los Juegos Olímpicos para Sordos y una delegación financiera.
En el campo religioso, lo más relevante ha sido la entrevista, ayer, del Dalai Lama con el cardenal católico Paul Shan, en la que mantuvieron un diálogo público de dos horas y media sobre temas éticos y religiosos.
El Dalai Lama y el cardenal Shan trataron de las diferencias entre el budismo y el cristianismo, sobre el cielo, la naturaleza, la humanidad y la falta de ética y moralidad en la sociedad contemporánea.
"Hay tradiciones muy importantes para la humanidad que no deben perderse porque enriquecen el espíritu y la paz espiritual no puede comprarse en un supermercado", dijo el Dalai Lama al tratar del budismo y del cristianismo.
El Dalai Lama se exilió en 1959, tras una fracasada revuelta contra el control chino del Tíbet, y defiende una autonomía que preserve las tradiciones tibetanas sin separación total de China. Taiwán (El Universal)

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