El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) responsabiliza al gobierno cubano de la salud y el bienestar de los reporteros encarcelados, la mayoría de ellos durante la Primavera Negra del 2003
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), pidió hoy de nuevo al gobiernocubano que libere de inmediato y sin condiciones a todos los periodistas presos.
Esta petición la realiza el CPJ una semana después de la muerte del disidente preso Orlando Zapata Tamayo, encarcelado en 2003 y sentenciado a 25 años por acusaciones de desacato a las autoridades.
Zapata, quien se encontraba en huelga de hambre, murió el 23 de febrero en un hospital de La Habana tras rehusarse a ingerir alimentos desde diciembre, según reportes, en protesta por las condiciones carcelarias.
La CPJ abogó por aquellos reporteros encarcelados con graves condiciones de salud.
“Instamos al presidente (Raúl) Castro a asegurar que los periodistas presos reciban la atención adecuada”, dijo Carlos Lauría, coordinador de Programa de las Américas del CPJ, en un comunicado.
Agregó que la agencia responsabiliza al gobiernocubano de la salud y el bienestar de todos los reporteros encarcelados.
Una investigación del CPJ muestra que la salud de los periodistas cubanos presos se ha deteriorado seriamente por las pobres condiciones carcelarias y la insuficiente atención médica.
De acuerdo con la entidad, familiares y amigos describieron una serie de problemas de salud que van desde diabetes y tumores hasta neumonía y cataratas.
Indicaron que en algunos casos, los periodistas han recibido una deficiente atención médica.
Agregaron que están en condiciones carcelarias antihigiénicas donde además hace mucho calor, por lo que los problemas médicos de los periodistas se han exacerbado.
Cuba continúa siendo uno de los países del mundo con mayor cantidad de periodistas presos por su labor, detrás de Irán y China, con 22 reporteros independientes encarcelados en la actualidad.
Veinte de los 22 periodistas fueron encarcelados durante la masiva represión de marzo de 2003, conocida como la "Primavera Negra".
“Los periodistas cubanos han pagado un precio altísimo sólo por ejercer su derecho a la libertad de expresión: estas sentencias son crueles y vengativas”, puntualizó Lauría.
NUEVA YORK
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