Abdelbaset Ali al-Megrahi fue condenado por el atentado de Lockerbie de 1988
El primer ministro de Reino Unido asegura que no hubo ningún encubrimiento
El primer ministro de Reino Unido, Gordon Brown, aseguró hoy que no hubo conspiración para que el gobierno de Escocia liberara al libio Abdelbaset Ali al-Megrahi, el único condenado por el atentado de Lockerbie de 1988, que dejó 270 muertos.
"No hubo conspiración, ni encubrimiento, ni doble juego, ni acuerdo petrolero, ni un intento de tener influencia en los ministros escoceses", dijo Brown tras la polémica desatada por la decisión del gobierno de Escocia de liberar a Megrahi por razones humanitarias.
El jefe del gobierno británico insistió en que jamás dio garantías al líder libio Muamar Gaddafi sobre el futuro de Megrahi, condenado en 2001 por el atentado contra un avión de Pan Am que estalló sobre la ciudad escocesa de Lockerbie en diciembre de 1988.
En declaraciones desde la ciudad inglesa de Birmingham, Brown afirmó que la decisión final sobre la suerte del libio quedó en la administración escocesa, y los ministros del gobierno británico de ninguna manera trataron de ejercer influencia en el caso.
Calificó el atentado de "gran brutalidad" y reiteró el compromiso de Reino Unido en la lucha el terrorismo internacional, según reportes de la cadena británica BBC.
Poco antes, el ministro británico de Relaciones Exteriores, David Miliband, reconoció que Londres no deseaba que Megrahi muriera en una prisión escocesa, pero negó de manera rotunda cualquier "doble juego" o presión sobre el gobierno escocés para la libertad del libio.
El gobierno británico ha insistido en los últimos días en que la liberación del acusado no estuvo relacionada con los intereses comerciales de Reino Unido.
Sin embargo, Saif Gaddafi, hijo del líder libio, indicó en días recientes que la libertad de Megrahi, ocurrida el pasado 20 de agosto, estaba vinculada a un acuerdo petrolero con las empresas British Petroleum y la angloholandesa Shell.
El ministro escocés de Justicia, Kerry MacAskill, se responsabilizó totalmente de su decisión de liberar al libio, quien padece cáncer terminal de próstata y sólo le quedan, según los médicos, alrededor de tres meses de vida.
La liberación de Megrahi de una cárcel escocesa y su posterior recibimiento en Trípoli provocó un profundo malestar por parte del gobierno estadunidense y familiares de las 270 personas que murieron en el atentado de Lockerbie.
Este miércoles, el Parlamento escocés se ha vuelto a reunir para debatir el caso de Megrahi, un día después de la publicación de unas cartas, por parte del gobierno escocés, que demuestran que Londres no ejerció ningún tipo de presión para la liberación del libio.
En las misivas, Escocia advierte de los efectos catastróficos que tendría la muerte de Megrahi en una cárcel escocesa para las relaciones entre Libia y Reino Unido. (Con información de Notimex/CFE) Londres, Inglaterra (El Financiero)
"No hubo conspiración, ni encubrimiento, ni doble juego, ni acuerdo petrolero, ni un intento de tener influencia en los ministros escoceses", dijo Brown tras la polémica desatada por la decisión del gobierno de Escocia de liberar a Megrahi por razones humanitarias.
El jefe del gobierno británico insistió en que jamás dio garantías al líder libio Muamar Gaddafi sobre el futuro de Megrahi, condenado en 2001 por el atentado contra un avión de Pan Am que estalló sobre la ciudad escocesa de Lockerbie en diciembre de 1988.
En declaraciones desde la ciudad inglesa de Birmingham, Brown afirmó que la decisión final sobre la suerte del libio quedó en la administración escocesa, y los ministros del gobierno británico de ninguna manera trataron de ejercer influencia en el caso.
Calificó el atentado de "gran brutalidad" y reiteró el compromiso de Reino Unido en la lucha el terrorismo internacional, según reportes de la cadena británica BBC.
Poco antes, el ministro británico de Relaciones Exteriores, David Miliband, reconoció que Londres no deseaba que Megrahi muriera en una prisión escocesa, pero negó de manera rotunda cualquier "doble juego" o presión sobre el gobierno escocés para la libertad del libio.
El gobierno británico ha insistido en los últimos días en que la liberación del acusado no estuvo relacionada con los intereses comerciales de Reino Unido.
Sin embargo, Saif Gaddafi, hijo del líder libio, indicó en días recientes que la libertad de Megrahi, ocurrida el pasado 20 de agosto, estaba vinculada a un acuerdo petrolero con las empresas British Petroleum y la angloholandesa Shell.
El ministro escocés de Justicia, Kerry MacAskill, se responsabilizó totalmente de su decisión de liberar al libio, quien padece cáncer terminal de próstata y sólo le quedan, según los médicos, alrededor de tres meses de vida.
La liberación de Megrahi de una cárcel escocesa y su posterior recibimiento en Trípoli provocó un profundo malestar por parte del gobierno estadunidense y familiares de las 270 personas que murieron en el atentado de Lockerbie.
Este miércoles, el Parlamento escocés se ha vuelto a reunir para debatir el caso de Megrahi, un día después de la publicación de unas cartas, por parte del gobierno escocés, que demuestran que Londres no ejerció ningún tipo de presión para la liberación del libio.
En las misivas, Escocia advierte de los efectos catastróficos que tendría la muerte de Megrahi en una cárcel escocesa para las relaciones entre Libia y Reino Unido. (Con información de Notimex/CFE) Londres, Inglaterra (El Financiero)
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