En la misiva, Boffo fue acusado de intimidar a una mujer con cuyo marido mantenía una presunta relación homosexual, acusación que enfrenta al Ejecutivo y la jerarquía católica.
El director del diario Avvenire, del episcopado italiano, Dino Boffo denunció hoy un "juego sucio" en su contra en relación a una carta anónima publicada por Il Giornale, del primer ministro Silvio Berlusconi.
En la misiva, Boffo fue acusado de intimidar a una mujer con cuyo marido mantenía una presunta relación homosexual, acusación que enfrenta al Ejecutivo y la jerarquía católica.
En un artículo publicado este martes por Avvenire, Boffo sostuvo que no existe ninguna referencia a sus presuntas inclinaciones sexuales en el acta judicial de Terni, donde en 2002 fue ventilado el caso (que no arribó a juicio pues se llegó a un acuerdo).
Il Giornale publicó la noticia sobre la cuestión, pero también la carta anónima, enviada desde hace meses a cientos de personas (incluidos a varios obispos), en la que se acusaba al director del Avvenire de ser "un conocido homosexual ya bajo la atención de la policía de Estado".
"Han difamado, decidieron, ellos, sentenciaron que el director del Avvenire era un homosexual, un molestador, un destruye familias", insistió Boffo sobre la cuestión que provocó que el Vaticano cancelara abruptamente un encuentro entre el secretario de Estado, Tarcisio Bertone y Berlusconi previsto el viernes pasado.
Dijo que Il Giornale y, en particular, su director, Vittorio Feltri llevan a cabo una "vergonzosa operación" con tal de desacreditarlo.
Feltri publicó el editorial contra Boffo bajo el argumento de que el director del Avvenire no tenía la autoridad moral para criticar a Berlusconi, envuelto en los últimos meses en una serie de escándalos sexuales.
Pero la cuestión ocasionó una ruptura sin precedentes entre el Ejecutivo y la jerarquía católica, que ha expresado su solidaridad con Boffo.
Sin embargo, según medios locales, contra el director del Avvenire crecen las presiones de algunos obispos para que renuncie "por el bien de la Iglesia y del diario" del episcopado. Roma, Italia (Milenio)
En la misiva, Boffo fue acusado de intimidar a una mujer con cuyo marido mantenía una presunta relación homosexual, acusación que enfrenta al Ejecutivo y la jerarquía católica.
En un artículo publicado este martes por Avvenire, Boffo sostuvo que no existe ninguna referencia a sus presuntas inclinaciones sexuales en el acta judicial de Terni, donde en 2002 fue ventilado el caso (que no arribó a juicio pues se llegó a un acuerdo).
Il Giornale publicó la noticia sobre la cuestión, pero también la carta anónima, enviada desde hace meses a cientos de personas (incluidos a varios obispos), en la que se acusaba al director del Avvenire de ser "un conocido homosexual ya bajo la atención de la policía de Estado".
"Han difamado, decidieron, ellos, sentenciaron que el director del Avvenire era un homosexual, un molestador, un destruye familias", insistió Boffo sobre la cuestión que provocó que el Vaticano cancelara abruptamente un encuentro entre el secretario de Estado, Tarcisio Bertone y Berlusconi previsto el viernes pasado.
Dijo que Il Giornale y, en particular, su director, Vittorio Feltri llevan a cabo una "vergonzosa operación" con tal de desacreditarlo.
Feltri publicó el editorial contra Boffo bajo el argumento de que el director del Avvenire no tenía la autoridad moral para criticar a Berlusconi, envuelto en los últimos meses en una serie de escándalos sexuales.
Pero la cuestión ocasionó una ruptura sin precedentes entre el Ejecutivo y la jerarquía católica, que ha expresado su solidaridad con Boffo.
Sin embargo, según medios locales, contra el director del Avvenire crecen las presiones de algunos obispos para que renuncie "por el bien de la Iglesia y del diario" del episcopado. Roma, Italia (Milenio)
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