La encuesta realizada por la firma Gallup antes del receso legislativo de verano indicó que 62 por ciento de los estadunidenses desaprueba el trabajo del 111 Congreso y sólo 31 por ciento lo aprueba.
El trabajo de los congresistas se mantiene como uno de los menos populares entre la población estadunidense desde hace décadas, mientras que la aprobación para demócratas y republicanos se ha polarizado recientemente.
La encuesta realizada por la firma Gallup antes del receso legislativo de verano indicó que 62 por ciento de los estadunidenses desaprueba el trabajo del 111 Congreso y sólo 31 por ciento lo aprueba.
La nueva valoración es ligeramente más negativa que el promedio de las dos últimas décadas.
Entre 1988 y 2008 la aprobación del Congreso fue de 36 por ciento, con 55 por ciento de desaprobación; la media mensual en lo que va de este año es de 32 por ciento de aprobación.
El grado de confianza de los estadunidenses en las decisiones de los congresistas para el futuro del país es sustancialmente menor que el otorgado al presidente Barack Obama, según el sondeo del diario The Washington Post y la cadena ABC del pasado 21 de agosto.
A pesar de que el apoyo a Obama bajó 12 puntos desde abril para ubicarse en 57 por ciento, sólo dos de cada 10 estadunidenses creen que los congresistas republicanos tomarían decisiones correctas mientras 35 por ciento dijo tener confianza en los demócratas.
Sin embargo, a nivel partidista el contraste es significativo: una mayoría (55 por ciento) en las filas demócratas se manifestó de acuerdo con el liderazgo de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y del líder del Senado, Harry Reid.
Durante la pasada presidencia republicana la aprobación de los demócratas, aunque menor, se mantuvo en promedio sobre el 30 por ciento, "un respetable nivel en la historia de las evaluaciones del nivel de aprobación del Congreso", según otro sondeo de Gallup.
Sin embargo la aprobación para el trabajo legislativo entre los republicanos es de un magro 13 por ciento y sólo dos de cada 10 independientes expresó su apoyo.
El descenso observado entre republicanos e independientes desde marzo, cuando se registraron 22 y 34 por ciento, respectivamente, se debe a la actividad legislativa en los meses recientes con los debates relativos a la reforma de salud, estimó el análisis.
Desde el punto de vista de honestidad y ética profesional, el índice de aprobación para los legisladores en una encuesta que Gallup realiza hacia el final de cada año continuó a la baja en el sondeo de 2008.
Unicamente 12 por ciento de los estadunidenses calificó de "muy altos" los niveles de honestidad y ética profesional de esos servidores públicos, dos puntos porcentuales por debajo del año precedente.
A su vez, 46 por ciento consideró que los legisladores tienen "muy baja" honestidad y ética profesional y 40 por ciento los consideró como "promedio".
Los congresistas obtuvieron el dudoso honor de superar en términos de confiabilidad a los corredores de bolsa, publicistas, vendedores de autos, a quienes se dedican al telemercadeo y hasta a los cabilderos, que se ubicaron en el sótano del nivel de confianza.
Por su parte, la revista US News & World Report en su selección de "Las mejores carreras de 2009", que valora aspectos como satisfacción en el trabajo, grado de entrenamiento, prestigio y mercado de trabajo, colocó a la profesión de los políticos y servidores públicos en general en el sitio 24 de una lista de 30.
"Normalmente no pensamos en los políticos como las personas más éticas, así que puede sonar sorpresivo que sea un requisito crítico para la profesión ser alguien con altos principios", indica en sus recomendaciones para los interesados en abrazar el servicio público.
La publicación advierte que se debe tener una vida "que rechine de limpia" e indica que en muchas jurisdicciones "engañar a la esposa pone en riesgo la carrera política".
Pero señala que el trabajo duro de un legislador puede tener buena compensación, pues al examinar la información de sus salarios anota que el pago para un congresista en Texas está en un rango de entre siete mil 200 y 116 mil 208 dólares mensuales. Washington, EU (Milenio)
La encuesta realizada por la firma Gallup antes del receso legislativo de verano indicó que 62 por ciento de los estadunidenses desaprueba el trabajo del 111 Congreso y sólo 31 por ciento lo aprueba.
La nueva valoración es ligeramente más negativa que el promedio de las dos últimas décadas.
Entre 1988 y 2008 la aprobación del Congreso fue de 36 por ciento, con 55 por ciento de desaprobación; la media mensual en lo que va de este año es de 32 por ciento de aprobación.
El grado de confianza de los estadunidenses en las decisiones de los congresistas para el futuro del país es sustancialmente menor que el otorgado al presidente Barack Obama, según el sondeo del diario The Washington Post y la cadena ABC del pasado 21 de agosto.
A pesar de que el apoyo a Obama bajó 12 puntos desde abril para ubicarse en 57 por ciento, sólo dos de cada 10 estadunidenses creen que los congresistas republicanos tomarían decisiones correctas mientras 35 por ciento dijo tener confianza en los demócratas.
Sin embargo, a nivel partidista el contraste es significativo: una mayoría (55 por ciento) en las filas demócratas se manifestó de acuerdo con el liderazgo de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y del líder del Senado, Harry Reid.
Durante la pasada presidencia republicana la aprobación de los demócratas, aunque menor, se mantuvo en promedio sobre el 30 por ciento, "un respetable nivel en la historia de las evaluaciones del nivel de aprobación del Congreso", según otro sondeo de Gallup.
Sin embargo la aprobación para el trabajo legislativo entre los republicanos es de un magro 13 por ciento y sólo dos de cada 10 independientes expresó su apoyo.
El descenso observado entre republicanos e independientes desde marzo, cuando se registraron 22 y 34 por ciento, respectivamente, se debe a la actividad legislativa en los meses recientes con los debates relativos a la reforma de salud, estimó el análisis.
Desde el punto de vista de honestidad y ética profesional, el índice de aprobación para los legisladores en una encuesta que Gallup realiza hacia el final de cada año continuó a la baja en el sondeo de 2008.
Unicamente 12 por ciento de los estadunidenses calificó de "muy altos" los niveles de honestidad y ética profesional de esos servidores públicos, dos puntos porcentuales por debajo del año precedente.
A su vez, 46 por ciento consideró que los legisladores tienen "muy baja" honestidad y ética profesional y 40 por ciento los consideró como "promedio".
Los congresistas obtuvieron el dudoso honor de superar en términos de confiabilidad a los corredores de bolsa, publicistas, vendedores de autos, a quienes se dedican al telemercadeo y hasta a los cabilderos, que se ubicaron en el sótano del nivel de confianza.
Por su parte, la revista US News & World Report en su selección de "Las mejores carreras de 2009", que valora aspectos como satisfacción en el trabajo, grado de entrenamiento, prestigio y mercado de trabajo, colocó a la profesión de los políticos y servidores públicos en general en el sitio 24 de una lista de 30.
"Normalmente no pensamos en los políticos como las personas más éticas, así que puede sonar sorpresivo que sea un requisito crítico para la profesión ser alguien con altos principios", indica en sus recomendaciones para los interesados en abrazar el servicio público.
La publicación advierte que se debe tener una vida "que rechine de limpia" e indica que en muchas jurisdicciones "engañar a la esposa pone en riesgo la carrera política".
Pero señala que el trabajo duro de un legislador puede tener buena compensación, pues al examinar la información de sus salarios anota que el pago para un congresista en Texas está en un rango de entre siete mil 200 y 116 mil 208 dólares mensuales. Washington, EU (Milenio)
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