"Solo hay una cosa errada en Honduras: es estar en la Presidencia alguien que no debería estar", sostuvo Lula da Silva en rueda de prensa tras la conclusión de la cumbre UE-Brasil en la capital sueca, Estocolmo.
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva dijo hoy aquí que la solución a la crisis de Honduras pasa por la salida del presidente interino, Roberto Micheletti, del poder.
"Solo hay una cosa errada en Honduras: es estar en la Presidencia alguien que no debería estar", sostuvo Lula da Silva en rueda de prensa tras la conclusión de la cumbre UE-Brasil en la capital sueca, Estocolmo.
"La solución en Honduras es fácil: si quienes participaron en el golpe de Estado se fueran del poder y dejaran regresar al presidente (depuesto, Manuel Zelaya), se celebrarían las elecciones en noviembre y habríamos solucionado el problema".
El mandatario de Brasil insistió que Zelaya "no es un refugiado", sino que se encuentra en la embajada brasileña en la capital hondureña, Tegucigalpa "como huésped".
El presidente depuesto regresó a finales de septiembre a Honduras de manera clandestina, en el cofre de un coche, y pidió ser acogido por la embajada de Brasil.
Una semana después, Micheletti amenazó con retirar el estatus diplomático del inmueble para capturar a Zelaya, que tiene un mandato de arresto expedido en su contra por el gobierno golpista.
En la declaración final de la cumbre, las autoridades brasileñas y europeas piden que el gobierno de facto de Honduras respete la inviolabilidad de la embajada brasileña en Tegucigalpa, así como la integridad física de Zelaya, su familia y los miembros de su gobierno que le acompañan. Estocolmo, Suecia
"Solo hay una cosa errada en Honduras: es estar en la Presidencia alguien que no debería estar", sostuvo Lula da Silva en rueda de prensa tras la conclusión de la cumbre UE-Brasil en la capital sueca, Estocolmo.
"La solución en Honduras es fácil: si quienes participaron en el golpe de Estado se fueran del poder y dejaran regresar al presidente (depuesto, Manuel Zelaya), se celebrarían las elecciones en noviembre y habríamos solucionado el problema".
El mandatario de Brasil insistió que Zelaya "no es un refugiado", sino que se encuentra en la embajada brasileña en la capital hondureña, Tegucigalpa "como huésped".
El presidente depuesto regresó a finales de septiembre a Honduras de manera clandestina, en el cofre de un coche, y pidió ser acogido por la embajada de Brasil.
Una semana después, Micheletti amenazó con retirar el estatus diplomático del inmueble para capturar a Zelaya, que tiene un mandato de arresto expedido en su contra por el gobierno golpista.
En la declaración final de la cumbre, las autoridades brasileñas y europeas piden que el gobierno de facto de Honduras respete la inviolabilidad de la embajada brasileña en Tegucigalpa, así como la integridad física de Zelaya, su familia y los miembros de su gobierno que le acompañan. Estocolmo, Suecia
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