"Se trata de un típico caso de violación de derechos humanos" en la medida en que "los acusados no pudieron designar ellos mismos a sus abogados", declaró Dilxat Raxit, portavoz del Congreso Mundial Uigur, que representa a la disidencia en el exilio.
Un tribunal chino condenó este lunes a muerte a seis personas por su participación en las violentas protestas protagonizadas en julio pasado por la minoría uigur, mayoritariamente musulmana, en la capital de la región del Xinjiang (noroeste), en las que murieron unas 200 personas, informó la televisión estatal.
Más de tres meses después de los incidentes, los acusados fueron condenados por homicidio por un tribunal de Urumqi, capital de Xinjiang, cuyas calles eran patrulladas por la policía y el ejército para impedir que se repitieran los disturbios del mes de julio, indicó la agencia de noticias China Nueva.
Un séptimo acusado, también juzgado por homicidio, fue condenado a cadena perpetua por haberse declarado culpable y haber ayudado a la policía a detener a un cómplice, agregó la agencia oficial china.
Los nombres de los siete condenados -Abdukerim Abduwayit, Gheni Yusup, Abdulá Mettohti, Adil Rozi, Nureli Wuxiu'er, Alim Metyusup y Tayirejan Abulimit- son de consonancia uigur, la etnia turcohablante, predominante en la musulmana Xinjiang, una región autónoma del noroeste de China.
El portavoz del Congreso Mundial Uigur, que representa a la disidencia en el exilio, Dilxat Raxit, denunció por su parte un "juicio político".
"Los juicios de uigures no se desarrollan según las reglas jurídicas normales, sino en función de necesidades políticas", dijo Raxit.
"Se trata de un típico caso de violación de derechos humanos" en la medida en que "los acusados no pudieron designar ellos mismos a sus abogados", agregó.
El tribunal de Urumqi se negó a confirmar las primeras condenas. El juicio de los siete acusados, implicados en tres casos distintos, había comenzado el lunes pasado.
En los motines de julio pasado murieron 197 personas, en su mayoría pertenencientes a la etnia han, mayoritaria en China, asesinados por uigures, según fuentes oficiales.
El gobierno regional dispuso un importante dispositivo de seguridad en Urumqi, donde en septiembre pasado una serie de misteriosos ataques con jeringas contra chinos han habían acentuado las tensiones.
El dispositivo incluye la movilización de 14 mil civiles encargados de patrullar las calles de Urumqi día y noche, según la radio oficial china.
Este lunes, la televisión china mostró imágenes de calles desiertas frente al tribunal de Urumqi, patrullado por numerosos efectivos de la policía antimotines.
En septiembre pasado, la prensa oficial china anunció que la justicia había procesado a 21 personas por homicidio, incendios voluntarios y daños materiales en el transcurso de los motines de julio.
Los incidentes en Urumqui habían estallado el 5 de julio pasado después de una manifestación pacífica que pedía el esclarecimiento de la muerte de dos uigures en el sur de China, según el Congreso Mundial Uigur.
Las autoridades chinas acusaron al Congreso Mundial Uigur que dirige Rebiya Kadeer de haber fomentado los motines, que provocaron represalias por parte de los hans.
Miembros de la comunidad uigur denuncian la discriminación religiosa y cultural de la cual dicen ser víctimas bajo la cobertura de la lucha antiterrorista.
La región de Xinjiang cuenta con 20 millones de habitantes pertenecientes a 47 etnias diferentes, entre ellas la de los hans que desde los años 90 pasaron de 6 por ciento a 40 por ciento de la población. Pekín, China
Más de tres meses después de los incidentes, los acusados fueron condenados por homicidio por un tribunal de Urumqi, capital de Xinjiang, cuyas calles eran patrulladas por la policía y el ejército para impedir que se repitieran los disturbios del mes de julio, indicó la agencia de noticias China Nueva.
Un séptimo acusado, también juzgado por homicidio, fue condenado a cadena perpetua por haberse declarado culpable y haber ayudado a la policía a detener a un cómplice, agregó la agencia oficial china.
Los nombres de los siete condenados -Abdukerim Abduwayit, Gheni Yusup, Abdulá Mettohti, Adil Rozi, Nureli Wuxiu'er, Alim Metyusup y Tayirejan Abulimit- son de consonancia uigur, la etnia turcohablante, predominante en la musulmana Xinjiang, una región autónoma del noroeste de China.
El portavoz del Congreso Mundial Uigur, que representa a la disidencia en el exilio, Dilxat Raxit, denunció por su parte un "juicio político".
"Los juicios de uigures no se desarrollan según las reglas jurídicas normales, sino en función de necesidades políticas", dijo Raxit.
"Se trata de un típico caso de violación de derechos humanos" en la medida en que "los acusados no pudieron designar ellos mismos a sus abogados", agregó.
El tribunal de Urumqi se negó a confirmar las primeras condenas. El juicio de los siete acusados, implicados en tres casos distintos, había comenzado el lunes pasado.
En los motines de julio pasado murieron 197 personas, en su mayoría pertenencientes a la etnia han, mayoritaria en China, asesinados por uigures, según fuentes oficiales.
El gobierno regional dispuso un importante dispositivo de seguridad en Urumqi, donde en septiembre pasado una serie de misteriosos ataques con jeringas contra chinos han habían acentuado las tensiones.
El dispositivo incluye la movilización de 14 mil civiles encargados de patrullar las calles de Urumqi día y noche, según la radio oficial china.
Este lunes, la televisión china mostró imágenes de calles desiertas frente al tribunal de Urumqi, patrullado por numerosos efectivos de la policía antimotines.
En septiembre pasado, la prensa oficial china anunció que la justicia había procesado a 21 personas por homicidio, incendios voluntarios y daños materiales en el transcurso de los motines de julio.
Los incidentes en Urumqui habían estallado el 5 de julio pasado después de una manifestación pacífica que pedía el esclarecimiento de la muerte de dos uigures en el sur de China, según el Congreso Mundial Uigur.
Las autoridades chinas acusaron al Congreso Mundial Uigur que dirige Rebiya Kadeer de haber fomentado los motines, que provocaron represalias por parte de los hans.
Miembros de la comunidad uigur denuncian la discriminación religiosa y cultural de la cual dicen ser víctimas bajo la cobertura de la lucha antiterrorista.
La región de Xinjiang cuenta con 20 millones de habitantes pertenecientes a 47 etnias diferentes, entre ellas la de los hans que desde los años 90 pasaron de 6 por ciento a 40 por ciento de la población. Pekín, China
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