Las conversaciones bilaterales, que se llevarán a cabo esta semana, se centrarán en la prevención de las inundaciones y cuestiones humanitarias, como las reuniones de familias separadas por la guerra de Corea (1950-1953).
Corea del Norte aceptó este martes mantener negociaciones con Corea del Sur sobre cuestiones humanitarias, decisión interpretada por los expertos como gesto de conciliación tras el ensayo balístico de cinco misiles de la víspera.
Seúl condenó el lanzamiento de la media decena de misiles por parte de Pyongyang y los calificó de violación a las resoluciones de Naciones Unidas que instan a no efectuar ensayos que comprometan la estabilidad en la región.
Las conversaciones bilaterales, que se llevarán a cabo esta semana, se centrarán en la prevención de las inundaciones y cuestiones humanitarias, como las reuniones de familias separadas por la guerra de Corea (1950-1953).
La aceptación de las reuniones por parte de Pyongyang es interpretado como un gesto para calmar los ánimos, tras el disparo la víspera de cinco misiles de corto alcance en su costa oriental.
La acción, la primera de este tipo desde julio, provocó el rechazo unánime de las potencias asiáticas."El Gobierno exhorta de nuevo a Corea del Norte a respetar las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU", indicó un portavoz de la cancillería surcoreana, Moon Tae-young.
El primer ministro japonés Yukio Hatoyama calificó de "lamentable" los disparos, mientras China instó a la prudencia y aseguró que en ensayo no pone en peligro los esfuerzos de las últimas semanas para avanzar hacia la desnuclearización. Pekín, China
Seúl condenó el lanzamiento de la media decena de misiles por parte de Pyongyang y los calificó de violación a las resoluciones de Naciones Unidas que instan a no efectuar ensayos que comprometan la estabilidad en la región.
Las conversaciones bilaterales, que se llevarán a cabo esta semana, se centrarán en la prevención de las inundaciones y cuestiones humanitarias, como las reuniones de familias separadas por la guerra de Corea (1950-1953).
La aceptación de las reuniones por parte de Pyongyang es interpretado como un gesto para calmar los ánimos, tras el disparo la víspera de cinco misiles de corto alcance en su costa oriental.
La acción, la primera de este tipo desde julio, provocó el rechazo unánime de las potencias asiáticas."El Gobierno exhorta de nuevo a Corea del Norte a respetar las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU", indicó un portavoz de la cancillería surcoreana, Moon Tae-young.
El primer ministro japonés Yukio Hatoyama calificó de "lamentable" los disparos, mientras China instó a la prudencia y aseguró que en ensayo no pone en peligro los esfuerzos de las últimas semanas para avanzar hacia la desnuclearización. Pekín, China
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