“Mis muchachos son expertos en partirle la columna y hacerle saltar los ojos al que hable”.
El dueño de esa afirmación no es “Carlitos Way” sino el controvertido secretario argentino de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quien utilizó esa amenaza contra los directores de la empresa mixta Papel Prensa (donde el grupo Clarín tiene participación accionaria), ya que “el gobierno quiere comprarla o expropiarla.
La ofensiva del gobierno contra Papel Prensa, la empresa que produce el papel para periódicos concebida por el Estado en 1969 y donde La Nación y Clarín ingresaron como accionistas en 1977, se conoció en la víspera de que el Senado inicie el debate de la nueva Ley de Radiodifusión, que tiene en la mira al más grande grupo multimedia argentino. La denuncia sobre las amenazas fue formulada por uno de los directores de Papel Prensa en representación del Estado argentino, Carlos Collaso, quien la semana pasada declaró ante la Justicia Penal.
Mientras el gobierno guardó silencio, la oposición salio a reclamar la renuncia de Moreno, sobre quien pesan varias denuncias por este tipo de amenazas y otros exabruptos. Pero todo se da en el momento en que el oficialismo y la oposición prepararan la artillería parlamentaria para el crucial debate sobre la controvertida ley de radiodifusión, en reemplazo de la que rige desde la dictadura y netamente favorable al multimedia Clarín.
El bloque de la opositora Unión Cívica Radical (UCR), presentará un dictamen propio sobre la ley con el fin de que pueda volver a la Cámara de Diputados para que se le realicen modificaciones a varios artículos. Buenos Aires, Argentina
El dueño de esa afirmación no es “Carlitos Way” sino el controvertido secretario argentino de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quien utilizó esa amenaza contra los directores de la empresa mixta Papel Prensa (donde el grupo Clarín tiene participación accionaria), ya que “el gobierno quiere comprarla o expropiarla.
La ofensiva del gobierno contra Papel Prensa, la empresa que produce el papel para periódicos concebida por el Estado en 1969 y donde La Nación y Clarín ingresaron como accionistas en 1977, se conoció en la víspera de que el Senado inicie el debate de la nueva Ley de Radiodifusión, que tiene en la mira al más grande grupo multimedia argentino. La denuncia sobre las amenazas fue formulada por uno de los directores de Papel Prensa en representación del Estado argentino, Carlos Collaso, quien la semana pasada declaró ante la Justicia Penal.
Mientras el gobierno guardó silencio, la oposición salio a reclamar la renuncia de Moreno, sobre quien pesan varias denuncias por este tipo de amenazas y otros exabruptos. Pero todo se da en el momento en que el oficialismo y la oposición prepararan la artillería parlamentaria para el crucial debate sobre la controvertida ley de radiodifusión, en reemplazo de la que rige desde la dictadura y netamente favorable al multimedia Clarín.
El bloque de la opositora Unión Cívica Radical (UCR), presentará un dictamen propio sobre la ley con el fin de que pueda volver a la Cámara de Diputados para que se le realicen modificaciones a varios artículos. Buenos Aires, Argentina
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