Las esperanzas de llegar a un acuerdo para superar la crisis de Honduras se diluyeron ayer ante la renuencia del gobierno de facto de Roberto Micheletti a restituir al depuesto presidente Manuel Zelaya, en el segundo día de negociaciones.
Representantes de Zelaya y de Micheletti se sentaron el miércoles y el jueves a una mesa de diálogo mediada por una misión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA), que antes de partir de Honduras emitió una insípida declaración en la que manifestó su “esperanza” en el diálogo.
Sin embargo, un alto funcionario del organismo admitió el desconcierto de los enviados de la OEA que se entrevistaron la noche del miércoles con Micheletti, quien se opuso tajantemente a la vuelta de Zelaya al poder e insistió en las elecciones presidenciales convocadas para el 29 de noviembre como salida.
Un emisario del depuesto presidente dio como plazo hasta el 15 de octubre para concluir el diálogo que la OEA dejó instalado para solucionar la crisis política de Honduras y advirtió que el proceso no avanzará mientras no sea restituido el mandatario depuesto. Juan Barahona dijo que la posición del Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe de Estado “es clara y contundente: exigimos que Zelaya sea restituido en el cargo”.
Aseguró que “hasta el 15 de octubre damos plazo para negociar con los golpistas. Y si no hay resultados en el diálogo, no sé qué pasará después de esa fecha”. Señaló que “las conversaciones con los golpistas (iniciadas el miércoles) están en un punto muerto y no se avanzará hasta que se decida devolver el poder a Zelaya”.
“Se iniciaron las negociaciones para restablecer al presidente Manuel Zelaya Rosales, pero el gobierno golpista no tiene ningún interés en devolverle el poder. Sólo son paja y paja. Hoy no hemos llegado a nada”, dijo Barahona, un dirigente obrero, ante unos 200 simpatizantes reunidos afuera del hotel donde se celebran las negociaciones.
La misión de cancilleres y representantes de la OEA insistió en la firma del Acuerdo de San José, que exige la restitución de Zelaya y la amnistía para quienes participaron en el golpe, entre otras cosas, tras concluir su segunda visita a Honduras sin haber logrado avance alguno. El canciller costarricense Bruno Stagno leyó el comunicado de la misión, que destaca la necesidad de continuar el diálogo entre las partes y exige el respeto a los derechos humanos, pero no recoge ningún avance de sus gestiones en la crisis política.
“La misión de la OEA está convencida de que el diálogo iniciado con participación directa de las partes puede conducir a la superación de la crisis política en que se encuentra envuelto el país a raíz de los sucesos del 28 de junio pasado”, dice el texto.
La comisión pidió el “restablecimiento y permanencia de todas las garantías institucionales” y también exigió que se permita la “restitución de todos los medios de prensa cuyo funcionamiento hubiera sido interrumpido”, en referencia a radio Globo y canal 36, afines a Zelaya y clausurados por el régimen de facto el 28 de septiembre.
Los cancilleres reclaman la solución al “problema de la embajada de Brasil y que se le garanticen al presidente Zelaya condiciones de vida y trabajo acordes con su alta dignidad”.
Zelaya, quien fue derrocado el 28 de junio pasado a punta de pistola por militares y expulsado del país, volvió clandestinamente a Tegucigalpa hace tres semanas y se refugió en la embajada de Brasil, que está rodeada de policías y militares con órdenes de arrestarlo. Tegucigalpa, Honduras
Representantes de Zelaya y de Micheletti se sentaron el miércoles y el jueves a una mesa de diálogo mediada por una misión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA), que antes de partir de Honduras emitió una insípida declaración en la que manifestó su “esperanza” en el diálogo.
Sin embargo, un alto funcionario del organismo admitió el desconcierto de los enviados de la OEA que se entrevistaron la noche del miércoles con Micheletti, quien se opuso tajantemente a la vuelta de Zelaya al poder e insistió en las elecciones presidenciales convocadas para el 29 de noviembre como salida.
Un emisario del depuesto presidente dio como plazo hasta el 15 de octubre para concluir el diálogo que la OEA dejó instalado para solucionar la crisis política de Honduras y advirtió que el proceso no avanzará mientras no sea restituido el mandatario depuesto. Juan Barahona dijo que la posición del Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe de Estado “es clara y contundente: exigimos que Zelaya sea restituido en el cargo”.
Aseguró que “hasta el 15 de octubre damos plazo para negociar con los golpistas. Y si no hay resultados en el diálogo, no sé qué pasará después de esa fecha”. Señaló que “las conversaciones con los golpistas (iniciadas el miércoles) están en un punto muerto y no se avanzará hasta que se decida devolver el poder a Zelaya”.
“Se iniciaron las negociaciones para restablecer al presidente Manuel Zelaya Rosales, pero el gobierno golpista no tiene ningún interés en devolverle el poder. Sólo son paja y paja. Hoy no hemos llegado a nada”, dijo Barahona, un dirigente obrero, ante unos 200 simpatizantes reunidos afuera del hotel donde se celebran las negociaciones.
La misión de cancilleres y representantes de la OEA insistió en la firma del Acuerdo de San José, que exige la restitución de Zelaya y la amnistía para quienes participaron en el golpe, entre otras cosas, tras concluir su segunda visita a Honduras sin haber logrado avance alguno. El canciller costarricense Bruno Stagno leyó el comunicado de la misión, que destaca la necesidad de continuar el diálogo entre las partes y exige el respeto a los derechos humanos, pero no recoge ningún avance de sus gestiones en la crisis política.
“La misión de la OEA está convencida de que el diálogo iniciado con participación directa de las partes puede conducir a la superación de la crisis política en que se encuentra envuelto el país a raíz de los sucesos del 28 de junio pasado”, dice el texto.
La comisión pidió el “restablecimiento y permanencia de todas las garantías institucionales” y también exigió que se permita la “restitución de todos los medios de prensa cuyo funcionamiento hubiera sido interrumpido”, en referencia a radio Globo y canal 36, afines a Zelaya y clausurados por el régimen de facto el 28 de septiembre.
Los cancilleres reclaman la solución al “problema de la embajada de Brasil y que se le garanticen al presidente Zelaya condiciones de vida y trabajo acordes con su alta dignidad”.
Zelaya, quien fue derrocado el 28 de junio pasado a punta de pistola por militares y expulsado del país, volvió clandestinamente a Tegucigalpa hace tres semanas y se refugió en la embajada de Brasil, que está rodeada de policías y militares con órdenes de arrestarlo. Tegucigalpa, Honduras
No hay comentarios:
Publicar un comentario