En aras de normalizar las relaciones bilaterales, el gobierno colombiano se mostró ayer dispuesto a proponerle a Ecuador la posibilidad de realizar tareas conjuntas para combatir a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio ecuatoriano
En aras de normalizar las relaciones bilaterales, el gobierno colombiano se mostró ayer dispuesto a proponerle a Ecuador la posibilidad de realizar tareas conjuntas para combatir a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio ecuatoriano, donde según información confidencial en poder del Ministerio de Defensa de Bogotá, “habría por lo menos dos campamentos”.
“Le vamos a entregar información muy precisa, confiable y confirmada de que existen por lo menos dos campamentos” de la guerrilla en territorio ecuatoriano, aseguró ayer el ministro colombiano de Defensa, Gabriel Silva, quien adelantó que en la reunión de este viernes con su par ecuatoriano, Javier Ponce, propondrá “ofrecerle la posibilidad, si así lo desean y así lo deciden, de colaborar en el planeamiento de las operaciones que lleven a la erradicación de esos campamentos”.
Según Silva, con esa información y la colaboración de Ecuador se podrá terminar con las FARC en la frontera binacional. Dijo que el crimen transnacional abusa del territorio de los dos países: “No son amenazas sólo para Colombia, sino que estoy seguro de que ellos (los ecuatorianos) lo reconocen también como una amenaza a su territorio”.
En vísperas del encuentro entre los cancilleres de ambos países, el colombiano Jaime Bermúdez y el ecuatoriano Fander Falconi, en el que intentarán avanzar en la normalización de relaciones, el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, calificó ayer el estadio de esas relaciones en “una fase constructiva”. “Estamos en una fase constructiva con la hermana nación ecuatoriana y esos temas en adelante se hablarán en privado con el gobierno de Ecuador”, subrayó el mandatario, quien aclaró que de aquí en adelante, la lucha contra las FARC se intentará hacer “sin afectar las relaciones con los países vecinos”.
Para Uribe, “una cosa es nuestra energía, nuestra determinación para derrotar este terrorismo y otra, muy distinta, es nuestro afecto por los pueblos hermanos, para tener con ellos las mejores relaciones”.
Colombia y Ecuador se encuentran en plena etapa de deshielo de sus nexos desde el ataque del Ejército colombiano al campamento del ex líder guerrillero Raúl Reyes, el 1 de marzo de 2008 en territorio ecuatoriano. Ahora, todo parece listo para que las cosas vuelvan a los niveles previos al episodio. Buenos Aires, Argentina
“Le vamos a entregar información muy precisa, confiable y confirmada de que existen por lo menos dos campamentos” de la guerrilla en territorio ecuatoriano, aseguró ayer el ministro colombiano de Defensa, Gabriel Silva, quien adelantó que en la reunión de este viernes con su par ecuatoriano, Javier Ponce, propondrá “ofrecerle la posibilidad, si así lo desean y así lo deciden, de colaborar en el planeamiento de las operaciones que lleven a la erradicación de esos campamentos”.
Según Silva, con esa información y la colaboración de Ecuador se podrá terminar con las FARC en la frontera binacional. Dijo que el crimen transnacional abusa del territorio de los dos países: “No son amenazas sólo para Colombia, sino que estoy seguro de que ellos (los ecuatorianos) lo reconocen también como una amenaza a su territorio”.
En vísperas del encuentro entre los cancilleres de ambos países, el colombiano Jaime Bermúdez y el ecuatoriano Fander Falconi, en el que intentarán avanzar en la normalización de relaciones, el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, calificó ayer el estadio de esas relaciones en “una fase constructiva”. “Estamos en una fase constructiva con la hermana nación ecuatoriana y esos temas en adelante se hablarán en privado con el gobierno de Ecuador”, subrayó el mandatario, quien aclaró que de aquí en adelante, la lucha contra las FARC se intentará hacer “sin afectar las relaciones con los países vecinos”.
Para Uribe, “una cosa es nuestra energía, nuestra determinación para derrotar este terrorismo y otra, muy distinta, es nuestro afecto por los pueblos hermanos, para tener con ellos las mejores relaciones”.
Colombia y Ecuador se encuentran en plena etapa de deshielo de sus nexos desde el ataque del Ejército colombiano al campamento del ex líder guerrillero Raúl Reyes, el 1 de marzo de 2008 en territorio ecuatoriano. Ahora, todo parece listo para que las cosas vuelvan a los niveles previos al episodio. Buenos Aires, Argentina
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