El movimiento nacionalista palestino busca hacer frente a los "fieros y premeditados ataques israelíes" en Lugares Santos islámicos
El movimiento nacionalista palestino Al-Fatah ha convocado una huelga general mañana, viernes, para hacer frente a los "fieros y premeditados ataques israelíes" en los Lugares Santos islámicos de Jerusalén. La decisión se produce tras una semana de fuerte tensión en la ciudad santa después de que, según fuentes palestinas, un grupo de colonos judíos apoyados por la policía israelí entraran en la mezquita de Al-Aksa, informa la agencia palestina independiente Maan sobre un incidente ocurrido el pasado 27 de septiembre. Esa visita, que según la policía israelí fue de un grupo de turistas, desató una ola de protestas por parte de la comunidad árabe de Israel y de los palestinos de Jerusalén Este y Cisjordania. Al-Aksa, tercer santuario en la jerarquía del islám, se encuentra en la conocida como "Explanada de las Mezquitas" de Jerusalén, para los judíos el "Monte del Templo", y fue allí donde hace nueve años estalló la Segunda Intifada tras una visita del entonces líder de la oposición israelí y después primer ministro, Ariel Sharón. A diferencia de ese levantamiento, el Comité Central de Al-Fatah -partido que preside el moderado Mahmud Abás- ha exhortado en un comunicado a llevar a cabo manifestaciones pacíficas, con el fin de demostrar que Jerusalén es la "capital eterna" de los palestinos y sede del gobierno cuando obtengan la independencia de Israel. La huelga debe demostrar "la resolución y determinación (de los palestinos) a la hora de mantener el control de nuestros lugares sagrados", reza el comunicado. La convocatoria viene impulsada asimismo por la continua expansión de colonias judías en la parte este de la ciudad. Esta mañana un grupo de radicales judíos del movimiento de colonos colocaron la piedra fundamental de un nuevo asentamiento en la aldea de Jabel Mukaber, entre Jerusalén y Belén, lo que ha provocado la ira de la población palestina. Al-Fatah considera que los nuevos asentamientos, levantados con la connivencia del primer ministro Benjamín Netanyahu, son "un intento del gobierno derechista de Israel de volver al ciclo de violencia para eludir sus compromisos en el proceso de paz". La Hoja de Ruta, base del estancado proceso de paz, exige a Israel que cese la construcción en los asentamientos, una demanda que no ha sido satisfecha. En su comunicado, Al-Fatah también urge a los países árabes e islámicos, a las Naciones Unidas y al Cuarteto de Madrid -EU, Rusia, la ONU y la UE- a que intervengan en apoyo de los palestinos de Jerusalén. Jerusalén, Israel
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