martes, 21 de julio de 2009

Premier japonés disuelve la Cámara de Diputados

Analistas consideran que esto sería un indicativo de que habrá elecciones legislativas a fines de agosto.

El primer ministro japonés, Taro Aso, disolvió este martes la Cámara de Diputados, dando la señal de partida de un violento combate por las elecciones legislativas a fines de agosto que podría desembocar en un cambio radical del equilibrio político de la segunda economía mundial.
El Partido Demócrata de Japón (PDJ), que promete estar más atento a las preocupaciones populares, es el favorito, de acuerdo con las encuestas, para poner fin a la dominación de los conservadores del Partido Liberal Demócrata (PLD) sobre la vida política nipona durante más de medio siglo.
"En virtud del artículo 7 de la Constitución, la cámara baja ha sido disuelta", declaró el presidente de la cámara, Yohei Kono, durante una sesión plenaria.
Esta disolución, propuesta por Aso y aprobada por el emperador Akihito, fue recibida de pie por los diputados, que gritaron tres veces "Banzai" (larga vida), levantando los brazos al cielo, como indica la tradición.
Luego, el gobierno ratificó la fecha del 30 de agosto para las elecciones en las cuales se designarán a los 480 diputados, quienes a su vez nombrarán al nuevo primer ministro. En Japón, la jefatura del gobierno es ocupada por el jefe del partido que obtiene la mayoría en la Cámara de Diputados.
Taro Aso, de 68 años de edad, en mala posición en los sondeos desde que llegó al poder, en septiembre de 2008, decidió adelantar algunas semanas las legislativas.
"La disolución es necesaria para permitirnos recibir más comprensión y cooperación del pueblo japonés", explicó el primer ministro a su gabinete.
El martes, Aso presentó excusas inhabituales por sus errores y sus cambios de orientación.
"Mis declaraciones y lo que fue calificado de cambios de posiciones políticas condujeron al pueblo japonés a apartarse de la política. El resultado fue una disminución de la tasa de apoyo al PLD. Lo lamento mucho", dijo Aso.
El partido conservador está en decadencia después de la partida del popular primer ministro Junichiro Koizumi, en 2006. En un año, lo sucedieron tres jefes de gobierno que no lograron impedir el desinterés de los electores, que sancionaron a los conservadores en 2007 al elegir a la oposición en las elecciones del Senado.
Hasta hace muy poco tiempo, una eventual derrota del PLD en las legislativas parecía inconcebible, debido a la enorme influencia de ese partido, que creó vínculos estrechos con los grandes conglomerados y los grupos de influencia agrícolas, logrando así el respaldo de millones de personas desde su nacimiento, en 1955.
La tasa de popularidad de Aso cayó debajo de 20 por ciento, según las últimas encuestas, que colocan al PDJ y a su jefe, Yukio Hatoyama, a la cabeza por amplia mayoría en las intenciones de voto de los japoneses. Tokio, Japón/AFP (La Jornada)

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