martes, 28 de julio de 2009

Robert Gates examina el papel militar de EU en Irak


Durante su estancia en Irak, Gates se reunirá con líderes políticos, incluido el primer ministro Nouri al-Maliki. La semana pasada, al-Maliki se reunió en Washington con el presidente Barack Obama, el vicepresidente Joe Biden, la secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton y legisladores de alto nivel.


El secretario estadounidense de la Defensa, Robert Gates, llegó el martes a Irak para reunirse con los líderes políticos del país y analizar el futuro de la misión militar de Estados Unidos en este país, que invadió en marzo de 2003 a la cabeza de una coalición multinacional.
Gates voló de Amán, Jordania, hacia un puesto de comando en el sur de Irak, donde las tropas estadounidenses están prestando servicio principalmente como asesores de las fuerzas iraquíes. La unidad de consultiva en Talil es un prototipo para las fuerzas estadounidenses mientras se desplazan de la línea de fuego a papeles de apoyo.
Durante su estancia en Irak, Gates se reunirá con líderes políticos, incluido el primer ministro Nouri al-Maliki. La semana pasada, al-Maliki se reunió en Washington con el presidente Barack Obama, el vicepresidente Joe Biden, la secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton y legisladores de alto nivel.
También se espera que Gates visite la intranquila región kurda, donde contrincantes realizaron sorpresivas demostraciones de fuerza en las elecciones regionales durante el fin de semana.
Los kurdos se unieron en su posición de línea dura con respecto a la disputa con los iraquíes árabes sobre el territorio rico en petróleo, lo cual amenaza con detonar en una nueva violencia al tiempo que el ejército de Estados unidos prepara el retiro de sus tropas para el final del 2011.
Hasta el final de semana se conocerán los resultados oficiales de la votación del sábado para elegir a un presidente regional y 111 escaños del parlamento. Sin embargo, el grupo opositor llamado Gorran _palabra kurda que significa cambio_ dijo que proyecciones iniciales mostraron que logró importantes conquistas en el parlamento con un triunfo en la ciudad de Suleimaniya.
La semana pasada, Obama presionó a al-Maliki para que haga lugar en su gobierno y en las fuerzas de seguridad para todos los grupos étnicos y religiosos.
Funcionarios estadounidenses, aunque elogian la mejoría en las fuerzas de seguridad iraquíes, siguen profundamente preocupados de que el gobierno predominantemente musulmán chiíta de al-Maliki no ha sido capaz o no ha querido reconciliarse con la minoría musulmana suní del país y con los kurdos.
Los suníes manejaron la nación hasta el derrocamiento de Saddam Hussein en el 2003 y aún están irritados por su pérdida de poder político, económico y militar.
AP/Talil, Irak (Milenio)

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