jueves, 23 de julio de 2009

Causa polémica en Italia ley que criminaliza inmigración ilegal

La legisladora consideró como “veleidoso y demagógico” pretender que “la oleada migratoria en Italia se vaya a detener solamente porque se introduce el delito de inmigración clandestina”.

Con una población extranjera que en 2010 alcanzará el récord histórico de cinco millones de personas, Italia promulgó este mes la controvertida Ley sobre Seguridad, que incluye una norma por la cual la inmigración ilegal se convierte en delito.
Promovida por la Liga del Norte, el partido xenófobo que según sondeos tiene 32 por ciento de las preferencias de los italianos, la ley fue comparada por la oposición y por organizaciones civiles con las “leyes raciales” contra los judíos emitidas durante el fascismo.
“Es una ley que evoca los tiempos de las infaustas leyes aprobadas en defensa de la raza”, dijo al respecto la vicepresidenta del Senado y ex comisaría europea, Emma Bonino.
La legisladora consideró como “veleidoso y demagógico” pretender que “la oleada migratoria en Italia se vaya a detener solamente porque se introduce el delito de inmigración clandestina”.
La nueva Ley de Seguridad prevé el delito de inmigración clandestina y estipula multas de cinco mil a 10 mil euros (de siete mil 130 dólares a 14 mil 250 dólares).
Además autoriza a las patrullas ciudadanas de ex agentes sin armas y prolonga a 180 días la estadía de los indocumentados en los centros de identificación y expulsión.
La normativa restringe derechos sociales y civiles, como matrimonio, escolaridad, sanidad y ciudadanía a los inmigrantes ilegales.
También prevé hasta tres años de cárcel para quien rente una casa a un ilegal, en un país en el que, según el Sindicato Nacional de Inquilinos y Asignatarios, 85 por ciento de los más de cuatro millones de extranjeros legales tiene un contrato de renta no registrado.
La Ley de Seguridad fue aprobada el 2 de julio pasado por el Parlamento, controlado por el Partido del Pueblo de la Libertad y su aliada la Liga del Norte, del primer ministro Silvio Berlusconi.
Fue promulgada el 15 julio pasado por el presidente de la República, Giorgio Napolitano.
“El que varias normas sobre inmigración hayan sido incluidas en una ley sobre seguridad, como si cada aspecto de la vida de los inmigrantes representara una amenaza para la colectividad, avala la ecuación falsa de inmigración igual a criminalidad”, dijo el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Además, la ley fue criticada por Amnistía Internacional, por el Consejo Italiano para los Refugiados, por la asociación católica Caritas, por la Iglesia y el Vaticano y por organizaciones no gubernamentales, como Arci, que llamó a la “desobediencia civil”.
“Nosotros daremos hospitalidad a los inmigrantes, abriendo las puertas a los ilegales igual que después de 1938 hicieron muchos ajustes, para salvar a los judíos de las leyes raciales”, anunció Arci.
“Temiendo la denuncia, los inmigrantes buscarán evitar contactos con los entes públicos, cayendo así en una alarmante situación de falta de acceso a los servicios y comprometiendo sus derechos humanos”, advirtió a su vez Amnistía Internacional.
Sin embargo, ante las protestas, sobre todo de quienes no pueden prescindir de la mano de obra extranjera, el gobierno aceptó regularizar a las empleadas domésticas, sobre todo cuidadoras de ancianos, niños y discapacitados.
Según un estudio de la asociación de consumidores Adoc, casi un millón de familias italianas tienen a cuidadoras ilegales y quedarían sin asistencia doméstica con la nueva ley.
El diario Il Sole-24 Ore resaltó que la regularización de las cuidadoras llevará a que en 2010 en Italia se registre la cifra histórica de cinco millones de extranjeros residentes (sobre una población total de 60 millones de personas).
El Instituto de Estadísticas indicó que en 2008 se incrementó la población residente a 425 mil 778 personas debido a la inmigración extranjera, pues sin ella Italia habría perdido por causas naturales a miles de personas ya que mueren más de los que nacen.
Notimex/Roma, Italia (Milenio)

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