En el manuscrito, divulgado por el gobierno ecuatoriano, Reyes expuso su confianza en que si lograba el intercambio de rehenes por rebeldes presos podría fortalecer su posición dentro del grupo y realizar una limpieza de los "narcocomandantes".
El abatido comandante de las FARC, Raúl Reyes, describió a ese grupo guerrillero, en un supuesto diario divulgado aquí, como una "narcoguerrilla" al borde del fracaso que buscaba transformar para recuperar sus principios revolucionarios.
En el manuscrito, divulgado por el gobierno ecuatoriano, Reyes expuso su confianza en que si lograba el intercambio de rehenes por rebeldes presos podría fortalecer su posición dentro del grupo y realizar una limpieza de los "narcocomandantes".
Reyes, quien fue abatido en 2008 por el ejército colombiano, deja evidencia en sus escritos que existen fuertes pugnas al interior de las FARC entre los "narcocomandantes", que sólo buscan hacer negocio y enriquecerse, y quienes sustentan principios revolucionarios.
"Nos hemos convertido en dos clases de personas con objetivos y métodos diferentes que en cualquier momento nos vamos a enfrentar", afirma Reyes, abatido el 1 de marzo de 2008 durante una incursión del ejercito colombiano a un campamento de FARC en Ecuador.
En el documento, cita a un "amigo" que no identifica, quien le dijo que "sólo falta que utilicen la silueta del Che para empaquetar coca, y que manden a imprimir en el plástico el manifiesto comunista de 1848, para empacar la heroína".
"Yo necesito que la liberación de todos los prisioneros concluya con éxito, yo el segundo hombre de las FARC soy el más interesado, porque conozco que tan vulnerable es hoy nuestra organización, la infiltración ha llegado muy lejos", señala.
En el documento presuntamente escrito de puño y letra, Reyes dice que "las liberaciones demoran; en el último momento algo detiene el proceso, la cadena de mando, para lo que es verdaderamente importante no siempre funciona, siento que hay infiltración".
"La vía de contagio son los hombres de negocios de ellos solo les importa lo que van a ganar. O nos transformamos, o la guerrilla más antigua del mundo pronto sufriremos golpes tan fuertes que nos terminen por destruir", advierte.
Añade que los narcos "están comprando a los comandantes para que jodan todo el proyecto de la liberación".
"No permitirán que el proyecto tenga éxito, no es raro que también comprendan que si la operación culmina exitosamente con la liberación en territorio ecuatoriano, (el presidente de Ecuador, Rafael) Correa tendrá un triunfo mundial", dice.
En el texto entregado por el gobierno ecuatoriano a la Organización de Estados Americanos (OEA) para verificar su autenticidad, Reyes señala que con la eventual liberación de los rehenes en Ecuador, "yo también quedaré fortalecido y mi autoridad será indiscutible".
"Entonces podré comenzar el proceso de reorganización político y militar de las FARC; en esta nueva fase el frente urbano adquirirá un peso enorme y los comandantes narcos perderán poder, y serán limpiados", advierte.
Indica que "un cambio tan grande no le conviene a (el presidente colombiano Alvaro) Uribe, ni a los gringos, ni a los empresarios y sus banqueros que por lo que puedo entender tienen un peso enorme en el grupo íntimo de Correa".
En el supuesto diario, Reyes expresa su preocupación por los rehenes de las FARC y señala que ha insistido en que sean trasladados a puestos de recuperación, donde recibirán atención médica y sobrealimento, pero se queja de que sus órdenes no son acatadas.
"Ninguna orden fue obedecida, parece que los responsables de los prisioneros actúan como si fuesen secuestradores comunes que defienden negocios o personas. Esto confirma mis peores sospechas. Los guardianes esperarán un cuantioso rescate", dijo.
"Si estuviésemos en otra situación habría ordenado que sean fusilados, pero nadie obedece", subraya.
En otra parte del presunto diario, sobre cuya autenticidad el gobierno ecuatoriano no se ha pronunciado, Reyes insiste "en que cualquier proyecto a futuro de regenerar a la guerrilla exige terminar con toda clase de relación con el narcotráfico".
Señala que exigió en todos los niveles de la organización un informe sobre las finanzas y que "esto enfureció a muchos de los comandantes que ven los recursos de la organización como su fortuna personal, su botín del que no tienen porque rendir cuentas a nadie".
"Allí esta para mí, la mayor amenaza", advierte.
Señala que "los ‘narcocomandantes’ ya ven en mis proyecto el mayor peligro para su actividad, ellos piensan únicamente en el negocio" y añade que "tarde o temprano serán mis peores enemigos".
Explica que "ni la liberación de prisioneros, ni el redimensionamiento de la organización les parecerá bueno por que los debilita a ellos y me fortalece a mi".
La incursión militar de Colombia contra un campamento clandestino de las FARC en territorio ecuatoriano, aledaño a al frontera con Colombia, provocó la ruptura de relaciones entre los gobiernos de Quito y Bogotá
Notimex/Quito, Ecuador (Milenio)
En el manuscrito, divulgado por el gobierno ecuatoriano, Reyes expuso su confianza en que si lograba el intercambio de rehenes por rebeldes presos podría fortalecer su posición dentro del grupo y realizar una limpieza de los "narcocomandantes".
Reyes, quien fue abatido en 2008 por el ejército colombiano, deja evidencia en sus escritos que existen fuertes pugnas al interior de las FARC entre los "narcocomandantes", que sólo buscan hacer negocio y enriquecerse, y quienes sustentan principios revolucionarios.
"Nos hemos convertido en dos clases de personas con objetivos y métodos diferentes que en cualquier momento nos vamos a enfrentar", afirma Reyes, abatido el 1 de marzo de 2008 durante una incursión del ejercito colombiano a un campamento de FARC en Ecuador.
En el documento, cita a un "amigo" que no identifica, quien le dijo que "sólo falta que utilicen la silueta del Che para empaquetar coca, y que manden a imprimir en el plástico el manifiesto comunista de 1848, para empacar la heroína".
"Yo necesito que la liberación de todos los prisioneros concluya con éxito, yo el segundo hombre de las FARC soy el más interesado, porque conozco que tan vulnerable es hoy nuestra organización, la infiltración ha llegado muy lejos", señala.
En el documento presuntamente escrito de puño y letra, Reyes dice que "las liberaciones demoran; en el último momento algo detiene el proceso, la cadena de mando, para lo que es verdaderamente importante no siempre funciona, siento que hay infiltración".
"La vía de contagio son los hombres de negocios de ellos solo les importa lo que van a ganar. O nos transformamos, o la guerrilla más antigua del mundo pronto sufriremos golpes tan fuertes que nos terminen por destruir", advierte.
Añade que los narcos "están comprando a los comandantes para que jodan todo el proyecto de la liberación".
"No permitirán que el proyecto tenga éxito, no es raro que también comprendan que si la operación culmina exitosamente con la liberación en territorio ecuatoriano, (el presidente de Ecuador, Rafael) Correa tendrá un triunfo mundial", dice.
En el texto entregado por el gobierno ecuatoriano a la Organización de Estados Americanos (OEA) para verificar su autenticidad, Reyes señala que con la eventual liberación de los rehenes en Ecuador, "yo también quedaré fortalecido y mi autoridad será indiscutible".
"Entonces podré comenzar el proceso de reorganización político y militar de las FARC; en esta nueva fase el frente urbano adquirirá un peso enorme y los comandantes narcos perderán poder, y serán limpiados", advierte.
Indica que "un cambio tan grande no le conviene a (el presidente colombiano Alvaro) Uribe, ni a los gringos, ni a los empresarios y sus banqueros que por lo que puedo entender tienen un peso enorme en el grupo íntimo de Correa".
En el supuesto diario, Reyes expresa su preocupación por los rehenes de las FARC y señala que ha insistido en que sean trasladados a puestos de recuperación, donde recibirán atención médica y sobrealimento, pero se queja de que sus órdenes no son acatadas.
"Ninguna orden fue obedecida, parece que los responsables de los prisioneros actúan como si fuesen secuestradores comunes que defienden negocios o personas. Esto confirma mis peores sospechas. Los guardianes esperarán un cuantioso rescate", dijo.
"Si estuviésemos en otra situación habría ordenado que sean fusilados, pero nadie obedece", subraya.
En otra parte del presunto diario, sobre cuya autenticidad el gobierno ecuatoriano no se ha pronunciado, Reyes insiste "en que cualquier proyecto a futuro de regenerar a la guerrilla exige terminar con toda clase de relación con el narcotráfico".
Señala que exigió en todos los niveles de la organización un informe sobre las finanzas y que "esto enfureció a muchos de los comandantes que ven los recursos de la organización como su fortuna personal, su botín del que no tienen porque rendir cuentas a nadie".
"Allí esta para mí, la mayor amenaza", advierte.
Señala que "los ‘narcocomandantes’ ya ven en mis proyecto el mayor peligro para su actividad, ellos piensan únicamente en el negocio" y añade que "tarde o temprano serán mis peores enemigos".
Explica que "ni la liberación de prisioneros, ni el redimensionamiento de la organización les parecerá bueno por que los debilita a ellos y me fortalece a mi".
La incursión militar de Colombia contra un campamento clandestino de las FARC en territorio ecuatoriano, aledaño a al frontera con Colombia, provocó la ruptura de relaciones entre los gobiernos de Quito y Bogotá
Notimex/Quito, Ecuador (Milenio)
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