El famoso Café de París, ubicado en la Vía Veneto, en Roma, donde convivieron Federico Fellini, Anita Ekberg y Marcello Mastroianni al rodar la cinta, pertenecía a la mafia calabresa la 'Ndrangheta.
El local romano Café de París, en la Vía Veneto, inmortalizado tras la película La dolce vita de Federico Fellini, ha sido confiscado por la policía por pertenecer a la mafia italiana, informaron medios locales este miércoles.
El famoso café en el centro de Roma fue confiscado junto con otros bienes por parte de los Carabinieri y la policía financiera italiana a la mafia calabresa, la 'Ndrangheta.
Además del Café de París, los agentes se incautaron entre otros de tiendas, inmuebles y vehículos de lujo por un total de 200 millones de euros (283 millones de dólares).
La operación estuvo dirigida sobre todo contra el clan calabrés Alvaro, que ha invertido mucho dinero negro en el sector de la restauración de la capital.
"Roma es uno de los puntos centrales donde la delincuencia organizada reinvierte sus ganancias con negocios ilegales como el tráfico de drogas y armas", dijo el fiscal nacional antimafia, Pietro Grasso.
Los clanes de la 'Ndrangheta han gastado según la policía miles de millones procedentes de sus actividades ilegales en la capital italiana, sobre todo en restaurantes, pizzerías, tratorías y supermercados en el centro histórico.
Además de los Alvaro habrían lavado dinero en Roma los clanes Vottari-Pelle-Romeo y Nirta-Strangio, de San Luca, enfrentados desde hace años en una sangrienta disputa.
Ya en noviembre pasado la Guardia di Finanza había informado que según las informaciones que se tenían, el famoso café pertenecía en realidad a un testaferro del clan Alvaro -un barbero desconocido del sur de Italia-.
Los mafiosos invirtieron al parecer más de seis millones de euros para comprar el local, muy frecuentado por los turistas. "La dolce Mafia", ironizaron entonces los medios italianos en alusión a la famosa película de Fellini.
Las mesas del café fueron testigo de hecho de La Dolce Vita, la vida alegre. Allí tomaron capuchinos Federico Fellini y Anita Ekberg, y cenaba con rubias más y menos nobles el ex rey egipcio Faruk.
También fue escenario de una golpiza de los guardaespaldas de Frank Sinatra a los paparazzi en 1965.
Sin embargo, la Via Veneto fue perdiendo con el tiempo su brillo y sus estrellas y el café de moda de los años 50 quedó en el olvido. En 1992 incluso fue cerrado temporalmente por su mal estado de limpieza.
Fue sólo en los últimos años que el Café de París pareció revivir, aunque lamentablemente gracias a la mafia. Roma, Italia/DPA (La Jornada)
El famoso café en el centro de Roma fue confiscado junto con otros bienes por parte de los Carabinieri y la policía financiera italiana a la mafia calabresa, la 'Ndrangheta.
Además del Café de París, los agentes se incautaron entre otros de tiendas, inmuebles y vehículos de lujo por un total de 200 millones de euros (283 millones de dólares).
La operación estuvo dirigida sobre todo contra el clan calabrés Alvaro, que ha invertido mucho dinero negro en el sector de la restauración de la capital.
"Roma es uno de los puntos centrales donde la delincuencia organizada reinvierte sus ganancias con negocios ilegales como el tráfico de drogas y armas", dijo el fiscal nacional antimafia, Pietro Grasso.
Los clanes de la 'Ndrangheta han gastado según la policía miles de millones procedentes de sus actividades ilegales en la capital italiana, sobre todo en restaurantes, pizzerías, tratorías y supermercados en el centro histórico.
Además de los Alvaro habrían lavado dinero en Roma los clanes Vottari-Pelle-Romeo y Nirta-Strangio, de San Luca, enfrentados desde hace años en una sangrienta disputa.
Ya en noviembre pasado la Guardia di Finanza había informado que según las informaciones que se tenían, el famoso café pertenecía en realidad a un testaferro del clan Alvaro -un barbero desconocido del sur de Italia-.
Los mafiosos invirtieron al parecer más de seis millones de euros para comprar el local, muy frecuentado por los turistas. "La dolce Mafia", ironizaron entonces los medios italianos en alusión a la famosa película de Fellini.
Las mesas del café fueron testigo de hecho de La Dolce Vita, la vida alegre. Allí tomaron capuchinos Federico Fellini y Anita Ekberg, y cenaba con rubias más y menos nobles el ex rey egipcio Faruk.
También fue escenario de una golpiza de los guardaespaldas de Frank Sinatra a los paparazzi en 1965.
Sin embargo, la Via Veneto fue perdiendo con el tiempo su brillo y sus estrellas y el café de moda de los años 50 quedó en el olvido. En 1992 incluso fue cerrado temporalmente por su mal estado de limpieza.
Fue sólo en los últimos años que el Café de París pareció revivir, aunque lamentablemente gracias a la mafia. Roma, Italia/DPA (La Jornada)
No hay comentarios:
Publicar un comentario