Un atacante suicida en un auto en movimiento y una bomba colocada en un auto estacionado detonaron casi simultáneamente un grupo de restaurantes en Ramadi.
La ciudad de Ramadi, en el oeste de Irak, declaró estado de emergencia e impuso una restricción vehicular después de dos ataques con bomba el martes, dijo la policía, un día después de que una explosión provocara la muerte de dos policías.
Un atacante suicida en un auto en movimiento y una bomba colocada en un auto estacionado detonaron casi simultáneamente cerca de un grupo de restaurantes en Ramadi, la capital de la provincia de Anbar, dejando tres muertos y 13 heridos, dijo la policía.
Otra fuente policial habló de una persona muerta y 18 heridos.
"En Ramadi se ha declarado el estado de emergencia porque informes de inteligencia indicaron que hay un tercer auto cargado con explosivos en la ciudad", dijo un oficial de policía que se negó a ser nombrado.
Durante una emergencia, se despliega un mayor número de policías y se conducen más chequeos de seguridad. También se impuso una restricción vehicular en Falluja, la segunda ciudad de Anbar.
Los frentes de los restaurantes quedaron severamente dañados por las explosiones en Ramadi y las veredas cercanas quedaron manchadas con sangre, dijo un testigo de Reuters. Las calles de la ciudad estaban vacías y los negocios habían cerrado sus puertas temiendo otro ataque, relató la fuente.
En el pasado, Anbar estuvo controlada por militantes islamistas como al Qaeda, pero un movimiento anti insurgente mayoritariamente musulmán sunita lanzado por líderes tribales de la provincia en el 2006 fue decisivo para derrotarlos.
La provincia ha vivido en una relativa calma desde entonces, pero ha sido testigo de un aumento de los ataques en los últimos meses.
El lunes, una bomba en un auto estacionado en Ramadi causó la muerte de dos policías e hirió a otro cuando explotó cerca de un puesto de control policial. La semana pasada, una bomba colocada en la casa de un capitán de policía causó la muerte de dos niños en Falluja.
La violencia ha caído fuertemente en todo Irak, pero grupos militantes siguen logrando perpetrar ataques frecuentes.
Las tropas estadounidenses se retiraron de las ciudades y localidades iraquíes el mes pasado, en una movida elogiada por las autoridades del país, que confían en que sus fuerzas de seguridad podrán controlar la seguridad por su cuenta.
Reuters/Ramadi, Irak (Milenio)
Un atacante suicida en un auto en movimiento y una bomba colocada en un auto estacionado detonaron casi simultáneamente cerca de un grupo de restaurantes en Ramadi, la capital de la provincia de Anbar, dejando tres muertos y 13 heridos, dijo la policía.
Otra fuente policial habló de una persona muerta y 18 heridos.
"En Ramadi se ha declarado el estado de emergencia porque informes de inteligencia indicaron que hay un tercer auto cargado con explosivos en la ciudad", dijo un oficial de policía que se negó a ser nombrado.
Durante una emergencia, se despliega un mayor número de policías y se conducen más chequeos de seguridad. También se impuso una restricción vehicular en Falluja, la segunda ciudad de Anbar.
Los frentes de los restaurantes quedaron severamente dañados por las explosiones en Ramadi y las veredas cercanas quedaron manchadas con sangre, dijo un testigo de Reuters. Las calles de la ciudad estaban vacías y los negocios habían cerrado sus puertas temiendo otro ataque, relató la fuente.
En el pasado, Anbar estuvo controlada por militantes islamistas como al Qaeda, pero un movimiento anti insurgente mayoritariamente musulmán sunita lanzado por líderes tribales de la provincia en el 2006 fue decisivo para derrotarlos.
La provincia ha vivido en una relativa calma desde entonces, pero ha sido testigo de un aumento de los ataques en los últimos meses.
El lunes, una bomba en un auto estacionado en Ramadi causó la muerte de dos policías e hirió a otro cuando explotó cerca de un puesto de control policial. La semana pasada, una bomba colocada en la casa de un capitán de policía causó la muerte de dos niños en Falluja.
La violencia ha caído fuertemente en todo Irak, pero grupos militantes siguen logrando perpetrar ataques frecuentes.
Las tropas estadounidenses se retiraron de las ciudades y localidades iraquíes el mes pasado, en una movida elogiada por las autoridades del país, que confían en que sus fuerzas de seguridad podrán controlar la seguridad por su cuenta.
Reuters/Ramadi, Irak (Milenio)
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