El presidente de facto de Honduras dijo que algunos partidos que lo apoyaron han comenzado a abandonarlo para buscar beneficios propios. A mí se me puso presidente y me responsabilizan por todo, agregó
El presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, ha asegurado que, si las instituciones determinan que se debe ir y restituir al depuesto Manuel Zelaya, inmediatamente dejará el cargo, y se ha quejado de que hay gente que está haciendo propuestas "inauditas" para resolver la crisis.
En entrevista, Micheletti aseguró que la suspensión del estado de sitio en que se encuentra el país no va a durar 45 días y que algunos políticos se están distanciando para "traer agua a su molino" ante las elecciones del 29 de noviembre.
"En el momento en que la población, en el momento en el que el Tribunal Supremo, en el momento en que la Fiscalía, en el momento en que el Congreso diga que yo no debo seguir, yo inmediatamente saco las fotografías que tengo ahí y me voy para mi casa", prosiguió Micheletti.
"A mí se me puso presidente y me responsabilizan por todo", dijo.
El hombre que dirige Honduras desde que los militares expulsaron por la fuerza del país y del poder a Manuel Zelaya el pasado 28 de junio aseguró que se siente igual de respaldado por los partidos políticos que aquel día.
"Ellos son los responsables de que yo este aquí, ¿acaso no fueron ellos los que votaron en el Congreso para que yo pudiera acceder a esta posición?", inquirió.
Sin embargo, Micheletti indicó que esos mismos partidos políticos "posiblemente no estén muy de acuerdo" con él "porque tienen aspiraciones de atraer todos los votantes del país".
Justificó el estado de sitio en que Zelaya "estaba llamando a la insurrección a la guerra de guerrillas, al pleito, a las armas, que se puede considerar un llamado de sedición en un país" y a renglón seguido aseguró que "no va a durar 45 días, van a restituirse las garantías lo más pronto posible".
"El viernes posiblemente llamamos al Consejo de Ministros y entre todos decidiremos cuál es la situación que se va a vivir, la decisión se toma el viernes", anunció menos de una semana después de dictar el decreto.
No obstante, Micheletti mantuvo que la decisión "en ningún momento se hizo precipitada".
Manifestó que entiende las quejas de los sectores políticos por el estado de sitio, pero señaló que el Gobierno ha hecho su propia encuesta entre la población "y el 87, el 90 por ciento dice que está conforme con lo que ha pasado".
"Nosotros no tuvimos nunca ningún temor (...) siempre creímos que la llegada de él podía ser en cualquier momento", respondió al ser preguntado por el regreso de Zelaya, con quien, afirmó, no tiene "ninguna enemistad personal" y compartió "amistad en las últimas épocas".
Sin embargo, reconoció que "la gente está sumamente preocupada con el retorno de este señor".
En ese sentido, indicó que las propuestas que han surgido en los últimos días, como la presentada por el empresario Adolfo Facussé -que prevé la reposición de Zelaya para pasar a ser confinado en su domicilio y el despliegue de una fuerza multinacional- son "inauditas, no tienen ningún sentido verdaderamente legal".
"Aquí se pudieron confundir los sentimientos y empiezan lógicamente estas ideas para que no haya derramamiento de sangre", advirtió.
Insistió, como en todo este tiempo, en que Zelaya tiene que presentarse en los tribunales para responder por cargos que se le imputan de carácter económico y político.
"Si a él los tribunales lo dejan en libertad yo inmediatamente corro de aquí para que él se instale", agregó.
Declaró que cree en el Pacto de San José impulsado por el presidente costarricense, Oscar Arias, y que contempla la reposición en el poder de Zelaya, pero señaló que "tampoco el diálogo de San José va a decir: ustedes tienen que hacer esto".
Micheletti dijo que quiere "ser optimista" sobre la misión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos que ha sido invitada al país el próximo día 7 y que será preparada por una delegación que llegará mañana, jueves.
"Escucharemos qué dicen los que preparan los escenarios y qué es lo que se puede hacer para el diálogo, y luego yo me imagino que (los cancilleres) vendrán, si hay alguna mesa del diálogo; si no, no creo que van a venir a pasear aquí a vernos las caras, a pelearse con nosotros de nuevo", continuó.
La pasada semana el Consejo de Seguridad de la ONU se pronunció en contra de los "actos de intimidación" del Gobierno de facto hondureño contra la Embajada de Brasil.
"¿Cuáles actos de intimidación? Mantenemos aislado (el lugar) de toda la población para que no haya absolutamente nadie que pueda llegar a agredirlos o a insultarlos nada; ellos están tranquilos adentro", afirmó y agregó que Zelaya está "usando el Internet para todo tipo de cosas, incluso para transmitir mensajes". Tegucigalpa, Honduras
En entrevista, Micheletti aseguró que la suspensión del estado de sitio en que se encuentra el país no va a durar 45 días y que algunos políticos se están distanciando para "traer agua a su molino" ante las elecciones del 29 de noviembre.
"En el momento en que la población, en el momento en el que el Tribunal Supremo, en el momento en que la Fiscalía, en el momento en que el Congreso diga que yo no debo seguir, yo inmediatamente saco las fotografías que tengo ahí y me voy para mi casa", prosiguió Micheletti.
"A mí se me puso presidente y me responsabilizan por todo", dijo.
El hombre que dirige Honduras desde que los militares expulsaron por la fuerza del país y del poder a Manuel Zelaya el pasado 28 de junio aseguró que se siente igual de respaldado por los partidos políticos que aquel día.
"Ellos son los responsables de que yo este aquí, ¿acaso no fueron ellos los que votaron en el Congreso para que yo pudiera acceder a esta posición?", inquirió.
Sin embargo, Micheletti indicó que esos mismos partidos políticos "posiblemente no estén muy de acuerdo" con él "porque tienen aspiraciones de atraer todos los votantes del país".
Justificó el estado de sitio en que Zelaya "estaba llamando a la insurrección a la guerra de guerrillas, al pleito, a las armas, que se puede considerar un llamado de sedición en un país" y a renglón seguido aseguró que "no va a durar 45 días, van a restituirse las garantías lo más pronto posible".
"El viernes posiblemente llamamos al Consejo de Ministros y entre todos decidiremos cuál es la situación que se va a vivir, la decisión se toma el viernes", anunció menos de una semana después de dictar el decreto.
No obstante, Micheletti mantuvo que la decisión "en ningún momento se hizo precipitada".
Manifestó que entiende las quejas de los sectores políticos por el estado de sitio, pero señaló que el Gobierno ha hecho su propia encuesta entre la población "y el 87, el 90 por ciento dice que está conforme con lo que ha pasado".
"Nosotros no tuvimos nunca ningún temor (...) siempre creímos que la llegada de él podía ser en cualquier momento", respondió al ser preguntado por el regreso de Zelaya, con quien, afirmó, no tiene "ninguna enemistad personal" y compartió "amistad en las últimas épocas".
Sin embargo, reconoció que "la gente está sumamente preocupada con el retorno de este señor".
En ese sentido, indicó que las propuestas que han surgido en los últimos días, como la presentada por el empresario Adolfo Facussé -que prevé la reposición de Zelaya para pasar a ser confinado en su domicilio y el despliegue de una fuerza multinacional- son "inauditas, no tienen ningún sentido verdaderamente legal".
"Aquí se pudieron confundir los sentimientos y empiezan lógicamente estas ideas para que no haya derramamiento de sangre", advirtió.
Insistió, como en todo este tiempo, en que Zelaya tiene que presentarse en los tribunales para responder por cargos que se le imputan de carácter económico y político.
"Si a él los tribunales lo dejan en libertad yo inmediatamente corro de aquí para que él se instale", agregó.
Declaró que cree en el Pacto de San José impulsado por el presidente costarricense, Oscar Arias, y que contempla la reposición en el poder de Zelaya, pero señaló que "tampoco el diálogo de San José va a decir: ustedes tienen que hacer esto".
Micheletti dijo que quiere "ser optimista" sobre la misión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos que ha sido invitada al país el próximo día 7 y que será preparada por una delegación que llegará mañana, jueves.
"Escucharemos qué dicen los que preparan los escenarios y qué es lo que se puede hacer para el diálogo, y luego yo me imagino que (los cancilleres) vendrán, si hay alguna mesa del diálogo; si no, no creo que van a venir a pasear aquí a vernos las caras, a pelearse con nosotros de nuevo", continuó.
La pasada semana el Consejo de Seguridad de la ONU se pronunció en contra de los "actos de intimidación" del Gobierno de facto hondureño contra la Embajada de Brasil.
"¿Cuáles actos de intimidación? Mantenemos aislado (el lugar) de toda la población para que no haya absolutamente nadie que pueda llegar a agredirlos o a insultarlos nada; ellos están tranquilos adentro", afirmó y agregó que Zelaya está "usando el Internet para todo tipo de cosas, incluso para transmitir mensajes". Tegucigalpa, Honduras
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