viernes, 4 de septiembre de 2009

Policía reprime con gases lacrimógenos nuevas protestas en Urumqi

Las fuerzas de seguridad ordenaron un amplio despliegue de la policía y las fuerzas paramilitares para restablecer el orden. Testigos dijeron que el centro de la ciudad fue cerrado al tráfico.

Después de que la policía dispersara hoy con gases lacrimógenos nuevas protestas en Urumqi, la capital de la convulsa provincia de Xinjiang, en el extremo oeste de China, las autoridades impusieron una prohibición del derecho de reunión, informó la agencia estatal de noticias Xinhua.
Las fuerzas de seguridad ordenaron un amplio despliegue de la policía y las fuerzas paramilitares para restablecer el orden. Testigos dijeron que el centro de la ciudad fue cerrado al tráfico.
"Todos se mueven hoy a pie", dijo la recepcionista de un hotel a dpa. Con panfletos y altavoces adosados a vehículos las fuerzas de seguridad transmitían, además, la prohibición a manifestarse.
Más de mil personas habían salido antes a la calle, por tercer día consecutivo, para reclamar una mejor protección de la población y manifestar su malestar por una misteriosa serie de ataques con jeringas a transeúntes, principalmente chinos, que mantiene aterrorizada a la ciudad desde el l7 de agosto.
Muchos chinos acusaron a miembros de la minoría uigur asentada en Xinjiang de los ataques. Dos nuevas agresiones con agujas de inyecciones volvieron a avivar las protestas en varios puntos de Urumqi.
La emisora radiofónica "Radio Free Asia" reportó citando a residentes en Urumqi que los manifestantes reivindicaron la dimisión del líder del partido regional en el poder, Wang Lequan. Éste, por su parte, llamó a la población a mantener la calma y a la moderación a través de un comunicado.
Xinhua señaló, por otro lado, que la policía había detenido a dos uigures, supuestamente para protegerles de actos de venganza, lo cual desató el enfado entre este segmento de la población. En total, fueron detenidas hasta ahora varias decenas de personas, aunque por el momento no se conocen los motivos de tales arrestos.
Entre tanto, la líder de los uigures en el exilio, Rebiya Kadeer, desde Estados Unidos exigió a las autoridades chinas que trabajen por la seguridad de todos los ciudadanos en Xinjiang y que "eviten una escalada de los ataques de chinos a uigures".
Hospitales locales han tratado desde el 17 de agosto a 476 pacientes, de los cuales 433 eran de la etnia han, que aseguraron haber sido víctimas de ataques con jeringas, dijo a dpa un funcionario de la región autónoma de Xinjiang.
Aunque hasta ahora no se han podido detectar casos de infeccción del VIH, persiste el temor entre la población a posibles contagios. El rumor de que uigures emplearon insecticidas, drogas o ácido en los ataques con jeringas ha caldeado aún más los ánimos, informó "Radio Free Asia".
Del otro lado, circuló el rumor de que varios centenares de chinos de la etnia han embistieron con porras a miembros de la etnia uigur, dejando heridos a decenas de ellos.
Los nuevos disturbios estallaron dos meses después de los sangrientos enfrentamientos entre miembros de la minoría étnica uigur de Xinjiang y chinos de la mayoría han, que dejaron 197 muertos y unos 1.600 heridos. Pekín, China (Milenio)

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