lunes, 10 de agosto de 2009

Golpistas aceptan comisión de la OEA

La misión latinoamericana, que tenía previsto llegar mañana a Tegucigalpa, fue pospuesta para un fecha que será definida en los próximos dos días, indicó el gobierno de Micheletti en un comunicado.

El gobierno de facto hondureño ha aceptado la participación a “título de observador” del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, en la delegación de cancilleres de la organización que visitará el país centroamericano para mediar en la crisis política. Horas antes, el gobierno de Micheletti había suspendido la visita de los cancilleres por la presencia de Insulza entre sus filas, ya que, alegaba en un comunicado, la posición de este sobre la crisis hondureña “ha redundado en serios perjuicios para la democracia y la República de Honduras”.
Según los últimos informes procedentes de la cancillería hondureña, “se han conciliado las diferencias” acerca de la formación delegación de la OEA, en la que además de Insulza participarán los ministros de exteriores de Argentina, Canadá, Costa rica, Jamaica, México y dos altos funcionarios del organismo. La escueta declaración concluye que “la visita ha sido pospuesta para una fecha que será determinada en los próximos dos días”.
La OEA anunció desde el viernes la conformación de la misión, que estaría integrada por los cancilleres de Argentina, México, Canadá, Costa Rica, República Dominicana y Jamaica para tratar de buscar una salida al conflicto en el marco del Acuerdo de San José del presidente Óscar Arias.
La OEA suspendió a Honduras el 4 de julio luego del golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya, en medio de la presión internacional que ha enfrentado el régimen de facto para que permita el retorno del mandatario depuesto.
La cancillería hondureña se quejó en un principio de la “falta de objetividad, imparcialidad y profesionalismo (de Insulza) en el ejercicio de sus funciones, lo que ha redundado en perjuicios serios para la democracia” de Honduras. Recordó que luego de su primera visita a Tegucigalpa, Insulza presentó un informe a la asamblea general que sirvió para la exclusión del país del sistema interamericano, el cual “se vio descalificado por la propuesta del mediador, conocida como Acuerdo de San José”. El arribo de la misión el martes coincidía con la llegada a Tegucigalpa y a la ciudad de San Pedro Sula de miles de simpatizantes del depuesto Manuel Zelaya que caminan por las carreteras desde el miércoles, para reforzar en los dos mayores centros urbanos la lucha del Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe de Estado.
Para seguidores de Manuel Zelaya —depuesto el 28 de junio por un golpe militar, que lo desterró a Costa Rica—, como el dirigente popular Rafael Alegría, Micheletti no quiere resolver la crisis interna, “por eso aplazó la visita de la OEA”.
Tampoco quiere que la misión “observe la movilización que tenemos para el martes”, en Tegucigalpa y San Pedro Sula, las dos ciudades más importantes del país.
A la vez Israel Salinas, titular de la Confederación Unitaria de Trabajadores, denunció que para impedir las movilizaciones, Micheletti quiere “declarar estado de emergencia, alegando una epidemia de la gripe A”, que ha causado al menos seis muertes en el país, entre más de 200 personas que han contraído la enfermedad.
Agencias/Tegucigalpa, Honduras (Milenio)

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