Cada país tendrá menos de 1,500 ojivas nucleares
Estados Unidos y Rusia, a fin de avanzar en uno de los más importantes tratados para el control de armas desde el final de la guerra fría, anunciaron ayer que lograron un acuerdo preliminar para reducir a menos de mil 500 cada uno sus ojivas nucleares.
El acuerdo marco, que prevé reemplazar el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START 1), se presenta en el marco de la primera visita del presidente de EU, Barack Obama, a Rusia, donde se reunió con su homólogo Dmitri Medvedev.
Desde que tomara posesión de su cargo, Obama pretende mejorar las relaciones con Rusia, que empeoraron al final de la administración de George W. Bush. Hace menos de un año, la guerra entre Rusia y Gorgia provocó una gran tensión entre Moscú y Occidente. Ayer, en una conferencia de prensa, Obama y Medvedev anunciaron el pacto para el recorte de armas y otros acuerdos sobre asuntos como Afganistán e Irán, entre otros.
Ambos hablaron afablemente de las negociaciones, al indicar que esperaban que su reunión fuera un importante paso para una cooperación renovada.
Medvedev parece mostrar más disposición para ayudar a EU a tratar de detener la proliferación nuclear de Corea del Norte.
“Es nuestra responsabilidad común, conjunta y debemos hacer nuestro mejor esfuerzo para evitar cualquier tendencia negativa; estamos listos para hacerlo”, dijo el mandatario ruso.
“Nuestras negociaciones con el presidente Obama han demostrado que compartimos la misma actitud hacia este problema”, agregó Medvedev.
Obama declaró que EU y Rusia tienen que dar el ejemplo al reducir sus propios arsenales: “Este es un asunto urgente; uno en el que ambas naciones tienen que tomar el liderazgo”.
En las negociaciones, las dos partes parecen tratar de evitar una disputa que pudo haber descarrilado el encuentro: el destino del sistema de defensa antimisiles en Polonia y la República Checa, propuesto por la administración de George W. Bush.
Antes de su encuentro con Obama, Medvedev dijo que EU tendría que resolver lo del sistema antimisiles, antes de que Rusia firme el acuerdo de reducción de armas. Pero Obama no lo ha abandonado y espera una revisión de sus asesores. En tanto, no ha mezclado el tema con la reducción de armas.
Ayer, ambas naciones emitieron un comunicado conjunto donde indicaron que seguirán debatiendo el escudo antimisiles y acordaron una evaluación conjunta de las amenazas que representa el régimen de Irán.
Aunado a lo anterior, Obama anunció un acuerdo para retomar los contactos militares, rotos en agosto pasado. Rusia y Estados Unidos sellaron también un acuerdo que permite al Ejército estadounidense realizar más vuelos sobre territorio ruso para transportar armas y tropas a Afganistán. Al término del encuentro con Medvedev, el mandatario Obama declaró que Rusia y Estados Unidos serán en el futuro “socios en vez de rivales”.
Durante la firma de los acuerdos, en las profusamente decoradas bóvedas del Kremlin, Obama aparecía hasta un poco reverente. Mantuvo una perceptible distancia de Medvedev, a quien le lleva dos cabezas. En su primer encuentro, ambos mandatarios mostraron respeto mutuo antes que señales de amistad.
Un desliz
En un notorio desliz, Obama llamó ayer presidente al primer ministro ruso, Vladimir Putin. Al hablar sobre las objeciones de Medvedev al controvertido sistema de defensa antimisiles para el centro de Europa, al presidente de Estados Unidos se le enredó la lengua. “Sospecho que cuando hable mañana con el presidente... eh... primer ministro Putin, él dirá lo mismo”. (Con información de agencias) Moscú, Rusia (El Universal)
martes, 7 de julio de 2009
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