
El presidente, la primera dama Michelle Obama y sus hijas llegaron a Roma el miércoles por la mañana. Él y los líderes de otros siete países industrializados van a reunirse en L'Aquila, cerca de Roma, antes de ampliar el círculo de participantes para incluir a países de rápido desarrollo como China e India, y naciones pobres de África.
El presidente estadounidense Barack Obama comienza el miércoles tres días de conversaciones multinacionales sobre los cambios climáticos, la economía global y el hambre, en la segunda escala de su viaje de una semana por tres países.
Las reuniones del miércoles en Italia carecen de la intriga de las charlas de Obama con los líderes rusos previamente en la semana o la emotiva emoción del recibimiento que casi seguramente el primer presidente norteamericano de raza negra va a tener el sábado en Ghana. Pero carecerán de ambición, cuando los funcionarios más poderosos del mundo lidien con los problemas que amenazan el planeta.
El presidente, la primera dama Michelle Obama y sus hijas llegaron a Roma el miércoles por la mañana. Él y los líderes de otros siete países industrializados van a reunirse en L'Aquila, cerca de Roma, antes de ampliar el círculo de participantes para incluir a países de rápido desarrollo como China e India, y naciones pobres de África.
En grupos grandes y pequeños, las conversaciones se centrarán en comercio, las ambiciones nucleares de Irán, los cambios climáticos, la seguridad alimentaria y otros temas.
Obama se reunión inmediatamente con el presidente italiano Giorgio Napolitano tras arribar al Palacio Quirinale acompañado de Michelle Palace.
Al tope de la lista están las discusiones de cómo combatir la emisión de gases vinculados al calentamiento global.
Muchos líderes extranjeros quieren que Estados Unidos respalde un objetivo de limitar el incremento en las temperaturas planetarias anuales promedio al nivel de 2 grados que caracterizó la era pre industrial e 1900. Científicos dicen que un incremento mayor pudiera desatar peligrosos incrementos en los niveles del mar y otros problemas catastróficos.
El secretario de prensa de la Casa Blanca declinó decir el miércoles si el gobierno respaldará ese objetivo. Indico que el gobierno estaba concentrándose en lo que puede lograr en Washington con el Congreso, no con el Grupo de los Ocho.
AP/Roma, Italia (Milenio)
Las reuniones del miércoles en Italia carecen de la intriga de las charlas de Obama con los líderes rusos previamente en la semana o la emotiva emoción del recibimiento que casi seguramente el primer presidente norteamericano de raza negra va a tener el sábado en Ghana. Pero carecerán de ambición, cuando los funcionarios más poderosos del mundo lidien con los problemas que amenazan el planeta.
El presidente, la primera dama Michelle Obama y sus hijas llegaron a Roma el miércoles por la mañana. Él y los líderes de otros siete países industrializados van a reunirse en L'Aquila, cerca de Roma, antes de ampliar el círculo de participantes para incluir a países de rápido desarrollo como China e India, y naciones pobres de África.
En grupos grandes y pequeños, las conversaciones se centrarán en comercio, las ambiciones nucleares de Irán, los cambios climáticos, la seguridad alimentaria y otros temas.
Obama se reunión inmediatamente con el presidente italiano Giorgio Napolitano tras arribar al Palacio Quirinale acompañado de Michelle Palace.
Al tope de la lista están las discusiones de cómo combatir la emisión de gases vinculados al calentamiento global.
Muchos líderes extranjeros quieren que Estados Unidos respalde un objetivo de limitar el incremento en las temperaturas planetarias anuales promedio al nivel de 2 grados que caracterizó la era pre industrial e 1900. Científicos dicen que un incremento mayor pudiera desatar peligrosos incrementos en los niveles del mar y otros problemas catastróficos.
El secretario de prensa de la Casa Blanca declinó decir el miércoles si el gobierno respaldará ese objetivo. Indico que el gobierno estaba concentrándose en lo que puede lograr en Washington con el Congreso, no con el Grupo de los Ocho.
AP/Roma, Italia (Milenio)
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